— Muy bien...has ganado tres kilos desde que la señorita White te trajo al hospital, me parece que te estas recuperando muy deprisa, eres sin duda un chico fuerte — decía André al pequeño Oliver. — ¿Oíste eso Melissa? — respondía el pequeño bastante entusiasmado. — Son maravillosas noticias Oliver, esto merece un helado gigante para celebrar — respondió la azabache con alegría. — ¿¡De verdad!? ¡Yo quiero uno de chocolate con fresas! — decía el pequeño con emoción para después bajar de la cama de hospital donde lo estaban revisando. — Dentro de poco estará totalmente recuperado del estado de desnutrición en el que llego, está haciendo un excelente trabajo señorita White — decía André sonriendo a la joven decaída frente a él. — Gracias...— respondía la joven aun con su ánimo en el su