Edahi Me encuentro frente al espejo de cuerpo completo en mi habitación, inmerso en la rutina de preparación para el evento que marcará un hito en la vida de Antonella y, por ende, en la de toda la familia Mancini. La importancia de este acontecimiento es innegable. Luciano, en su papel de rey y patriarca de la familia, presentará a Anto como integrante de nuestra familia, sacándola del anonimato en el que duró durante todo este tiempo, y le otorgará un ducado como parte de la tradición de la realeza. Cada integrante de la familia tiene el ducado de una ciudad italiana; yo soy el duque de Roma, mi padre Carlos es el duque de Milán, Donatello es el duque de Florencia, Carla es la duquesa de Venecia, Salomé es la duquesa de Verona, Gianluigi es el duque de Cagliari, Lorenzo es el duqu