— Amm ¿segura que es aquí? – dijo Gustavo una vez aparcó el auto. — Si – sonrió Sam bajando del auto. Gustavo aceptó ir a donde Sam le dijo que, según él, había una excelente comida. Pero una vez llegaron Gustavo miró el lugar, era un edificio de departamentos. A menos que en sus dos meses de luna de miel lo hayan hecho en un restaurante. — Recuerdo que esto eran departamentos – dijo Gustavo entrando al ascensor con Sam, quien solo soltó una risita. Gustavo la miró confuso pero no dijo nada, había una clara tensión tal vez ya no era tan fuerte como antes pero seguía estando esa tensión, llegaron a la quinta planta y salieron del ascensor, una vez fuera se dio cuenta que seguían siendo departamentos y no un restaurante. Supo a dónde se dirigen, el departamento de Sam y eso era una gran