Ella queria lucir lo mejor posible para él. Entonces le pidió a Marta que la ayudara a prepararse.
Marta eligió un vestido ajustado n***o para ella. No tenía mangas y le llegaba por encima de la rodilla. Se peinó el cabello con ondas y se aplicó lápiz labial rojo.
—Te ves muy bella mi señora —elogió Marta una vez que terminó de prepararse.
—Gracias —respondió Charlotte y exhaló un suspiro nervioso mirando su reflejo. Su corazón latía salvajemente contra su caja torácica.
Justo cuando el reloj marcó las 8, Ares entró en la habitación luciendo elegante como siempre con su traje n***o. Las largas horas en la oficina no le quitaron nada de su apariencia encantadora.
Sus pies se detuvieron y sus ojos se abrieron por una fricción cuando la vio. Ella estaba sentada en el taburete, mirándolo
