Los motociclistas jamás han sido de confianza para Gustavo, por algo nunca hizo tratos con esos arrogantes hijos de perra. Sinceramente se culpa por eso, de no estar prestando atención a su mujer y su club, por estar tratando de arreglar un amorío que no valió la pena, ese trato no estaría ocurriendo. Pero ahí está y ahora debe prever las consecuencias de ese trató. — Nunca hemos hecho trato con los del club, es un milagro. — No es decisión mía, hará el trato con mi esposa – dijo Gustavo – Yo solo la respaldo – se cruzó de brazos. Aunque debe admitirlo, que su esposa tome las riendas como la Reina, haciendo tratos y consiguiendo buenas ofertas, es muy excitante. Sin duda la ha trabajado bien, le enseño bien. Por eso le da el beneficio de la duda con ese trató. — Haremos trato con la r