Al principio a Jazmín no le había preocupado demasiado la falta de una respuesta, su profesor le había advertido explícitamente cuando se ofreció voluntariamente de que esta persona había sido abandonada antes debido a su habitual falta de respuesta. Aún así, después de haber enviado su duodécima carta y todavía no había recibido nada a cambio, comenzó a sentirse preocupada.
Después de la decimosexta carta que quedó sin respuesta, se sintió enojada.
Pero sorprendentemente incluso para sí misma, se sentó y le escribió una carta a esta persona todas las semanas. Era terapéutico cómo cada sábado por la mañana se sentaba en su escritorio y escribía. A veces, Marta quería salir a jugar esas mañanas, pero Jazmín se mantuvo firme en que quería quedarse y escribir sus cartas. El padre de Marta también estaba en el frente de batalla y la chica rubia le escribía cartas casi a diario.
- Me llama su pequeña conejita como mi nombre en clave. No tengo idea de por qué, considerando que podría haberme llamado 'flor' o algo realmente halagador- Marta se había quejado de eso con Jazmín un día.
- Te llamé Girasol por mi código- compartió Jazmín.
Marta respondió con una sonrisa amplia, cariñosa y un fuerte abrazo que ella regresó ansiosamente.
Entonces, aunque estaba escribiendo a un completo desconocido, Marta entendió que ella solo quería seguir escribiendo y eso fue lo que hizo.
Fue alimentada por una mezcla de molestia de larga data que esta persona no había respondido y ella continuaría hasta que finalmente algo llegara a su buzón. Su profesor la llamó una de las personas más tercas que había conocido y también dijo que probablemente la guerra la había endurecido un poco prematuramente. Pero ella todavía encontró tiempo para escribir incluso aún cuando le gustaba Tomás a quien solía dedicarle bastante su atención y en sus estudios.
A ella todavía le molestaba un poco que esta persona nunca le respondiera, pero pronto imaginó que tal vez no podía hacerlo física o mentalmente. Sin embargo en este punto, estaría feliz de obtener un dibujo de tinta de salpicadura abstracta.
Pero su molestia se erosionó lentamente por la simple monotonía de la escritura. Fue relajante y liberador de alguna manera saber que la otra persona no respondería sin importar lo que ella pusiera en la carta. Así que ella expresó, compartió y habló de todo lo que le pareció atractivo. Sus días de intimidación por esta persona misteriosa se habían ido.
A pesar de esto esperaba que quienquiera que fuera este leyera sus cartas. Probablemente estaba aburrido de ellas, pero ya había comenzado esto y seguiría con ellas.
XXX
Buenos días en este fabuloso día de realización personal.
¿Recuerdas cómo te escribí todo eso sobre conseguir un nuevo maestro? Bueno, adivina a quién tengo
Mei
(Para la persona que analiza esto: es información muy antigua que Mei es la mano derecha en seguridad del presidente. Esta no es información nueva de ninguna manera, por lo que le pido que no omita el nombre. No hay forma incluso si esta carta es interceptada, que el enemigo pueda obtener cualquier información nueva de ella.)
Has leído ese nombre correctamente (porque realmente no hay razón para ocultarlo). Obtuve a la honorable Mei como mi nueva maestra. Permítanme escribir eso de nuevo: la famosa guerrera y jefa de la seguridad presidencial. La llamaré la Reina en futuras cartas.
Aparentemente, ella estaba allí cuando estaban examinándonos en busca de habilidades y notó mi "control excepcional de emociones y resistencia física", como ella misma dijo. Nunca pensé que era particularmente buena en eso, pero aparentemente uso mis habilidades de forma correcta en cada movimiento y estrategia realizados.
Mi entrenamiento comienza esta semana y estoy tan nerviosa que siento que puedo vomitar mañana o incluso ahora. Realmente, en cualquier momento últimamente.
Si bien sé que es hermosa y realmente la mejor, es muy dura con los que la rodean. Ella exige que todos a su alrededor estén a la altura de su máximo potencial. Estoy segura de que esta guerra habría terminado hace mucho tiempo en nuestro favor si ella no fuera nuestra líder y la necesiten en el cuidado presidencial.
Me pregunto cómo fue vivir bajo el pasado presidente como lo hiciste tú. Es una locura pensar que el asesinato de él y su esposa fue el factor decisivo de por qué comenzamos a planear la guerra. He leído todo sobre él, ¿pero todos realmente lo amaban tanto como dice toda la literatura?
¿Conoces el mito de que tenían un hijo pero lo escondieron porque sabían que se avecinaba la guerra y no querían que estuviera en peligro? Pero eso es lo que susurran los niños más pequeños de la Academia, por lo que obviamente es falso.
De todos modos, de vuelta a mí misma (ya que nunca respondes). Es un poco triste graduarse y saber que todos van por caminos separados. Realmente voy a extrañar al chico que me gusta e incluso a ese molesto chico rubio travieso. Especialmente mi amiga girasol que a pesar de que está enojada y no me habla porque me gusta el mismo chico que ella… la he estado extrañando por un tiempo.
Realmente se siente como si todos estuvieran creciendo de diferentes formas, solo espero que no nos separemos del todo.
Manténgase hidratado durante este cálido verano y tenga cuidado.
XXX
El entrenamiento de Jazmín fue duro, pero se esforzó a diario. Pensó en John y Tomás y en lo bien que avanzaban, en cómo había rumores de que tal vez finalmente podrían terminar esta guerra a través de su talento y poder.
Jazmín sintió envidia, lo que la hizo enojar y ser un poco imprudente.
- ¿En qué estabas pensando probando mi taijutsu así?- Mei espetó mientras envolvía la mano izquierda de Jazmín. El vendaje correcto ya estaba hecho y ella lo miraba malhumorada-. Podrías haberlo hecho mucho peor que romper todos esos huesos.
Jazmín hizo una mueca cuando Mei apretó innecesariamente el vendaje. Ya dolía bastante.
Como si sintiera lo deprimida e inútil que se sentía, la mujer suspiró y se sentó junto a ella, envolvió su mano alrededor de Jazmín y la empujó con comodidad hacia su impresionante pecho.
- Sé que estás viendo a tus amigos John y Tomás triunfar a pasos agigantados, pero no están aprendiendo lo que tú haces que es salvar y proteger a los demás. Sin médicos o personas como tú que puedan pensar, hacer planes y luego ejecutarlos con habilidad con suerte esta guerra se habría terminado.
Jazmín resopló patéticamente.
- Sé que es difícil, pero lo estás haciendo muy bien. Ya sé que estás haciendo en secreto mi entrenamiento de fuerza y parece que a diferencia de mi habilidad para destruir cuerpos con mi puño, estás haciendo ese entrenamiento muy bien.
- ¿De Verdad?- preguntó con hipo.
- Jazmín- dijo Mei con un suspiro antes de retroceder y mirar a sus ojos verdes llorosos-. A pesar de que eres la única estudiante que he tenido, también eres la mejor.
La chica frunció el ceño ante eso.
- Pero aún así, no voy a sanar completamente tus manos ni a darte medicamentos para aliviar el dolor. Necesitas aprender tu lección sobre ser impaciente.
Jazmín resopló y rodo los ojos.
- Bien.
No era como si estuviera indefensa con las dos manos rotas, pero aún así era frustrante. Le permitió concentrarse en estrategias si alguna vez se incapacitaba las manos y trabajaba en taijutsu con las piernas, pero en su mayoría era solo dolor.
Incluso las tareas pequeñas y simples tomaron cuatro veces más de lo habitual. Tuvo que luchar para pasar la página de sus libros, se vio obligada a beber la comida ahora. La mayoría de las veces ella simplemente mentía alrededor de la tristeza y almacenaba energía para liberar su marca como aprendiz de Mei. Se preguntó de qué color sería, si sería del mismo tono que el de su maestra o tal vez algo completamente diferente.
Jazmín estaba tan enfocada que ni siquiera se dio cuenta de que no había escrito su carta semanal hasta que su madre le dijo que había recibido algo por correo.
- ¿Para mi?- preguntó, una mano vendada rascando su cabeza confundida.
- Bueno, tenía nuestra dirección y tu nombre, así que eso es lo que naturalmente asumí, está en tu habitación.
Lo miró durante mucho tiempo, ya que inocentemente se sentó en su escritorio. Estaba un poco maltratada y parecía que en un momento se había mojado, pero ella la abrió con la emoción de un regalo brillante y perfectamente envuelto en la mañana de Navidad.
Porque finalmente había sucedido: su misterioso soldado había respondido.
Antes de sacar el papel cerró los ojos y soñó con lo que podría leer. Tal vez incluso había una pista sobre quien era. ¿Una anécdota divertida y tonta sobre cuándo tenían su edad? Al no poder soportar más la anticipación, la sacó.
¿Por qué dejaste de escribir?
Pasó la página una y otra vez, pero eso fue todo. La persona ni siquiera lo había firmado realmente y solo había dibujado la cara burda de un espantapájaros en la esquina inferior. Este trozo de papel casi completamente vacío con cinco palabras garabateadas y una caricatura no constituía una carta verdadera de ninguna manera o forma.
Bueno, en todo caso, al menos finalmente tenía un apodo para llamar a esta persona.
XXX
Punto de vista de Alejandro
Las cosas en el frente de batalla estuvieron bastante intensas, perdí mas camaradas y las peleas eran cada vez más sangrientas, mis compañeros estaban perdiendo las ganas de seguir y los entendía yo también, aunque yo estaba más cansado de la vida que ellos, incluso no podía recordar el motivo de estos enfrentamientos entre naciones, no sé qué es lo que me puede mantener aun enfocado y tratando de animar a mis colegas…
Ah claro que se… las cartas.
Aquella chica que me escribía hacia que mis días fueran un tanto normales en lo que se podría tener en un campamento militar, su manera de escribir cosas cotidianas y con tanto detalle me hacía sentir una realidad diferente, me apartaba de mi estado sombrío y melancólico, me sacaba sonrisas y mi ánimo mejoraba notablemente, incluso Travis al verme con esas hojas en mano me sonreía cómplice.
No sé que me poseyó pero las guardaba y las volvía a leer estando en mi tienda acostado en mi catre, podía sentir un calor de hogar a pesar de no saber quién era la causante pero me distraía de la sangre, las armas y las pérdidas diarias.
El peso de la responsabilidad de ser el comandante de estas tropas se hacía más liviano y me encontraba esperando ansioso la siguiente carta, estaba feliz de que a pesar de no responderle ella no se había rendido y si ella no lo hacía ¿por qué yo debería rendirme aquí? Esto me daba un impulso a seguir dando lo mejor en las batallas y tener la esperanza de que pudiéramos finalizar pronto esta guerra.
Todo iba bien hasta que no volví a recibir sus cartas, mis pocas esperanzas de haber encontrado a una persona que no se rindiera conmigo se esfumaron, me sentía decepcionado pero más que nada molesto… demasiado… Incluso se empezó a reflejar en la agresividad en las peleas y mi pésimo humor con mis colegas, volví a mi obscuridad y mi amargura empezó a manifestarse más que antes.
- Comandante ¿Qué le ocurre?
- Nada que le importe soldado, regrese al comedor que quiero estar solo.
- Vamos Alejandro, creo que hemos establecido más que una buena amistad para tratarnos de esa forma, ¿estás así porque no has recibido nada?
- No, tengo muchas cosas en mente para estar pendiente de esas estúpidas cartas.
- Yo creo que si- dijo Travis de forma cantarina-. No te he visto con nada en tus manos y cuando recibimos nuestras cartas a ti no te llegan.
- ¡Ya basta! Y a ti ¿qué mierda te importa?- grito Alejandro perdiendo la poca cordura que le quedaba.
- ¿Te estás escuchando o viendo? No me das miedo que actúes así, te conozco, pero acepta que te hacen falta. ¿A caso le has hecho algo a tu amigo de correspondencia?
- No, solo dejo de escribir, lo más seguro es que se canso de perder su tiempo.
- No lo creo, era muy constante… ¿No sabes que pudo pasar?
- No porque jamás respondí a ninguna carta.
- Eres un completo imbécil con razón dejo de hacerlo, eres un gran comandante pero eres un asco interactuando con los demás.
- Eso lo sé perfectamente.
- ¿Y te vas a quedar amargado sin hacer nada? me decepcionas, después de encontrar algo por lo que sonreías lo sueltas como si nada… ¿es así como esperas darnos animo en cada batalla? ¿Es así como nos ves a nosotros?
- ¡No!- gritó llevándose la mano a su cabello y halándolo en el proceso.
- Entonces… ¡Reacciona!- grito Travis y salió de su tienda de campaña tirando la silla de la mesa en el proceso.
¿Y si le pasó algo y yo la estoy juzgando mal? Travis tiene razón, no puedo dejar que se me escape de las manos la poca normalidad que tengo, llego la hora de tomar acción.
Y con una mirada determinada en su rostro, tomó una hoja y escribió solo una frase pero era bastante directa, necesitaba saber cuál era el motivo de su abandono y con ello volver a recuperar su poquita felicidad al generar un estimulo de respuesta por parte de ella.