―Hey, creí que hoy no vendrías. ―Chiara alzó las cejas al ver a su amiga integrarse al equipo―. ¿No me habías dicho que tu gruñón llegó hace apenas unas horas? ―Miró su reloj un poco confundida―. No me digas que te has venido en contra de su voluntad. ¡Te gusta tentar al diablo!
Nahara rio. Su amiga era una loca que al parecer quería más a Mekeril que a ella.
―Se supone que eres mi mejor amiga y deberías apoyarme más a mí. ―Entornó los ojos―. Además, él se marchó. Ya sabes, trabajo.
Chiara se la llevó a un lado para más privacidad.
―¿Trabajo trabajo o lo otro?
Divertida por la ocurrencia de su amiga, se encogió de hombros.
―No lo sé, creo que es lo otro. ―Chiara asintió―. Tranquila, fue con Alessandro, y sé que estarán bien.
―Ja ―expresó Chiara con disgusto―. Es lo que temo. Ese
