Ella lo sabía, y se sentía cada vez más angustiada. ¿Cómo había llegado a esa situación? ¿Qué había hecho para merecer un destino así? ¿Qué podía hacer para remediarlo?
«No pedí tener como padre a un hombre como ese. Me sigue una desgracia que no busqué»
No pudo encubrir su afligimiento, él seguía avistándola con esa mirada penetrante y delatando su susceptibilidad al considerarla como alguien que encubría algo serio. Ella sabía que él tenía razón, le ocultaba algo atroz.
«He sido capaz de reclamarle cosas que él jamás me ofreció. Pero yo sí le he ocultado cosas y he creído la gran falacia que soy sincera siempre. Bianca tenía razón»
—Hades, le juro que intente salvarla… —Expresó ella sollozando, perdiendo la calma. Medio palmeó el muro muy desesperada.
—Arrastrarse, gatear, ni golp
