VALENTINA
El tiempo se fue entre saludos, charlas y una que otra sonrisa por parte de los invitados. Alessandro no me soltó en ningún momento, ni como escapar de él.
—Ya nomas falté yo —una voz femenina nos interrumpe en una conversación que teníamos con una pareja. La joven llega a nuestro lado y me sonríe sin apartar sus ojos de mí —Vaya, sí que eres linda —me dice directamente —Porque siempre tengo que ser la última en enterarse de todo —se queja, ahora dirigiéndose a Alessandro.
Alessandro ni se inmuta y tampoco le presta atención.
—Eli, no comiences —le responde simplemente.
—Es que siempre es lo mismo —reclama.
Alessandro termina su conversación con los invitados que estaban a nuestro lado y con su mano todavía en mi cintura me aparta de allí, la joven nos sigue.
—No me igno
