Pov Olis.
Ya son las once de la noche y vamos rumbo al hotel “en la fase” Cuando se acerca la hora nos vamos en el auto de Carriot, cuando llegamos al edificio con fachada de fábrica con luces, él va directo al estacionamiento, se detiene en la entrada y un panel aparece entre los arbustos y mi amigo pasa una tarjeta de color dorado, atreves del citófono la voz artificial le da la bienvenida a carriot.
Él solo encoge sus hombros y ríe, cada uno toma la caja con antifaces desde el asiento de atrás del carro, él me dice que su cita ya lo espera y corre al interior.
. —nos, vemos aquí mañana a las 8:00 que la pases rico y disfruta.
— ¿Quieres huir? Me pregunto frente al auto
Cuando hablo conmigo, no me doy cuenta de que ya dejé plantado a la chica que me arrojo el sistema.
Qué más da, solo es una noche y ya no puede salir algo malo de esto. Cuando estoy por enviarle un mensaje retractándome de lo que le escribí, pero ella me envía un audio el que me hace reír por su discurso.
Veo a una chica muy guapa con un cabello rojo maravilloso, sus piernas largas y blancas me las imagino enrollándose en mi cintura. Cuando la veo que ella está por caer porque se le termina la vereda.
Me acerco rápidamente, la tomo de la cintura y de lo único que queda al descubierto son sus labios, los cuales quiero probar, pero ella se me adelanta y me besa, su sabor es dulce, con un toque de vino, mi cerebro y mis ganas se apoderan de mí.
Ella toma mi cabello y mi mano se posa en su trasero ambos gemimos, nos encaminamos hacia adentro del local y Cuando entramos al ascensor yo paso la tarjeta por el panel y esté se abre enseguida, y las puertas se cierran, mientras sube siento cómo mi corazón late a mil por hora y mis manos tiemblan un poco Por la excitación.
Atreves de su antifaz solo se ven sus labios y sus ojos, unos que me recuerdan a mi asistente, los que cada noche me atormentan.
Se abre de nuevo en el piso 40, cuando bajamos le tomo la mano y puedo notar que igual está nerviosa, una iluminación baja nos recibe, hay muchas puertas a mi alrededor, las puertas solo tienen letras en ellas.
Ingresamos a La habitación y es bastante grande, solo una luz roja alumbra por todo el lugar, frente de nosotros se asoma una gran cama King y un balcón con una vista espectacular.
También hay un sillón del amor o Kama Sutra y un sofá de tres cuerpos, también hay un mueble en donde nos recibe una cubeta con Champaña fría la cual aún está cerrada, dejo mi tarjeta en la mesa que está al lado de la puerta, solo funciona para entrar una vez, así que ya cumplió su propósito.
Voy hasta la cubeta tomando la botella de champaña para abrirla, nos sirvo una copa, con quién sea que pasaré la noche.
Carriot me había dicho que las habitaciones se reservan fijando una hora para reunirse, por toda la noche o solo por algunas horas.
Pero para esto se necesita dar un nombre por cualquier cosa que pueda suceder debe quedar un registro de quienes usaron las habitaciones, pero si no brindas tu identificación legal no puedes hacer uso de los servicios, solo es por respaldo, también muestras la certificación de que no tienes nada contagioso y listo.
Le tiendo su copa y veo que la bebe de solo un trago, le quito la copa y dejo la mía que de igual manera está vacía, pero la acerco y de mi boca le doy del licor.
Me aparto y nuevamente, Me acerco lentamente a su lado, tomo su cintura y vuelvo atacar sus labios, los cuales se han convertido en mi cosa favorita en esta última hora. Mi mano abandona la pequeña cintura y baja por su cadera y recorre parte de su muslo, subiendo suavemente, apretando su trasero, uno muy duro.
Mis labios viajan por la mandíbula y el cuello de la mujer que está a mi lado, el vestido n***o deja a mi merced el principio de sus pechos. Entierro mi cara en ese lugar el cual lamo esa curvatura y ella hace un tipo de ronroneo que me excita en demasía.
Siento sus manos recorrer mi pecho hasta llegar a mi m*****o y apretarlo, algo que resulto ser muy sugerente de lo que quiere.
La tomo en mis brazos y ella enrolla sus piernas en mi cintura, su centro encaja justo con el mío. Ambos gemimos por esa acción, ella se mueve como un huracán encima de mi prominente erección, mi mano baja hasta el paraíso que prontamente disfrutaré.
Camino hasta la pared con ella aún en mis brazos y la bajo dándole la vuelta, para que sienta mi erección en su trasero redondo que Ansió por devorar. Tomo su cuello mientras doy pequeñas embestidas para que vea como me tiene, pero la maldita diabla se mueve y gime.
No puedo más y desenfundo mi erección y sin pensarlo corro su braga y me adentro en su interior el cual es cálido y apretado, mis estocadas son duras y firmes, ella grita que siga que le dé más duro.
Mis manos viajan a mi traje, el cual viaja por cualquier parte de la habitación junto con mi camisa oscura, mis pantalones y bóxer abandonan mis piernas, completamente desnudo, me dispongo a desnudar a mi amante. Quien mientras hago mi labor se folla sola, con mi m*****o siendo devorado por su linda v****a, lo cual me tiene enfermo de placer.
Cuando su vestido desaparece puedo ver su espalda con pecas en sus hombros, lo cual me excita demasiado, por lo que la tomo y empujo mi m*****o lo más que puedo.
Pasan los minutos; mi cuerpo y el de ella están bañados de sudor por nuestros movimientos, no sé cuánto tiempo ha transcurrido, solo sé que han sido un par de horas en las cuales he disfrutado como un desquiciado del cuerpo de esta joven.
El cual quedara marcado por mis besos y mordidas.
Salgo de su interior, ella se arrodilla ante mí y toma mi erección dura como una piedra, lo besa y lame como si de una paleta se tratase a lo que yo le digo. — Tómalo con calma, niña, esos 20 centímetros no son tan fáciles de tragar.
Mmmm… Sí… Mmmm, así trágalo todo bonita, eso, así trágatelo todo, Oh si bonita maldición, así — gruño como un animal herido por las sensaciones que esa boquita me hacen sentir.
Ella es una fiera en la cama y me encantaría saber su nombre, volverla a ver y tenerla unas cuantas veces más entre mis piernas, follándola duro como sé que le gusta.
Ya estamos exhaustos, no hemos parado desde que entramos, cuando creo que ya ha tenido de más, ella me sorprende, porque nuevamente ella me monta.
Su interior se devora mi erección, aún dura solo por su culpa, se mueve y está en un trance o algo parecido, hasta que sus ojos se cierran y dice un nombre que hace que me detenga de inmediato, aunque ella sigue y logra su liberación, cuando vuelve en sí le pregunto sin vacilación.
Pero cuando quiero preguntar ella cae a mi lado y se duerme, lo cual me hace sonreír porque quedo agotada, entonces esto me ratifica que aún sirvo para complacer a una joven en mi cama. Y con estos pensamientos caigo en un sueño reparador, el cual termina por el sonido de un celular, el cual me vuelve loco.
Me levanto lento para no despertar a mi acompañante, pero cuando la miro no puedo dejar pasar la oportunidad de estar nuevamente adentro de ella así que en silencio me adentro en su interior, lo cual es maravilloso porque ella me brinda el paso, pero todo termina abruptamente cuando veo el rostro de quien me follo como condenado a muerte.
Ella mira sobre su hombro, porque mi abrupta detención y cuando me reconoce sus ojos se abren como queriendo salirse de sus cuencas, Y en ese justo momento me doy cuenta de que me folle a mi asistente.
Salgo de su interior y no han pasado más de un segundo y quiero volver a tenerla devorando mi m*****o.
Pero no puedo hacerle esto, yo soy casado y no sé hasta cuando esto cambie.