Narra Rubí#.
Una vez sentí que la camioneta se detuvo, tomé mi bolso y con los audífonos en mi cuello me dispuse a salir pero, en eso siento como una gran mano toma la mía.
Miles de corrientes chocaron contra mi piel, recorriendo mi cuerpo de pies a cabeza dejando un leve cosquilleo en la punta de los dedos de las manos.
Alcé mi azulada mirada y me topé con una verde, era algo intensa, me aclaré ligeramente la garganta antes de hablar.
—¿Se te ofrece algo? — preguntó en un leve susurró sintiendo a mi corazón empezar a latir con fuerza, como si fuera el aleteó de un colibrí.
Mordi mi labio inferior con nerviosismo, ¿porqué siento todas estas cosas?
—No —dijo negando con la cabeza tan tranquilo, mientras yo sentía que se me iba a salir el corazón —solo quería deciarte un feliz día —son
