Déjame luchar por tí.

Capitulo 16. Un encuentro no deseado.

- Ya habían pasado un par de meses, durante ese tiempo Maximiliano se dedicó a hacer feliz a Eden, aunque aún no daban el paso para tener intimidad él se mostraba paciente y respetuoso.

Maximiliano solía pasar por ella en aquel internado dónde ella daba clases, Eden era un mujer hermosa y él agradecía porque en su trabajo no conviviera con más hombres. De su padre no sabía nada, después de darle la noticia de su matrimonio con Eden, su padre no lo había buscado y tampoco Elena, aunque le parecía extraño no quiso hacerse muchas ideas y prefirió disfrutar de su tiempo con su esposa.

Lo que Maximiliano no sabía era que su padre no se quedaría de brazos cruzados y mucho menos Elena quien estaba desesperada por buscarlo, pero no lo hacía porque había acordado un plan con Alvaro.

Mientras tanto en la mansión se encontraba la pequeña Camila quien miraba como su padre comenzaba a tener un extraño comportamiento, ella no sabía que hacer en un inicio pero después de unas semanas decidió que tenía que pedirle ayuda a su hermano mayor.

-Alvaro le hablaba a aquella fotografía como si fuese una persona más en su despacho.

_ Sabes que lo que pasó aquel día debe de quedar entre nosotros mi hermosa Graciela. - Decía Alvaro con tono amenazador mientras miraba aquel retrato.

_ Ya te dije que eso no fue lo que pasó!. - Seguía hablando Alvaro con molestia.

_ Tú sabes que la única verdad es que yo vine a buscarte y tú ya no estabas en este mundo, tú fuiste quien me dejó a mí. Esa es y seguirá siendo la única versión de esta historia. - Alvaro continuo diciendo aquello una y otra vez como si deseara con todas sus fuerzas creer esa historia.

- Alvaro estaba perdiendo la cordura pero aún así tenía fija en su mente a una persona.

_ Pero no te preocupes por nada mi hermosa Graciela, te voy a volver a recuperar y esta vez si estaremos juntos para siempre. Te volveré a demostrar todo mi amor y nadie nos separara.

Mientras tanto en la empresa de Maximiliano.

_ Señor, Camila se encuentra esperándolo en su oficina. - Le informaba Marian, su asistente, mientras él se encaminaba a su oficina.

_ Qué hace ella aquí?.- Era raro que Camí fuera a verlo, ellos no eran nada unidos.

_ No quiso decirme, solo quiere verlo a usted.

_ Ok, que nadie nos moleste.

_ Por supuesto señor!.

- Maximiliano abrio la puerta y ahí la vió, Camí era solo una niña de diez años que en realidad él no conocía del todo, nunca quiso llevar una relación cercana con ella.

_ Qué haces aquí Camí y sobretodo, que haces sola? aún eres una niña y no deberías venir sola aquí.

_ Lo siento Max, le pedí al chófer de papá que me trajera porque necesito hablar contigo urgentemente.- El rostro de Camila mostraba mucha preocupación.

_ Dime, qué sucede?.

_ Es sobre papá, lleva semanas comportándose de manera extraña. Se encierra en su despacho y comienza a hablar solo, a veces grita como si estuviera alguien ahí y cada día es peor.

_ Eso sí es raro Camí. - Veo cómo Camí tiene miedo solo de contar lo que está pasando con papá.

_ Max crees que pueda irme contigo a vivir, solo por un tiempo en lo que papá se encuentre mejor?

_ Qué? Camí ahora tengo esposa, tengo que consultarlo con ella antes y también le tengo que avisar a nuestro padre.

_ Por favor Max, papá ha comenzado a darme miedo.

- Maximiliano iba a decir otra cosa pero la puerta de su oficina se abrió. Para su sorpresa y placer se trataba de Eden, él no dudo en apresurarse a abrazarla y llenarla de besos.

_ Qué haces aquí? Pasaría por ti en un rato.

_ Lo sé pero he salido antes y preferí venir a verte. Llegó en un mal momento?. - Dijo Eden mientras miraba a la pequeña niña que estaba en la oficina de su esposo.

_ Tú jamás llegarás en un mal momento, ven te presento a Camila, mi media hermana.

Camila ella es Eden, mi esposa.

_ Mucho gusto Camila.

_ Mucho gusto cuñada!. - Camí se veía emocionada con Eden, a ella le pareció que su cuñada era como un ángel.

_ Jajaja... Bueno, qué haces aquí Camila, veniste sola?.- Eden voltio a su alrededor con el ceño fruncido, ella pensó que podría estar ahí el padre de Maximiliano y este se dió cuenta de su reacción.

_ Cami vino sola mi amor. - Antes de que Maximiliano hablara, Camí se adelantó...

_ Vine para ver si me podía quedar unos días con ustedes, solo en lo que papá arregla sus asuntos. - Camí miro de manera tierna a Eden, está se estremeció y no pudo negarse a su petición.

_ Por mi está bien.

_ Enserio mi amor?.- Pregunto Maximiliano con algo de molestia.

_ Por supuesto Maximiliano, no podemos dejar sola a una niña mientra tu padre arregla sus negocios.

- Maximiliano se dió cuenta de que Eden malinterpreto las palabras de Camila pero tampoco quiso aclarar el asunto, tenía que él primero comprobar lo que sucedía con su padre.

Camila salto a abrazar a Eden, ella era una pequeña dulce y efusiva, a pesar de que su madre era Elena, ella era todo lo opuesto y quería mucho a su hermano, aún sin poder convivir tanto con él.

Eden vio la cara de Maximiliano, era evidente que a él no le había gustado la noticia así que decidió premiarlo con algo.

A pesar de vivir juntos, ellos no dormían en la misma habitación pero Eden ya se sentía lista para avanzar en su relación con Maximiliano.

_ Gracias cuñis!.

_ No es necesario que me agradezcas, prepararé todo para que duermas en mi habitación.

_ No es necesario que duerman juntas, hay más habitaciones en la casa.

_ Esa habitación es de las más grandes pero no dormiremos juntas, ahí solo dormirá Camila.

_ Cómo? Y dónde dormirás tú?.

_ Bueno, creo que mi esposo me puede hacer un espacio en su habitación.- Eden se acercó a Maximiliano y le dió un beso mientras él sonreía como si fuese un niño pequeño que acababa de recibir su dulce favorito.

_ Por mí no hay ningún problema, te hago todo el espacio que quieres mi amor.

- Maximiliano no podía quitar la sonrisa de su rostro, por fin dormiría junto a Eden y sentiría su cálido y hermoso cuerpo cerca de él. Creyó que sería mala idea aceptar a Camí en su hogar pero había salido beneficiado por su llegada, ahora compartiría habitación con su esposa y se sentía sumamente feliz pero también nervioso. Eden le había confiado que ella jamás había estado con ningún hombre, y si ella lo elegía, él sería el primero.

Este era un paso importante, él no quería decepcionarla y actuar a lo bruto, quería que ella pasará los mejores momentos de su vida a su lado.