Emma Acababa de gemir, yo había gemido y puesto su mano en mi seno, coloque la mano de Chase en uno de mis senos y lo apretó, él literalmente lo apretó como uno aprieta una pelota de estrés. Pero eso no es nada, pasó sus labios por mi cuello, literalmente rozó mi piel y apoyó su erección contra mi trasero, literalmente lo sentí entre medio de mis glúteos, yo nunca había tenido algo en esa zona, jamás. — Emma, lo siento —pasó la mano por su rostro. — Yo llevé tu mano a mi —señalé mi pecho y lo miro. — Si, bueno —miro el techo —, lamento apretarlo. — Tu boca estuvo por mi cuello —susurré. — Lo sé, yo no estaba muy despierto —pasó la mano por su cabello. — Y tuve eso —bajó la mirada a su entrepierna. Mi boca se abrió, no podía creer que eso se viera así, o sea, estaba cub