Me encanta ver el cuerpo de Zaideth bañado por el agua, enjabonarlo y masajearlo mientras la espuma corre por su piel sedosa. El contraste de mis besos mezclados con el agua que recorre nuestro rostro. Recuesto su espalda a la pared blanca embaldosada y sus piernas se enrollan en mi cintura, puedo sentir su busto hacer presión en mi pecho. Me fascina su rostro excitado y bañado por el agua, saber que su placer es gracias a mí. Deseo que más momentos como estos se repitan en el futuro, que no queden en un simple recuerdo de vacaciones. Me sorprendo cuando veo a Zaideth cambiada con la camisa que le presté hace días y que nunca me devolvió. Le queda como un camisón y me enternece ver que su cuerpo pequeño cabe tan perfectamente en una camisa mía. Estamos actuando como novios, sí, lo ú