El aroma y sabor a vino Cabernet Sauvignon era lo que degustaba Sam del cuerpo de Gustavo. El morbo de verlo esposado a la cama donde él y su prometida duermen, le excitaba de cierta manera. Sus manos en cada extremo de la cama, sus piernas totalmente abiertas, amordazado con su propia corbata y su cuerpo bañado en vino. Lo mejor que pudiera tener. — No sabes lo deseable que te vez asi Gustavo – sonrió de lado. Gustavo trato de decir algo pero la mordaza no le dejaba articular bien las palabras – No tienes permitido hablar, ni gritar – se acomodó entre sus piernas – Llego a escuchar un solo ruido de tu garganta y te voy a romper azotar – Gustavo la miro, tenia la pupila dilatada pero llena de deseo - ¿Me entendiste bombón? Gustavo asintió con la cabeza, pero sabe muy bien que no puede c