—De acuerdo, perfecto, solo hablaremos de negocios, ¿Cuánto recibes por un beso tuyo? —Él no se iba a rendir tan fácil. —Tengo pareja. —Rueda sus ojos. —Eso no puedo dártelo, te quiero solo para mí. —Se muerde el labio inferior ligeramente. —¿Quieres tener a tu futuro esposa y a mí? —Se ofende —Yo… —Lo deja sin palabras. —Eso creí. —Suspira—. ¿Por cuánto tiempo piensas quedarte? ¿Ya tienes donde dormir? —Se escucha muy interesada. —No lo sé, ¿tienes planeado hospedarme en tu hogar o quieres saber dónde estaré para que me visites? —dice juguetón. —Solo pregunto para saber por cuánto tiempo te quedarás. —Se da la vuelta. —¿Y acaso importa dónde dormiré? —Se regresa el escritorio de Holly. —Pues si te quedas en un hotel, puedo suponer que no te quedarás por mucho tiempo o si compras…