Déjame luchar por tí.

Capitulo 35.

- Franco salió de la empresa mientras a Sam y José le seguían el paso, Marian decidió ir con Eden en lugar de correr detrás de Franco, sabía que algo estaba mal pero Eden podía evitar que Maximiliano cometiera una locura.

Franco subió a su coche, Sam y José lo siguieron, los tres sabían bien a dónde tenían que ir y tenían que darse prisa.

- Maximiliano entro a la mansión, todo estaba en completo silencio y al parecer las personas que trabajaban ahí tampoco estaban; un ruido en uno de los pisos alertó a Maximiliano, subió las escaleras sin que Alvaro pudiera escucharlo, abrió un poco la puerta de aquella habitación que había ocupado su madre cuando estaba viva, fue en ese momento que por primera vez Maximiliano presenciaria con sus propios ojos el encuentro de Alvaro con Elena y al mismo tiempo escucharía en voz de su propio padre, como había acabado con la vida de su propia esposa.

_ Extrañaré nuestros encuentros Alvaro.

_ No tendrás que extrañar nada, nos seguiremos viendo aunque Eden esté conmigo y Maximiliano este contigo.

_ Así que también piensas serle infiel a Eden como lo fuiste con Graciela?.

- Elena se encontraba agitada al igual que Alvaro, no había nada que los cubría y sus cuerpos se encontraban sudados, su voz reflejaba el cansancio de su encuentro y ambos seguían disfrutando del momento.

_ Eso es algo que ya no vale la pena recordar.

_ Nunca me has platicado sobre lo que pasó con ella.

_ Enserio quieres saber lo que en realidad paso?.

_ Me lo dirías si te lo pido?. Porque según como yo recuerdo las cosas, tú no regresaste después de que tu esposa se suicidara, tú habías vuelto meses antes o me equivoco?.

- Alvaro no confiaba del todo en Elena pero su conciencia le suplicaba quitar un poco de la carga que tenía, tenía que contarle a alguien lo que había sucedido aquel día o terminaría perdiendo aún más la razón.

_ Si lo quieres saber, te lo diré. Solo recuerda que si alguien se entera de esto me encargaré de que lo pagues. Así que te vuelvo a preguntar, Quieres saber que en realidad paso con mi esposa?.

- Elena sabía que estaba jugando con fuego pero su curiosidad le podía más que su instinto de supervivencia.

_ Puedes confiar en mí, no diere nada a nadie.

- Alvaro se quitó de encima de ella, se cubrió el cuerpo y se sentó en la esquina de la cama con la mirada fija a aquel ventanal dónde había terminado todo.

_ Regrese antes como bien recuerdas; a pesar de tu rechazado y de saber de tus amantes yo quería seguir tras de ti, pero después recibí los papeles de divorcio y eso lo cambio todo. Me di cuenta de que no quería perder a mi esposa y estaba dispuesto a todo por recuperarla, pero ella insistió con ese maldito divorcio y empezó a rechazarme, supuse que quizás ella tenía un amorío porque pasó de rogar y pedir que me quedara para después despreciar todo de mí, nunca pude comprobar que ella tenía otro hombre pero estoy seguro que conoció a alguien más.

_ Porqué estás tan seguro de eso?

_ Yo era su todo, ella jamás me hubiese despreciado. Estoy seguro que había otro hombre.

En fin, al final ella tuvo su merecido.

_ A qué te refieres?.

- Alvaro se quedó en silencio, pero después de unos segundos comenzó a relatar con detalle lo que había pasado aquel día. En su mente enferma afirmaba que Graciela era la culpable de lo que había pasado, que había tenido su merecido por no valorar su regreso y disculpas.

Elena se quedó en shock al escuchar la historia, no tardó en cambiar su expresión y una sonrisa se reflejo en su rostro.

_ Creo que le diste su merecido.

- Elena se acercó a Alvaro y volvió a besarlo, lo atrajo hacia ella para volver a disfrutar de sus cuerpos.

_ Maximiliano se había quedado inmóvil del otro lado de la puerta, no solo había escuchado lo que su padre había dicho, también lo había grabado. Ahora tenía la única prueba que necesita para hundir a Alvaro, pero apresar de haber conseguido lo que quería su corazón se encontraba completamente roto, las lágrimas salían de sus ojos mientras escuchaba de su propio padre el cómo había terminado con la vida de su amada madre.

Cuando Alvaro termino de hablar y Maximiliano había guardado y enviado aquella grabación a Franco, Eden ya había llegado a la mansión, la casa de León no quedaba tan lejos de ahí y Marian le había hablado para decirle que Maximiliano iría a enfrentar a su padre, en ese momento ella salió rumbo a buscarlo antes de que cometiera una locura.

Maximiliano estaba tomando un último suspiro, entraría a aquella habitación y sacaría toda su furia y frustración con aquel hombre que le había dado la vida. Tomo la perilla y en ese momento sintió la mano de alguien cubrir su boca.

_ Eden?. Qué haces aquí?.

_ Baja la voz, vengo por ti.

_ Ve a casa de mi tío y espérame allá.

_ No, no lo haré. Lo que tienes pensado hacer no lo hagas, ven conmigo.

- Sus lágrimas no paraba de salir, su rostro reflejaba su desesperación, coraje y decepción, Eden lo abrazo y beso su mejilla, lo dirigió poco a poco hacia la salida, Maximiliano no quería irse sin enfrentar a su padre, pero Eden estaba dispuesta a impedir ese enfrentamiento.

_ Eden, alejate de aquí y déjame regresar.

_ No puedo hacer eso, no dejaré que lo hagas.

- Ella se aferraba al cuerpo de Maximiliano, lo abrazaba con tanta fuerza que él sintió que no tenía nada más que valiera la pena en este mundo que a ella. De repente Maximiliano se aferró al cuerpo de Eden cómo si fuera lo único en este mundo que pudiese sostenerlo, mientras todo él se desmoronaba entre lágrimas y un profundo dolor.

Franco por fin había llegado, pero se sorprendió al ver a Eden abrazando a Maximiliano y consolandolo. José y Sam también había llegado; la escena de un hombre como Maximiliano hundido en tan profunda decepción era sorprendente, él era un hombre con un físico grande y fuerte, con un temperamento imponente y con mucha confianza, pero en ese momento era solo un hombre herido.

Sam corrió a abrazarlo, se unió Franco y José, entre los tres lo levantaron y sacaron de ahí. Habían logrado salir de la mansión sin que Alvaro se hubiese dado cuenta de su presencia; a pesar de todo lo desgarrador que revelaba la verdad, al final habían conseguido las pruebas que necesitaban para hundir a Alvaro.

****

_ Ya había llegado la hora y Eden no aparecía en la mansión, tenía una hora de haberse ido Elena y Alvaro estaba seguro que Eden llegaría pero eso no iba a pasar.

Alguien tocó a la puerta y Alvaro supuso que debería de ser Eden.

_ Ya te habías tarda...

_ Señor Alvaro Marnili?.

_ Así es, soy yo. Qué necesitan?.

_ Señor, coloque sus manos en la cabeza y de vuelta.

_ Qué estupidez es está?. No haré lo que me piden y más les vale que salgan de mi propiedad.

_ Señor espero que copere o tendré que detenerlo por la fuerza.

_ Sabes quién soy yo?. No puedes venir a mi propia casa y decir esa clase de tonterías.

_ Señor queda detenido por falsificación de documentos, fraude y homicidio.

_ Qué? A qué se refiere?. Yo no he matado a nadie.

_ Estás seguro de eso?.

- Alvaro volteo al escuchar aquella voz, Maximiliano estaba detrás del oficial junto a Franco, León y José.

_ De qué se trata todo esto?.

_ Creo que sabes bien de que se trata, no seas tan cínico.

_ No sé de lo que habla ninguno de ustedes.

_ Con gusto te refresco la memoria.

- Maximiliano saco su celular y mostró la grabación, Alvaro abrió de mas los ojos, no podía creer lo que veía y escuchaba. Ahí estaba él, confesando su crimen y sin poder dar ninguna explicación.