—Charlotte querida, señor King, vengan. El desayuno está listo —Ara les envió una suave sonrisa cuando aparecieron.
La criada les acercó sillas.
Ares asintió saludando a Ara y German y luego a Killian que estaba sentado en el asiento principal. Dos adolescentes estaban alineados al lado de Ara.
—Espero que no hayas tenido ningún problema anoche —German le sonrió cálidamente a Ares.
Ginger se tomó la boca para reprimir la risa. —Supongo que mamá falló en tus notas o te haría esta pregunta —se rió Ginger.
Charlotte. se sonrojó y rápidamente se acomodó el cabello para ocultar sus mordeduras de amor. Después de eso, le dio a su diabólica hermana una mirada de reojo.
Ares le dijo a Germán que había tenido una buena noche y le agradeció.
—Más bien una noche salvaje. Dios mío... mira est
