Narra Rubí#.
Miré la ventana viendo las grandes casas de la Manada, sentí una lágrima recorrer mi mejilla lentamente, la sequé rápidamente, no me permitiría llorar, eso solo hace que que parezca más patética de lo que ya lo soy.
Me sentía estúpida, demasiado estúpida, y confundida ¿porqué sentía esa rara incomodidad en mi pecho cuando vi que Andrés abrazaba a esa extraña chica? Suspiré, frunciendo mis labios.
—Ya llegamos señorita —dijo Guillermo sacándome de mi trance.
—Ehh.. si gracias Guille —respondí mientras abría la puerta del auto.
—Siempre que quiera señorita — dijo y cerré la puerta del auto
Entré a la mansión y cerré la puerta a mis espaldas
—¡Mis Niños!—Habló Nana apareciendo de la nada, pero al verme a mí solamente frunció su frente —¿y Andrés? —pregunta curiosa.
—Se q
