―¿Realmente crees que tendré miedo de ti después de arrodillarte una vez ante mí? ―Nahara ladeó la sonrisa y se acomodó en su puesta. Se movió para demostrarle que nada podía hacerle―. Por cómo miraste a Mekeril después de que te dejara en claro que era su mujer y te haría pagar cualquier cosa que dijeras o hicieras temo que ya sé el grado al cual llega tu miedo hacia él. Vittoria rio furiosa. ¿De verdad ella era tan dura? Lo dudó, así que decidió jugar con algo que sabía que le molestaría mucho. ―Veo que confías mucho en el hombre que está comprometido con otra mujer. ―Nahara alzó las cejas―. Yo soy la verdadera prometida de Mekeril, y él hace esto siempre. ―Suspiró―. Busca a una mujer que lo saque del aburrimiento y después vuelve a mí porque soy la única que sabe cómo hacerlo feliz.