When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Para cuando desperté, sentí que el lugar donde estaba recostada se movía de aquí para alla. Nunca había estado en un terremoto o un desastre natural parecido, así que me quede sobre mi sitio mientras deducía que diablos estaba pasando, donde estábamos y porque diantres me sentía tan mareada. Luego de comprender que el movimiento no se detendría, observe a mi alrededor. Estaba en una habitación amplia y elegante, con los ventanales abiertos donde podía verse a pocos metros de mí las olas del mar. Me levanté asombrada por lo que estaban viendo mis ojos, había visto el mar muchas veces, aunque por supuesto en películas y series, pero nunca tan cerca y claro, no tan azul. Con esa información que tenía delante de mí, es decir, el movimiento constante y el mar tan cerca, no pude más que pensar