Capitulo 31

1282 Words
- Definitivamente Sam era un tipo presumido pero bastante inteligente; nunca se dejó manipular por Elena y sabía jugar bien sus cartas. Quería un puesto de mejor rango en la empresa de su abuelo, pero sabía que nunca lo conseguiría si no mostraba la suficiente capacidad y lealtad a la empresa y a su primo Maximiliano, así que se acercó a a Elena en cuanto supo de su tío Alvaro tenía algo que ver con ella; no tardó mucho en darse cuenta de las intenciones de Elena incluso cuando ella se fue del país, aunque hasta un día antes desconocía que su padre también había tenido algo con ella, pero eso tampoco le sorprendió pues conocía bien a Elena y sabía que estaba dispuesta a todo para tener un poco de poder. _ Tú hiciste todo esto?. - Desde cuando Sam descubrió cosas sobre mi padre? no me agrada pero tengo que reconocer que me ha dejado sorprendido. _ Cómo le dije a mi padre... me han subestimado. No soy tan ingenuo como tú para caer en las artimañas de Elena. - Maximiliano soltó los documentos con enojo al escritorio, ese comentario lo había hecho enfadar pero Sam tenía razón, fue muy estúpido al creer en Elena y dejarse llevar por sus encantos, si no hubiese llegado Eden a su vida simplemente seguiría cayendo en las mentiras de Elena. Eden lo tomo de la mano para calmarlo, el comentario de Sam también la había incomodado pero ese no era momento de discutir. _ No es momento para que digas esas cosas hijo, Eden está aquí así que muestra un poco de respeto. _ Lo siento Eden, mi padre tiene razón. Lamento mi comentario. - Miro a semejante mujer y definitivamente mi primo tiene demasiada suerte, ahora sé el porqué Elena se encuentra tan desesperada. _ Gracias. - Eden no quiso decir más, Sam la miraba de una manera que la incomodaba y Maximiliano se dió cuenta de ello. _ Lo digo enserio, lo lamento mucho, me queda claro que no hay manera que Elena se compare contigo. _ Porsupuesto que no hay punto de comparación, mi esposa está por sobre muchas cosas, incluyendo la empresa. - Todos miraron a Maximiliano con sorpresa, cada día mostraba estar más dispuesto a hacer cualquier cosa por tener a Eden a su lado. Eden seguía sorprendida con la intensidad de Maximiliano; cuando estaban juntos él le decía cosas como si su relación llevará mucho tiempo, también solía mostrar mucho temor cuando hablaban sobre Elena, era como si no quisiera darle una sola razón para que ella se alejara de él. **** - Después de revisar cada documento, todos en aquella oficina se quedaron más sorprendidos que al inicio. Sam había hecho un excelente trabajo, se había encargado de disfrazar cada movimiento de Alvaro haciéndole creer a este que adquiría poder sobre la empresa, pero en realidad Sam le entregaba documentos falsos que no representaban nada y fingía que no se daba cuenta de lo que Alvaro le pedía, los documentos estaban tan bien elaborados que todos hubiesen tardado mucho en averiguar que no valían nada. _ Tengo que reconocer que me dejas sorprendido. _ Lo sé primo, pero tampoco creerás que esto es caridad. _ Hijo!. Cómo puedes decir eso?. _ Tranquilo tío, me parece que Sam tiene razón. Sabía que esto no es caridad y en realidad creo que te merecer algo por esto. Que es lo que quieres?. _ Aunque creas que soy un engreído, lo cual no pienso negar que sí lo soy, sé que tengo muchos defectos pero no soy ningún ratero y mucho menos un traidor. Yo también amaba a mi abuelo y amo a mi padre, solo quiero un mejor puesto en la empresa, para ser más claros la vicepresidencia. Tengo las cualidades para ser tu mano derecha y ya demostré que también soy leal. - Sam era alguien directo y engreído, pero tenía razón. Era alguien inteligente que incluso teniendo la oportunidad de quitarles la empresa no lo había hecho. Estaba demostrando que era más hechos que palabras, que incluso teniendo todos los medios para traicionarlos, había elegido ser leal. No había duda que León lo había enseñado bien, ambos se mostraban fríos y difíciles, pero al final habían elegido verse como los malos aunque estaban haciendo todo por salvar a su familia. _ Estoy de acuerdo. Franco se encargará de todo, en cuanto regresemos a la empresa te harás cargo de la vicepresidencia. - León los miraba, Maximiliano y Sam eran muy distintos pero ninguno era un traídor, habían amado mucho a su abuelo quien también fue un increíble padre, Sam era más joven que Maximiliano y no había mostrado interés en la empresa, esa había sido la razón por la que Maximiliano no lo había puesto en un cargo más alto desde un inicio, pero ahora se mostraba muy seguro y capaz. - Salieron del despacho y Sam no dejaba de mirar a Eden, le parecía una mujer muy bella y Maximiliano decidió hablar en privado con él. _ Sam, me da gusto que puedas ayudarme en la empresa y que por fin las cosas estén más claras. _ Bien, a mí también me da gusto que pudiera demostrar que estoy hecho para ese cargo. _ También quiero dejar claro algo más. No quiero que vuelvas a ver a mi esposa de la manera en que lo haces, no me agrada y estoy seguro que a ella tampoco. _ Veo que eres bastante celoso primo. _ Lo soy y no me gusta como la miras. _ Bien, no te lo voy a negar, tu esposa es muy hermosa y si no fuese porque eres mi primo ya la estuviera cortejando. _ Sam... _ Antes de que sigas déjame terminar. Es tu esposa y sin importar lo hermosa que me parezca, jamás me acercaría para algo más. Aunque no lo creas te respeto y Eden no es Elena, con ella me involucre porque era una buena opción para descubrír cosas pero no me provoca ni un poco de respeto. Aunque también te advierto algo, espero nunca la lastimes y regreses a tus tonterías con Elena, Eden merece que la valores. _ Lo tengo más que claro y jamás regresaría con Elena. - Eden se acercó a Maximiliano después de que Sam se fuera. _ Todo bien?. - Maximiliano la tomo de la cintura, se acercó a su cuello para oler su aroma, ella lo abrazo y caracio su cabello. Cada vez que Maximiliano se acercaba Eden sentía que la necesitaba más, ella había cambiado su vida en un instante y le provocaba todo un remolino de emociones; su cercanía le hacía olvidar todo, era como si solo existieran ellos dos, las cosas que creía le importaban ya no tenían el mismo significado si no las compartía con Eden, ella representaba todo lo que ni siquiera había soñado. **** En su vida pasada Eden se enamoro a primera vista de Maximiliano, aún era una niña cuando lo vio por primera vez; cuando por fin había llegado a su adolescencia vio una oportunidad para acercarse a quien ella creía era su gran amor, pero solo se quedó con un corazón roto debido a una terrible humillación. Los años pasaron por ambos y la madurez había llegado a Maximiliano, se había dado cuenta de muchos de sus errores pero no era tan sencillo arreglar lo que había arruinado; Eden se convirtió en aquel paraíso al que él ya no tenía oportunidad de ingresar, las puerta a su corazón se habían cerrado por completo y con ello una inmensa lucha por recuperar aquello que al parecer jamás regresaría a ser suyo. _
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