Capítulo 1 Legados

1570 Words
Emma Somos momentos, pequeños lapsos de tiempo, aquellas situaciones que nos dejan en el camino a nuestro futuro. Somos lo que pasa mientras pensamos, la risa que provocamos y el silencio desgarrador. Somos aquello que vemos y lo que no. Somos eternos, aun cuando ya no estamos. La representación de quienes no están, los pasos de los que siguen. Siempre pensé que llevar el nombre de alguien tan importante me pondría en una categoría, estándares que debía seguir para poder encajar dentro de los parámetros, para no decepcionar a las personas, pero mi papá se acercó un día a mí y cambió lo que creí por completo. — ¿Qué es lo que pasa? Mire a mi padre, ya no se veía como antes, ahora algunas pequeñas canas aparecen por el costado de su cabeza, seguía con el cuerpo marcado y esa sonrisa pícara, pero se le hacían arrugas alrededor de los ojos. — ¿Qué pasa si no puedo ser como ella? —lo miré y luego volví a mis manos. — ¿De qué hablas? —se sentó a mi lado y mire el pasto. — Veamos, yo sé por qué el pasto cambia de color, quizás para ti se deba a las diferente plantas, pero todas tienen clorofila y carotenoides en su interior, lo que cambia, lo que realmente varía es su pigmento —señale las hojas amarillas —tienen xantofilas —me fui a las purpuras —antocianinas —marque las rodas —ficobilinas. —papá hizo una mueca —cada uno tiene una función diferente, tan distintas que la hacen únicas —suspire —Yo tengo su nombre, es algo único, ella lo era, lo sé porque vi los videos que grabó para mí y Bri, pero si yo no puedo ser como ella, si no puedo ser lo que ella representa. —lo mire. — Emma —sonrió. — No quiero que seas como ella, nadie quiere que seas como ella, solo tienes que ser tú —acomodó mi cabello —Tú eres única, inigualable y amorosa, a tu forma, esa que te hace tan especial —fruncí mis labios. — ¿Esa es la definición para friqui? —me puso los ojos en blanco. —Estás viejo para hacer eso, ¿Tengo que preocuparme por la crisis de los cuarenta? —me apuntó con el dedo. — Todavía puedo quitarte la mesada —me reí. — Trabajo papá —subí mis hombros. —. Pero tú, estás entrando en la crisis —abrí la boca —¿Vas a empezar a usar ropas grandes? —jadeé —Esas que dejan tu ropa interior al aire y dirás cosas como "¿Qué hay bro?" —sacudí la cabeza. — Te juntas mucho con Marcelo —negó —, se acabó la charla, a la universidad —bese su mejilla. — Iré a la pista hoy —suspiro. —Van los chicos. — Okay, le diré a tu madre. Después de eso me centré en lo que yo quería ser, en como quería marcar mi vida. No era igual a los demás, no tenía cómo serlo, a diferencia de los demás miembros de la familia, la parte carismática y cariñosa no era lo mismo. Manejaba el sarcasmo, como todos, pero me mantenía en silencio, no conectaba, no podía hacerlo, no con todos. Lo intentaba, trataba de hacerlo siempre que podía, con mi tío Oliver y Aarón era diferente, ellos me entendían, era igual que yo. Igual que Britney. Mi mamá no contaba, era mi madre, me amaba. Mi familia también, pero en la escuela todo era diferente, las chicas no habían sido lo que uno puede considerar "amistosas", tenía problemas con la parte de socializar, me esforzaba en hacerlo, siempre ponía todo de mí para que las cosas funcionasen. Saludaba, me aseguraba de no decirles idiotas cuando hacían algo absurdo y baje la cantidad de "burros" que salían de mi boca. Me volví en algunos aspectos como ellos, porque me negué a cambiarme de colegio, quería mejorar mis cualidades sociales. Salí de la escuela con pocos amigos, pero eso mejoró cuando entré a mi otra tanda de estudios, unos que pensaba hacer mucho más rápidos porque me negaba a pasar tanto tiempo en el lugar. No lo haría por estar con mis primos, no llegaba para tanto, eso y que descubrieron mi libreta de anotaciones. — Grace Michigan —Pilar comenzó —No tengo pruebas certeras de que se tinte o no el cabello —comenzó a leer —. Pero de ser así, creo que los productos decolorantes que usa para llegar a ser rubia, han producido gases tóxicos que han acabado con sus neuronas —carcajea —Tendré que investigar más al respecto —intentó quitársela —Dylan Price —siguió —Estoy segura de que la evolución sufrió una falla en lo que se refiere a él —comenzó a reír —El sujeto se quedó en Ardipithecus —me miro —¿Esa no es la primera etapa? —chasquee la lengua. — Bien, no eres tan tonta —trate de sacárselo de nuevo, pero no me dejo. — Claro que no lo soy, crecí con genios —la miré —se aprenden cosas, muchas —hubo un ruido en la casa y se la saque. — Vamos, la mitad del salón me odia —guarde la libreta —Solo estaba intentando comprender sus reacciones —se acostó. — ¿No vamos a hablar de la reacción de Chase ayer? Oh, eso. La verdad es que no tenía mucho para decir, él había actuado irracionalmente, no pasaba nada. — Creo que se precipitó en sus acciones —me miró. — Golpeó a un sujeto, justo él que te coqueteaba en la clase —junté mis cejas. — Somos amigos Pili, estás fantaseando —moví la mano. — ¿Hasta cuándo van a seguir con eso de que somos amigos? —junté mis cejas. — Somos amigos —suspire —No pasa nada entre nosotros. — ¿Por qué pareces decepcionada por ello? —la mire. — Porque supongo que lo estoy —me tire en el pasto —Quiero sentir algo, ya sabes, eso que dicen todos en la familia, tengo la sensación de que me quedaré sola eternamente —negó. — Eso no pasará, Aarón formó familia, tía Hannah formó familia, Oliver formó familia —me miró —Tú lo harás —hice una mueca. — Bri es más sociable —chasquea la lengua. — Tú tienes pretendientes, pero no les prestas atención —la mire. — No me interesan —rodó los ojos. — O no quieres molestar a Chase —se sentó —. Solo se sincera. Miró al cielo y luego a mí. — Ven, vamos a prepararnos. Caminamos dentro de casa encontrándonos con mi hermana, sus ojos estaban fijos en su celular, levantó la vista cuando escuchó los pasos y luego hizo otra mueca. Esperé que hablara, pero se quedó callada. — ¿Qué ocurre? —consultó y ella suspiro. — ¿Cómo corto una relación sin ser mala? — Solo dile, sabes qué, mi padre te odia —junto sus cejas con mis palabras. — No es malo, no estarías mintiendo —jadeo. — Vamos chicas lo digo en serio —yo también —, me voy a Boston, no quiero una relación a distancia, eso sale mal —arquee una ceja. — Sam y Mateo —Pili dijo lo que pensaba yo. — Que tus padrinos tengan un maldito cuento de hadas no es nuestro problema, no somos ellos —hice una mueca. — Se que no, pero podemos amar —mi hermana me miro —, solo tiene que llegar la persona correcta —la puerta se abrió mostrando a Chase y los demás. — Amo al destino —Pilar habla y la mire mal. — Es genial cuando se pone en ese plan —mi hermana bromeó. — ¿Todavía no están listas? —Marcelo se quejó y las tres nos miramos —. Joder, tenemos que ir por Sophie y los demás —mi hermana se levantó. — Tranquilo galán, la chica resistirá unas dos horas más sin tu lengua en su boca —caminó a las escaleras. Los demás solo nos reímos, era gracioso para todos, sobre todo porque Mateo y Sam lo sospechaban, pero ellos negaban todo, además de que Sophie estaba en plan exploremos nuevos rumbos. Subí detrás de mi hermana con Pilar siguiéndome, abrimos la puerta de la habitación de mi hermana y comenzamos a sacar vestidos. — ¿Por qué no tienes vestidos si mamá te da? —Pilar me miró sorprendida. — Porque los que me da terminan acá —señala el armario de mi hermana —. Prefiero la ropa cómoda. Me coloque un vestido rojo corto con mis tacones, mi hermana iba en un gris que dejaba su espalda descubierta y Pilar en un rosa Barbie. nos maquillamos un poco. Mis rizos estaban sueltos y salvajes, mi hermana llevaba el cabello lacio y suelto. Tome mi chaqueta, las llaves de mi auto y baje las escaleras mirando mi teléfono, la sala se quedó en silencio hasta que su voz sonó. —No vas a salir así —levanté la vista y observé a Chase. —¿Qué? —sus ojos recorrieron mi cuerpo. —No vas a ir así a ningún lado.
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