Los ojos de Lisa estaban inyectados en sangre como si acabara de llorar y su cabello estaba hecho un desastre. La bailarina arrojó el cigarro a la basura y le dedicó una pequeña sonrisa a Charlotte.
Charlotte le devolvió la sonrisa.
—Gracias por venir. A Theo le encantaría saberlo —Lisa se acercó a ella.
—Espero que mejore —respondió Charlotte.
—El médico dijo que se recuperará. Estará bien —le aseguró Lisa.
—Fumas —la mirada de Charlotte revoloteó hacia el puesto que todavía estaba nublado por el humo antes de posarse sobre ella.
—A veces. Para aliviar el estrés —Lisa se encogió de hombros—. ¿Quieres uno? —ella ofreció.
Charlotte negó con la cabeza. —Lamento los problemas por los que tú y tu familia están pasando —Charlotte le lanzó una mirada apenada.
—No lo estés. No es que tú
