Chase Podían suceder dos cosas cuando empezabas la terapia, todo quedaba tal cual estaba o abrías esa pequeña puerta que dejaba escapar cada uno de tus demonios. Esto último era lo que me había pasado a mí, había abierto la puerta para dejar salir todos mis demonios y cada uno de ellos parecía regocijarse con la idea de aparecer a torturarme la existencia. Quisiera decir que aquello me hacía sentir mejor, que por fin estaba encontrando mi centro y llegando a ese punto que tanto quería, que ahora podía dormir de noche y las pesadillas ya no me atacaban. Deseaba tanto poder decir aquello, que cuando nada de eso pasó, supe que quizás lo mío no iba a tener esa solución que tanto ansiaba, mi vida no iba a ser tan fácil como esperaba. No tenía esa suerte y por Dios qué ansiaba poder tenerla