RELATA SANTIAGO Estoy concentrado en el computador, cuando escucho tocar la puerta. —Adelante— ordeno y sigo con los ojos pegados al ordenador. —San, san, san—. Cuando escucho esa voz, cierro el computador saco mis lentes y le miro. Sonrio con los labios cerrado y me levanto —Si maoma no va a la loma, la loma viene a maoma— verbaliza Kevin, al mismo tiempo qué palmamos nuestras espaldas. —Pensé que ya te habías regresado —Pues ya vez que no, y déjame decirte que me quedaré un buen tiempo. —¿En serio? —En serio te lo digo, así que deberías ir dándome un puesto en la empresa. —No se diga más, el puesto de mensajería es tuyo, precisamente estaba necesitando un mensajero— ambos reímos —¿Tan poco valen mis estudios de la universidad? —Es broma, no te me sulfures Después de una gr