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1400 Words
Llegamos a Seúl, todo era tan diferente a donde venía. Miles de luces iluminaban las calles de Seúl. Llegamos en mitad de la noche, Enzo se había quedado dormido durante todo el vuelo y era lógico. En mi caso apenas pude dormir pensando en el gran lío en el que me había metido. Me había escapado de casa, no le había dicho nada a mis padres, ni a James. Pero debía huir de él, no podía seguir aguantandolo. La mejor idea que tuve fue irme con la única persona en la que confío. Tenía al pequeño en brazos, mientras esperaba que llegara Jordy. Un coche rojo paró delante de mí. Supe que era ella, al ver su típico corte de pelo y su melena rubia. Me abrazó como si llevara siglos sin verme y no es para menos. Literalmente llevábamos más de dos años sin vernos. Ambas entramos en el coche después de guardar las maletas y de acomodar a Enzo en la parte trasera. Irina - gracias por acogernos… Jordy - eres mi amiga de toda la vida, es obvio que te iba a ayudar, además tenía ganas de verte y de ver a Enzo… está enorme. Irina - cinco años ya… Jordy - cinco años aguantando a James, ¿cómo has podido aguantar tanto? Es un estúpido, arrogante y muy tóxico en todo. Irina - mis padres, sabes que son muy tradicionales. Según ellos debo casarme con James, por ser el padre de Enzo. No quiero casarme con él, ni siquiera quiero respirar el mismo aire que él… Jordy - aquí estás bien, estarán a salvo de ese estúpido. Y de tus padres ni caso, es tu vida, no la suya. Ya bastante has aguantado, ellos deciden todo lo que haces. Irina - para ellos ya soy una persona horrible, que no piensa lo que hace y una irresponsable. Me canse de comentarios malos de ellos hacia mí. Jordy - ¡que se cojan los Martín! Ahora eres una Jones. Terminamos llegando a su apartamento, no era para nada pequeño. La familia Jones tiene un hotel de lujo, con apartamentos alquilados o vendidos a diferentes compradores multimillonarios. El apartamento de Jordy era básico, constaba de tres habitaciones, una cocina y dos baños. Además de la sala y la pequeña terraza. Eso ya era más que suficiente para mí. Jordy - Nía a salido, puedes quedarte en la habitación de invitados el tiempo que necesites. Mi casa es la tuya. Irina - gracias de verdad. Me ayudó a llevar las maletas y dejé al pequeño en la cama. Jordy - puedes ducharte y moverte libremente por el apartamento. Debo salir a trabajar, tengo turno de noche en recepción. Ser la hija del dueño, no me quita de tener que trabajar. Descansa ¿vale? Me despedí de ella con un abrazo. Me tomé una larga ducha, mientras asimilaba todo lo que había hecho hoy… Dios mis padres van a matarme. Al salir, me acomodé en la cama e intenté dormir. Pero no era una tarea sencilla, mi mente no dejaba de pensar en las consecuencias de lo que había hecho… Estaba en un gran problema si mis padres me encontraban o peor aún, si James me encontraba. Al día siguiente me encargué de buscar trabajo, mientras que Enzo se quedó con Nía, la hermana de Jordy. También busqué una escuela para él. Encontré una cerca, estaba frente a un gran parque en el que había columpios, un lago muy bonito y una cafetería. Enfrente había un enorme edificio de oficinas, creí que sería el mejor lugar para mandar mi currículum. Entre después de haber firmado todos los papeles en la que sería la nueva escuela de Enzo. La recepción era enorme, pregunté dónde estaba la cafetería y la cocina del lugar. Una chica muy agradable me guío hasta ella, me dijo su hombre Hani, y después tuvo que irse a su puesto de trabajo. Me acerque a la barra, donde un chico de sonrisa brillante y hoyuelos únicos, me atendió pensando que era una clienta. — ¿Qué quiere tomar, señorita? Irina - no vengo a consumir, estoy buscando trabajo… ¿Hay alguna vacante de casualidad? — Está difícil la cosa… déjame ver. Le pasé la carpeta con mi currículum, él se tomó el tiempo de leerlo. Irina - es el tercer sitio al que entro buscando trabajo… Necesito algo cerca de la escuela y del hotel Jones. — me duele que no haya sido el primero, pero como dicen, a la tercera será la vencida ¿no? Señorita Martín. Irina - ¿hay puestos libres? — Necesito ayuda, justo ayer despedí a una chica que causó muchos problemas, estaba obsesionada con el jefe. Por suerte la eche a tiempo, bueno el jefe la echo a tiempo. Le mandaré tu currículum, pero ya estás dentro. Irina - Wow ¿¿en serio?? ¿Ya estoy dentro? — Soy HanSoo, el encargado de la cocina en la empresa. Por ahora te quedarás de camarera en la cafetería, si te va bien, podrás subir al comedor de arriba. ¿Puedes empezar hoy? Irina - oh sí, por supuesto. HanSoo - genial, sígueme, te daré el uniforme. Lo seguí por una puerta detrás de la puerta, atravesamos la cocina y llegamos a unos vestuarios. Me dio una taquilla y un uniforme. Después me dejó sola, para volver a su puesto. Me cambié de ropa y me puse el uniforme, era de los pocos uniformes decentes que había visto. Sólo consistía en una camiseta negra y un mandil con la marca de la empresa. Pantalones podría llevar los que quisiera, o incluso faldas. Llamé a Nía para avisarle de que estaría trabajando el resto de la mañana. Pude firmar un contrato de 8 de la mañana a 3 de la tarde. Mi problema era Enzo. Pero fue algo sencillo de arreglar. HanSoo fue comprensivo conmigo, él también tenía un ahora y también iba a esa escuela. Me dijo que trajera a Enzo conmigo por la mañana, como él hacía con su hija y después él los llevaría a clase a las nueve. La verdad es que me adapte rápido a la forma de trabajar, me llevaba bien con mis otros dos compañeros que también eran nuevos y estaban en prácticas como yo. Lia y Kook-Suk, eran mis dos compañeros de trabajo. HanSoo nos ayudó en todo lo posible, nos dio los horarios de trabajo, también nos avisó de que era probable que algunos días nos tuviera que cambiar el turno de tarde. Le comenté que yo tenía clases por la tarde de cocina coreana y algún curso de hostelería. El no vio problema, me dijo que era raro que en cafetería nos cambiaran el turno, ya que los de la tarde, son estudiantes que por la mañana tienen clase y obviamente no pueden venir. Volví a casa caminando, resulta que Kook-Suk vive en el mismo edificio y en la misma planta, según él comparte apartamento con un amigo, pero que su hermano vive plantas arriba en el ático de lujo. Me agrado el chico, era simpático y me ayudó bastante con las prácticas, ya que, ya era su tercer día en la cafetería. Entre en casa agotada, Enzo vino corriendo a mis brazos, para saludarme. Pude tomarme una ducha y después le expliqué a Jordy y a Nía mi día de trabajo. Jordy - tuviste suerte, la empresa de Origin Of Min, es de las más complicadas de entrar. Nía lo intentó y la mandaron para casa. Irina - ella fue para secretaria, yo he ido para camarera… el encargado se ha portado muy bien conmigo, fue agradable. Jordy - bueno con lo que cobran en ese edificio seguro puedes alquilar un apartamento para ti sola en unos meses. Te diría que lo fueras ahorrando, si más adelante quieres tener tu propia casa. Irina - sí intentaré hacer eso, también debería pagaros un poco de dinero por la estancia. Nía - ni de broma, eres nuestra amiga, no vamos a dejarte pagar. Jordy - comparas la cena de los sábados, ¿de acuerdo? Irina - qué sería de mí sin vosotras… Nía - ahora estamos juntas, y nos apoyaremos mutuamente. Por fin me sentía en familia, mi vida poco a poco se iba aliviando un poco más. Pero aún estaba llena de problemas y el gran problema no dejaba de llamarme y enviarme mensajes.
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