Mi corazón hecho por ti

Capítulo 6

—Gracias… ¿Y Tim? —se apena con la pregunta pues sabía que no era de agrado de nadie.

—Ese ni te va a molestar más, escuchamos que mudaron todo a su país por problemas legales, su padre era un mafioso o algo así —responde Mónica.

—Lo se, esa era su frustración constante de Tim —lamenta Holly.

—Tu también sabes guardar secretos. —Mónica la ve con ligera impresión.

—Bueno, era su vida y no tenía porque compartirla. —Se enoje Holly en sus hombros.

—Buen punto, igual no me interesaba su vida —dice Mónica haciendo un gesto de disgusto.

—¿Y Charlie? —Ladea su rostro y luego lo posiciona recordando que aún la estaban maquillando.

—Anda en una carrera como siempre, ser asistente del ahora frustrado Ascher no es fácil, algunas veces ha preguntado por ti cuando nos la encontramos, pero no es en plan por contárselo a Asceher, sino porque también te extraña, has marcado en la vida de muchas personas Holly y todo fue para mejor, eres la luz de cada oscuridad —responde Sam.

—Y como siempre, no sabíamos nada de ti —bufa Mónica tirándose a la cama.

—Entiendo, ¿Ustedes de verdad no tenían cita para el baile? Porque no quisiera arruinarles la noche —se arrepiente Holly.

—Te juro que nuestras citas nos avisaron con tiempo, Sam literalmente es mi pareja del baile, Agustín tiene trabajo que hacer —dijo Mónica.

—¿Él vive aquí? —Holly sigue con el interrogatorio.

—Algo así, va y viene —responde Mónica despreocupada.

—¿Creen que esté bien si voy así? —Sam termina de maquillar la y ella se levanta con su ropa.

Carga unos jeans, una camisa azul, unos botines n***o y su cabello rizado suelto y largo como siempre.

—Claro, ser mamá hizo que no te quedará ningún vestido, así que te tocará ir así, además te ves muy bien, que importa el que dirán o como te vistas, lo que importa es disfrutar. —Mónica se acerca a ellas y las abraza.

—Hago ejercicio, pero no quisiera usar un vestido —se defiende Holly frunciendo el ceño pero luego posa una sonrisa.

—Está bien, no te preocupes —le dice Sam.

Las tres no cabían en la moto de Mónica, así que no les quedó de otra que el padre de Sam las llevara. Cuando llegaron y se bajaron del auto, caminaron directo a la entrada, habían muchos estudiantes entrando y saliendo del instituto, pero la presencia de Holly los hizo murmurar a todos, unos por su forma de venir vestida a un baile, otros porque la recordaban cómo la chica perdida o por el vídeo que Tim puso en el cumpleaños de Sam, habían tantas cosas que seguían permaneciendo en sus memorias, claro que para Holly, no fue problema, no le importaba nada con tal de pasarlo con sus amigas.

Entraron al instituto y se fueron al salón de baile, el año pasado fue en la cancha de basquetbol, esté año se hizo en el comedor cerrador, había uno al aire libre para los estudiantes de secundaria y había otro comedor pero este era cerrado para los estudiantes de primaria. Todo estaba lindo, pero eso no cambia que sigue siendo los mismos bailes típicos que siempre hacen, así aunque cambien de lugar, el baile era temático, parecía el baile de frozen por los copos de nieve y las decoraciones, muy niñado.

Sam encontró su mesa que pagó junto con Mónica, no sabían que Holly vendría, así que tuvieron que pagar la suya o bueno, Holly pagó la suya. Estaba sonando su canción favorita así que fueron a la pista a bailar, ninguna sabía pero eso no importaba, nada importaba solo en ese momento.

—¡Tenía tiempo sin hacer este tipo de cosas con ustedes! —Holly alza su voz por la fuerte música.

—¡Te extrañamos! —dicen al unísono.

—¡Voy a beber algo! ¡¿Ustedes quieren?! —ofrece Holly.

Mónica hace una mueca y niega, mientras que Sam acepta muy agotada, pero eso no la detuvo a seguir bailando. Holly sale de la pista y se acerca a la mesa de bebidas, coge un vaso y se sirve ponche, toma ella y lo vuelve a recargar, pero está vez llena dos vasos, así de sedienta estaba.

—¿Pero en dónde la viste? —Una voz reconocida se acerca y en lo que Holly se voltea para llegar el ponche a la pista, choca con esta persona derramando su traje.

—Perdón, de verdad lo siento. —Se lamenta Holly y busca las servilletas.

—¿Holly? —La ve con atención y ella lo ve directamente a la cara.

—¡Ethan! —Se emociona e iba a abrazarlo pero él la detiene.

—Me encantaría abrazarte, pero no creo que sea un buen momento ahora. —Señala su traje.

—Lo siento. —Recuerda arrepentida.

—¿Cuándo llegaste? —También busca las servilletas.

—Hoy, pero no me quedaré por mucho tiempo, solo estaré este fin de semana —responde Holly sin problemas.

—Entiendo, oye… lo siento por lo de la última vez que nos vimos, quise arreglar las cosas pero te veías muy ocupada con tu novio y además te habías ido. —Se rasca la nuca avergonzado.

—Ex novio… y tranquilo, todo está bien. —Le sonríe.

—Está bien, ¿Y que pasó? ¿Por qué te fuiste o a dónde te fuiste? —Se interesa en ella.

—Es muy complicado de explicar, pero igual no puedes saberlo, estoy pasando por una situación fuerte dónde tuve que esconderme, solo me estoy protegiendo —resume.

—¿Y nos es un riesgo que hayas venido de visita? —Arquea una ceja divertido.

—Sí, pero es que ya no aguantaba, quería ver a mis amigas. —Las ve bailando y le genera una sonrisa.

—¿Y a mí? ¿No tenías ganas de verme? —pregunta algo esperanzado y ella asiente.

—Pregunté por ti y me dijeron que pusiste carteles buscándome. —Suelta una pequeña risa.

—Lo sé, hice el ridículo. —Se contagia de su risa pero también estaba avergonzado.

—Yo creo que fue tierno. —Le sonríe, él se queda hechizado por su sonrisa y luego mueve su cabeza para reaccionar.

—¿Solo me ves con ternura? —Esto deja muy confundida a Holly y él se adelanta en sus palabras para aclararle—. Me refiero a que si tengo oportunidad de ser tu novio ahora que estás soltera o aún me ves como amigo, o una ternura.

—Yo… —Holly estaba sin palabras.

Ella tenía derecho a seguir su vida feliz, pero también pensaba en su hija, ella era más madre que mujer, protegería a Ally así tenga que perder su vida como mujer, no quiere que su hija pasé por lo mismo, que su padrastro la toque o algo así, hay mucha gente peligrosa en el mundo.

—¿Holly? —Ethan se preocupa porque no ha respondido.

—Tal vez Ethan, pero yo me iré pronto, nuestro noviazgo no pueden durar dos días —responde algo nerviosa, no quería lastimar su corazón.

Claro que Ethan es un chico ideal también, pero ella sigue amando a Ascher, además quiere proteger a Ally y solo por eso no se daría la oportunidad con otro hombre.

—Entonces dime a dónde te has mudado y yo iré, me mudaré también, estudiaré y trabajaré, no me importa, solo quiero estar contigo. —Él le sujeta el brazo y le suplica con la mirada.

Ella quería aceptarlo, pero no podía y nadie entendía, parece que Ethan haría todo por ella, está muy enamorado. Algo en Holly le llama la atención, era Jackson y Trevor hablando con Samantha.

—¡Oh mierda! —Sabía que si esos dos estaban aquí, probablemente Ascher también o sino, le contarían o le avisarían, Ascher no se tardaría ni un segundo en venir.

—¿Qué sucede? —Ethan voltea a dónde ella está mirando.

—Los amigos de Ascher están aquí y no pueden verme, tengo que irme. —Se suelta de Ethan y él la vuelve a tomar antes de irse.

—¿Por qué? ¿Cuál es el problema? ¿No terminaron bien? —Holly solo se angustia e Ethan lo entiende—. ¿Es por Ascher que has huido? ¿Es igual de loco que Tim y te estás escondiendo de él? —deduce y Holly niega.

—No es así, no puedo contarte y lo siento, debí irme. —Se suelta y corre para irse de ahí.