Sebastián.
—¿Son los que te gustan?.
—Si Hardy, gracias,
—No es nada hija, fuimos con Julia a comprar y dijimos de traer varios asi cuando vienes tienes los que gustes.
—Aaaayyyy, a ella le compran los gustos.
—Envidiosa. —alza un hombro y las otras se rien, come con tremendas ganas el yogur—. En casa no nos duran nada los yogures.
—Ufff, cuando estos eran chicos era una locura, comprábamos como cincuenta yogures a la semana, —Ara lo mira sonriendo porque se sentó al lado de ella en la isla y le acaricia el vientre donde esta echada hacia atrás—. Y hubo un tiempo que Julia me llamaba que cuando salga del trabajo pase por mas y por fruta, hasta que un día le digo no, no es normal que coman tanto, y resulta...
—Cállate.
—¿Queee?. —riendo se cubre de los golpes que le tira Exe—. No es nada malo.
—¿Se los comía todos?.
—Siiii. —se rie tentado mi papá—. El tipo quería comer puro yogur, no nos comía nada de comida, ni un pan quería. —se rie mas fuerte cuando Exe lo empuja alejándose—. Julia le dijo que se terminaba el yogur y comenzó a gritar hasta que gritó de verdad porque le dieron unos buenos golpes.
—Ja ja que divertido. —todos nos reímos con mas ganas.
—El tipo decía, no voy a comer porque no tengo hambre, pero se clavaba cinco yogures, y Julia le dijo, ¿no tienes hambre? bueno, no comes nada entonces si no tienes hambre, hasta fiebre le dió donde no comía yogur.
—Re enviciado estaba.
—Mami, mira que regaló la abu.
—Hola Ara.
—¿Cómo está?.
—Bien gracias. —le da un beso y va con Exe a saludar.
—Hola, soy Oddi, ¿Cómo llamas?.
—Soy Leila.
—¿Eres la movia de mi tio?. —los tres la miran y ella me sonrie,
—Si, soy la novia de tu tio.
—Aaahhh. —Harley me mira toda picara que me da risa y yo muevo las cejas que le hacen dar risa.
—Muy moza eles Leila.
—Gracias.
—Si, peciosa.
—Ma, Hardy me anda molestando, aaajjj, —le da un buen pellizco porque le dijo Hardy—. Aaaayyyy, duele.
—¿Porqué te molestaba tu papá?.
—Porque comía mucho yogur.
—Ufff, si que comías yogur, acido andando eras.
—¿Cómo me dejaron llegar a eso?.
—No te dejamos, lo hacías a escondidas hasta que nos dimos cuenta, usabas cualquier momento, no sé, iba a ver a alguno de tus hermanos te comías uno, iba al baño te comías uno, estaban en la siesta te levantabas super despacio sin hacer ruido y comías, te llevabas a la escuela escondido.
—Naaaa Exe, —le tira la cuchara a Flor que se rie tentada—. Te ibas a la mierda.
—Entonces me di cuenta que se iban muy rápido, yo dije, las chicas de la limpieza no son, comían yogur y eso, pero no como para tanto, —se carga en la isla al lado de Exe sacándole unas uvas y mi papá va a la mesa mesa donde las nenas sacan las cartas asi juegan—. Entonces comencé a prestar mas atención, Julian no era porque a los ocho ya mucho no le gustaban, comía uno al día o habían días que no comía, Cele me decía, mami saco yogur, y Cami no llegaba, entonces me quedaba los dos, los empecé a seguir mas hasta que lo vi, te dejé un par de veces que saques no mas asi estaba segura que eras tu y no culpar a Seba porque si.
—Me acuerdo cuando me dijiste, ¿no tienes hambre? no comes nada entonces si no tienes hambre, me acuerdo que lloraba pidiéndote por favor que me des yogur y eras dura.
—No era dura.
—Mami, no se te movía un musculo.
—Pero por dentro lloraba contigo, —deja de reir mirándola fijo—. Ahora que eres padre, ¿es fácil ver llorar a tus hijos?.
—No.
—¿Y bueno? pero tenias que comer comida, no sabia qué hacer, encima teníamos un pediatra que cuando le dije me dice, dale una buena paliza abajo de la ducha, y yo, ¿qué?, si, te di unos chirlos porque hacías escandalo, te tirabas al piso gritando y cuando me rompiste el jarrón te agarré.
—Aaahhh me acuerdo. —mi papá riendo habla—. Dijo, ¿no me das yogur? te rompo esto y zas, lo empujó.
—¿Te acuerdas la cara Hardy?.
—La tuya si porque te envenenaste.
—Eso no cuentes.
—¿Asi que eras un artista?.
—El mejor mami, —Ara le hace caras y él le tira besos—. Mira la pinturita que te hice, y allá están los cuadritos.
—Eres un tonto.
—Que te gusta.
—Y si. —nos miramos con Leila riendo.
—Bueno gente, ya casi están, hay que poner la mesa.
—Yo ayudo abu.
—Si mi amor, gracias.
—Les ayudo. —corto las pizzas y las llevamos a la mesa del comedor que es mas grande, a mi mamá no le gusta mucho que la usemos pero cuando viene gente no queda de otra.
—¿Quién pide la bendición?.
—Yo abu, a mi me toca. —Harley levanta la manito.
—Bueno, pídela amor.
—Gracias te damos padre por toda tu bondad. —la miro a Leila sonriendo—. Por ropa, pan y casa, y tu bendición, amén.
—Amen.
—Jova es mi pastor, nada faltaa, amen.
—¿Jova?.
—No sale bien tia, pero a Dios a busta que intente.
—Asi es hija, hay que practicar mas.
—Si papi.
—Leila, disculpa la pregunta. —la miramos a Ara que habla—. ¿No sabes si hay cupo para un mes en el pelotero? porque estaba convencida que había reservado para el cumple de Ezem.
—Mañana voy a trabajar y te aviso, ¿me das tu número?, asi te mando mensajito que días hay y el horario.
—Si, buenísimo, discúlpame.
—No te hagas drama, reviso el cuaderno y ya, no es mucho.
—¿Se olvidaron del cumple de Ezem?.
—No pa, sino que estábamos super convencidos de que habíamos reservado los dos cumples a la vez, cuando vimos el papel era solo el de las nenas que reservamos,
—Y menos mal que nos fijamos, ¿mira si íbamos al salón sin tener la reserva?.
—Ara me dice, vamos a ver bien la hora del cumple asi ya vamos anotando en las invitaciones, cuando vimos que solo a las nenas habíamos pagado nos queríamos morir.
—Mañana a penas llegue me fijo, ¿para qué fecha mas o menos quieren?.
.....................
Manejo a la casa de Leila a dejarla porque se tiene que preparar para ir a trabajar, y es raro pero siento que ya la extraño, siento que no quiero estar un segundo lejos de ella, hablamos mucho, anoche también me di cuenta que no le di ningún regalo como novios, y como Flor viene con nosotros porque la tengo que llevar donde mis abuelos le voy a pedir que me ayude a comprarle algo.
—Nos vemos Flor.
—¿Cuándo vas de nuevo asi voy y hacemos mas cosas?.
—Emmm, puede ser mañana si se puede.
—Obvio que se puede, —las dos se rien cuando hablo—. ¿Pero no trabajas?.
—Pero a la noche me puedes venir a buscar, los viernes entro a las cuatro.
—Dale, la voy a buscar a Flor y ahí te pasamos a buscar.
—Buenísimo, mándame mensaje cuando llegues a tu casa. —Flor baja para pasarse adelante y ahi nos damos un beso.
—Escríbeme, te voy a buscar al trabajo y te traigo.
—Me queda a dos cuadras.
—Cosas terribles pueden pasar en dos cuadras Leila.
—Bueno, te mando mensajito.
—Dale. —sube Flor y cuando entra a la casa me voy.
—¿Tienes algo qué hacer?.
—No.
—¿Me acompañas a comprarle algún regalito a Leila?.
—Si obvio, me compras algo de paso.
—Si.
—¿Estás bien?. —me toca la frente pero le corro la mano—. Fiebre no tienes.
—¿Qué?.
—Que cada vez que te digo que me compres algo dices que ni loco.
—Bueno, tómalo como un p**o por el favor.
—Obvio, nada es gratis en la vida.
—Que inspiradora saliste, ¿a dónde vamos?.
—Vamos al shopping grande, hay una tienda de chicas que tienen tremendas cosas.
—Seguro viste algo que querías y nadie te lo compró.
—Si, un rimel.
—¿Y porqué no te lo compras tú?.
—No quiero gastar mi plata.
—Que viva. —de camino a donde me dijo la veo con el celu.
—Hola tiooo, si, estoy con Seba, vamos a ir de compras, al fin me lleva la rata inmunda. —le doy un golpe con fuerza en la pierna, abre la boca enorme—. Aaaggg tioooo, Seba me pegó, no, no le dije nada, bueno, mándame asi compro mas cosas que necesito, gracias, te amo. —corta revisando el celu, mueve los hombros mirándome—. Me dieron plata, mmmjj.
—Que descarada, tienes y pides.
—Yo no pido, si me dicen que me dan bueno, que me den.
—¿Quién era?.
—El tio Yas, me llamaba a ver si me iba a buscar.
—¿Ese cree que no tienes padre ni hermanos?.
—No importa, me lleva a donde sea y de paso, me da plata. —llegamos al shopping donde si, me enveneno cuando la miran, porque no es como, wou, que chica linda, no, es totalmente asqueroso—. Ahi, ese local es.
—Aaahhh, el otro día salimos con mi mamá y las nenas y vinimos aca.
*****
Leila.
Menos mal que cuando hay cumples vamos de un lado para otro y se me pasa rápido el tiempo, porque hoy mas que nunca quiero salir para ver a mi novio, bueno, es un noviazgo raro, nos pusimos de novios enseguida, con dos besos y ya, novios, pero por la manera que conocí a sus papás y alguno de sus hermanos me dicen que es un buen chico, sino no me llevaría a su casa ni menos querer decirles que tiene novia, yo lo tomo como una muestra de que confíe en él, no como que es tan inocente y sin saber nada como es estar en pareja que me llevó, que vamos al caso y es así, la inocencia.
—Voy lavando los platos.
—Dale, le voy a decir que ya se deben ir. —lavo las cosas que son del local asi queda limpio, me giro cuando oigo a Fabi alzar la voz—. Si, a las once y son menos cinco, ya deben ir juntando sus cosas y lo dijimos cuando viniste a reservar. —me seco las manos acercándome a la barra donde pasamos la comida.
—Si, pero tengo cinco minutos mas, los cuales pagué.
—Si, y no te estoy diciendo que no, te estoy diciendo que ya deben ir juntando sus cosas, no que a las once tienen que juntar, a las once te tienes que ir.
—Nunca mas vengo a este lugar de mierda.
—Te mandamos el reglamento y aceptaste, ahi lo dice, once de la noche ya te retiras no juntar tus cosas como si estuvieras en tu casa para irte a la hora que quieras. —Fabi viene al lado mío enrabiada, porque cuando hacen eso nosotras nos vamos mas tarde—. Ya misma la pongo en la lista negra.
—Si, te iba a decir que la pongas porque fueron insoportables. —comienzan a irse menos mal—. Voy a lavar los baños.
—Dale, voy a cerrar con llave y ordeno un poco ahi. —limpiamos rapidísimo, mañana volvemos a dar una repasada al piso antes de que lleguen los del cumple—. Mañana a las seis, hay dos cumples no mas.
—Buenísimo entonces.
—No sé si tanto, cuando entramos mas tarde menos ganas de venir me dan.
—A mi igual pero no estamos todo el día aca.
Seba—. Estoy afuera.
Leila—. Ya voy.
—Bueno, vamos. —pone la alarma y cierra, ella esta a cargo y me juego que esta a cargo porque se acuesta con mi tio, pero no digo nada, mientras tenga trabajo no me quejo—. Te llevo.
—Me vinieron a buscar.
—¿Quién?. —señalo el auto de Seba—. ¿Estas de novia?.
—Si.
—¿Con quién?.
—Con el chico de la pelea.
—¿De la fiesta que fuimos?.
—Si.
—¿El rubio tatuado?.
—El mismo.
—Ah, nos vemos. —voy al auto sabiendo que no le gustó que diga que es mi novio.
—Holis.
—Buenas. —se inclina dándome un beso—. ¿Siempre tardan cuando salen?.
—Si, tenemos que dejar limpio y los del cumple no se querían ir, mi compañera discutió con la chica.
—Uuhh que mal. —me acomodo el cinturón dejando la mochila en mis pies—. ¿Son densos?.
—Uff, algunos son insoportables, y justo estos eran de esos que dices, no quiero volver a verlos, no sabes como dejaron el baño.
—¡Ay no!.
—Si, encima me tocó a mi limpiarlo, un asco.
—¿Nosotros somos muy sucios?.
—No, y no es por quedar bien, pero no, tu cuñada estaba limpiando el baño el otro día y mi compañera le dijo que no debía hacerlo pero dijo que no le gustaba dejar sucio, de esos casos uno en un millón tenemos. —llega a la autopista y como esta en rojo el semáforo me mira.
—¿Vamos a comer unas hamburguesas?.
—Bueno, tengo hambre, ¿pero en tu casa no estarán esperando para comer?.
—Ya duermen en mi casa, bueno, no dormir pero acostados, mis papás no van a dormir hasta que llegue.
—¿Y si compramos y comemos allá? asi no los preocupamos.
—Dale, mejor, porque mañana mi papá trabaja y no es justo dejarlo esperar hasta tarde. —asi como compra de rápido vamos a su casa, todo es silencio y las luces apagadas excepto unas lamparas abajo de la escalera.
—¿Seba?.
—Si papá, —Hardy baja en pantalones cortos y remera—. Leila salió tarde y no quería que vaya sola.
—Mejor, ahora eres quien debe cuidarla, ¿Cómo estas?.
—Bien, disculpe por volver de nuevo.
—Pierde cuidado, esta casa necesita gente. —mira las manos de Seba asintiendo—. Bueno, dejen limpia la cocina y mañana coman mejor, eso hace re mal.
—Si pa, ve a dormir, comemos y vamos a dormir.
—Bueno, hasta mañana.
—Descanse. —vamos a la cocina asi comemos porque tengo mucha hambre—. Que rico huele eso, me suena la panza.
—¿No los dejan comen en el pelotero?.
—Si, pero uno come las dos primeras semanas, después ya el olor te dice no, no comas nada, las tortas no las puedo ni ver.
—Que feo.
—Algunas se ven re buenas pero no, quiero probar y mis tripas me dicen, no amiga, no te quiero ver cerca de eso.
—Es que es siempre lo mismo, yo por ejemplo me encantan los cumpleaños y cuando me mandan la tarjeta quiero que llegue el día para comer cosas ricas, pero no es lo mismo. —pone dos vasos con un jugo—. Tu estas ahi casi todos los días, muchas horas y es siempre lo mismo.
—Una vez, a ver... —pienso cuando fue el cumpleaños medio raro—. Hace dos meses habrá sido, hubo un cumple que nunca vi nada igual en dos años, era vegano.
—¿Vegano?.
—Si, era una familia vegana y toda la comida era vegana, comí un montón ahi porque estaba todo bueno y no había nada dulce, solo la torta, —agarro una hamburguesa dándole un buen mordisco—. Después nada mas, no como nada, y a parte, no tengo idea como cocinan, eso también me frena, por ahi son pura pinta y re sucios.
—Bueno, mi mamá esto lo detesta, porque dice que es lo mas asqueroso que hay, puede ser que si. —saca unas papas untándolas en mayonesa—. Pero nadie quita lo buenas que están.
—Muy ricas. —nos giramos cuando oímos ruido, es Cami que nos mira raro.
—¿A está hora comiendo?.
—Es que Leila salió tarde del trabajo. —me da un beso y va a la heladera—. ¿Y tú a esta hora comiendo helado?.
—Si, vino Flor de nuevo y estamos viendo unas pelis en la cama.
—Que duerman bien.
—Nos vemos mañana entonces. —se va con unos helados y lo miro sonriendo.
—Nos llevamos un helado también.
—Creo que como esto y no puedo mas.
—Comes muy poco Leila, me sorprende.
—Y eso que yo como mucho al lado de mi hermana Estela.
—Aaajjj, ¿aún menos?.
—Sip, muerde dos veces esta hamburguesa y ya parece que va a explotar.
—¿Y es normal eso?.
—¿Cómo normal?. —limpiándome la boca alejo la hamburguesa con un pedazo que quedó y casi todas las papitas.
—¿Se encuentran bien de salud comiendo poco?.
—Si, yo me hice estudios el año pasado y esta todo bien.
—Wou, que locura, viste lo que comen mis hermanas y cuñada, por eso me sorprende esto. —señala lo que dejé en el plato.
—Va a ser hasta que te acostumbres.
—O comas un poco mas. —lavamos los platos y guarda en taper lo que quedó, ahi veo la crianza, en mi casa los hombres no levantan ni la cuchara, menos van a guardar la comida y menos que menos lavar los platos—. ¿Mañana entras a las dos?.
—A las seis, no hay cumpleaños hasta las seis.
—Ah bien, entonces alcanzas a comer con nosotros. —en su habitación cierra despacio la puerta y va al baño—. Aca te dejé un cepillo de dientes, unas toallas y jabón.
—Gracias, eres muy amable.
.
.
Holis, mañana no hay cap, para que entiendan, tengo una fiesta en un lugar donde no hay señal, y no puedo estar con el celular, asi que nos vemos el domingo.
Besitos!!!
.
.