VALENTINA
En cuando terminó nuestro baile regresamos a sentarnos. Un poco más relajada me sentía pues la mano de Alessandro no dejo la mía ningún segundo.
El resto de las mesas abarcaban una gran parte del salón y estaban ubicadas frente a la nuestra. Media hora después anunciaron que servirían la cena, olvide que no había comido nada antes de la boda pues los nervios no me permitieron pensar en nada más que no fuera en eso.
La cena termino pero el baile continuo. Ya todos más animados y con algo de alcohol en sus cuerpos se pusieron a bailar. La pista se llenó y yo solo miraba desde mi asiento a todos esos invitados que se divertían.
Alessandro y yo cruzamos una que otra palabra de vez en cuando, pues los presentes y el ruido de la música no nos permitían tener una conversación más fl
