—Porque no quiero tener competencia —suelta Carl mientras me mira y puedo notar que sus ojos comienzan a ver mis labios. ¿Qué es esto? ¿Por qué se está comportando de esta forma tan de repente? No quiero volver a ilusionarme con cosas que no van a pasar de verdad. Me levanto de mi puesto y tomo mi bolso que reposa sobre la mesa. Parece que esto desconcierta a Carl, quien también se levanta y con un rostro confundido se acerca a mí. —¿Te molesté? —pregunta. —No… es sólo que… —¿cómo podría decirle que lo amo desde hace tres años y me da miedo que vuelva a ilusionarme con falsas expectativas? — Debo irme, se me hará tarde —finjo una sonrisa y comienzo a caminar fuera de la cafetería. —Zai, espera —me llama mientras camina detrás de mí—. ¿Realmente no te molestaste? Porque parece que