Los besos sobre mi cuello continuaron, mientras su mano jugaba con mi seno derecho y con la otra me sostenía para que no me alejará de él y así lo hizo durante algunos segundos, hasta que la algo lo hizo desistir y en vez de concentrarse en eso, decidió bajar la mano siguiendo el camino húmedo que el agua ya había trazado hasta llegar a mi pubis.
Instintivamente, me eché hacia atrás para que extender el pecho y acomodarme en su pecho para que tuviera una mujer vista y mientras su mano se deslizaba, sentí que mi corazón y mis pulmones había dejado de funcionar. ¿Era eso posible?
Llego a mi entrada sin demora y lo que encontró seguro que le fascino porque lo escuche esbozar una sonrisa justo sobre mi oído, estaba húmeda, lo bastante como para recibir su m*****o dentro de mí, pero sabia qu
