—A mí me pareció conveniente ese tiempo para que conocieras a tu esposo y aprendieras a amarlo—expreso mientras tomaba asiento junto a mí como si estuviera en su maldita casa.
Me habría encantado correrla en ese momento, obligarla a irse si era necesario, puesto que no podía confiar en ella y mucho menos en mi padre. Para mí, mi familia había muerto prácticamente el día en que ambos me habían entregado en matrimonio a un desconocido, pero en cierta forma tenía curiosidad por escuchar cuál era su excusa para venir a mostrar su cara ahí.
—¿A qué viniste?—cuestione convencida de que sus intenciones no eran precisamente ponerse al día con mi vida, ya era demasiado tarde para que ella y yo pretendiéramos ser hermanas, así que debía haber algo oculto en su visita— ¿Y como supiste que estaría aquí?
—Por favor, eres Christine Love, es fácil saber donde estarás cuando tienes tantas fans que te estiman e idolatran, solo tuve que pretender ser una de ellas para que me dieran la información que necesitaba.
Era cierto que conforme mi fama aumentaba, mi vida privada se estaba tornando más y más invadida por todos aquellos que deseaban conocer un poco más alla de mi marca o mis productos, era como si quisieran que hiciera un reality de mi vida para que ellos pudieran vivirla también, pero más alla de lo que se podía ver en r************* mi vida no eran solo lujos y viajas, sino que también era mucho trabajo y cansancio. Realmente disfrutaba poco y trabaja en exceso.
—De acuerdo— expresé acomodando la espalda sobre el respaldo para tener una mejor vista del lugar, solo para averiguar si alguien no estaba observando o si mi hermana había tenido el atrevimiento de traer a un paparazzi que pudiera fotografiarme junto a ella, quizás para revelar algo sobre mí o incluso para chantajearme, con Sophie no podía confiarme— dime que quieres, porque si te tomaste la molestia para hacer todo eso, supongo que buscas algo de mí.
Sophie sonrió mientras pretendía leer el menú de frente a ella, levanto ligeramente la mirada enseguida trono los dedos para llamar la atención de un mesero, lo cual me parecio que era de muy mal gusto, puesto que no hacía falta hacer eso, había un pequeño botón en la mesa para llamar a un mesero sin tener que importunar a las demás personas, pero aparentemente, Sophie que siempre presumía de su ir y venir por el mundo, no tenía ni idea de eso.
Trate de ignorar la molestia del mesero cuando llego a nuestra mesa y Sophie pidió algo de comer, una ensalada y una bebida de limón con alcohol, por supuesto, cargada a mi cuenta, cosa que aunque molesta, debia soportar porque ahora se suponía era una figura pública y debia evitar a toda costa que las provocaciones de Sophie afectaran mi carrera, si es que esas eran sus intenciones.
—Si tanto quieres que vaya al grano, te lo diré— dijo una vez solas, cruzando las piernas muy orgullosa de sí misma— quiero ser modelo de tu marca.
La miré perpleja y por unos segundos traté de imaginarla en la cuenta de i********: de mi marca, ella contrastaba en todas las hermosas fotografías de mis productos y no por su belleza, sino porque mi marca era mi propia imagen. ¿Qué diablos estaba pensando Sophie?
Como era de esperarse deje escapar una pequeña risa burlona, eso debia ser suficiente para que mi "Hermana" entendiera cuál era mi respuesta.
—¿De qué te ríes?— se quejó y frunció el ceño.
—De lo estúpida que se escucha su petición— exprese esta vez sin tener una sola gota de misericordia en mis palabras, ya había soportado mucho de su parte y no pensaba cumplir ningún capricho suyo estúpido. Sophie me miro un tanto perpleja, aunque no del todo sorprendida.
—Sabia que te negarías—expreso con una sonrisa satisfecha, eso me hizo creer que Sophie no era tan tonta como para venir a pedirme semejante propuesta sin tener una forma de convencerme, quizás un chantaje o tal vez algo a cambio.
—¿Si sabias cuál sería la respuesta porque te arriesgaste a venir?—cuestione algo irritada, debí suponer que Sophie había sacado algo de nuestro padre, él siempre tenía un As bajo la manga.
—Te propongo algo— expreso Sophie, pero se quedó en silencio cuando el mesero trajo a la mesa su pedido, el cual debia admitir que lucia apetitoso, aunque fuese una ensalada— ¿Qué te parece si trabajamos juntas?
Solté una carcajada.
—¿Tú y yo? ¿Por qué? Nunca hemos sido buenas hermanas, de hecho, la palabra hermana se queda corto, dejémosle en conocidas. ¿Por qué querría trabajar contigo?
—Porque si aceptas te diré la razón del porqué nuestro padre decidió casarte con ese empresario mujeriego— revelo Sophie con cierta malicia al terminar de hablar. La miré un tanto interesada en su propuesta, pero ¿De qué me servía saber eso ahora?
Lo único que realmente me interesaba y por lo cual estaba empeñada a seguir trabajando hasta conseguir aquella maldita entrevista, era mi venganza. Después iniciaría mis trámites de divorcio y trataría de olvidar quienes habían sido mi familia y quien diablos era Arthur Sallow. No necesitaba saber sus motivos y mucho menos necesitaba saber los motivos de mi padre, así que Sophie se podía ir al diablo si por mí fuera.
—No necesito saber tal cosa y por supuesto, tampoco necesito de alguien como tú, ni siquiera porque eres mi hermana o al menos eso es lo que dice mi certificado de nacimiento, pero dudo mucho que compartamos la misma sangre, así que puedes irte por el mismo camino que tomaste para llegar aquí y meterte tu propuesta por donde no te da el sol— me atreví a decir con una serenidad que incluso a mí me asusto— y solo para que quede claro, si hubieras sido una mejor hermana, si no hubieras permitido que me quitaran mi libertad y mucho menos que me utilizaran como un maldito juguete que podía tomar o arrojar cuando quisieran, tal vez, solo tal vez lo hubiera considerado, pero como eres una bruja sin corazón, mi respuesta es no.