Adiel comienza a abrir los ojos con cierta lentitud y es cuando se percata de que está en una habitación de paredes grises y una cantidad de aparatos con sonidos lo rodean. Un fuerte dolor en la cabeza lo hacen llevar la mano a cierto lugar de la frente y parpadea varias veces para poder observar el lugar pues la luz daña sus ojos. Las imágenes difusas de la celda de castigo llegan a él e imagina que está otra vez en aquel repugnante lugar y está imaginado que está en libertad como muchas veces lo soñó. Abre los ojos y rodea con su mirada curiosa aquel lugar y observa con detenimiento puede y es cuando se da cuenta que está en una habitación de un centro médico. Al tratar de incorporarse un leve mareo lo hace estremecer y vuelve a caer sobre la cama. Es en esos momentos la puerta se a