Adrik luego de ser trasladado una vez más tomó un taxi de vuelta. En cierto punto ya volvió a tomar un vehículo personal, otro conducía, mientras tanto recordaba su conversación con Nicolai. Ambos yendo en un trasporte aéreo de regreso luego de una misión exitosa en compañía de los sin rostro, quienes los trasladaban.
—¿A dónde irás cuando lleguemos? ¿Alguien te espera? —Preguntó Nicolai.
Adrik se volvió a él.
—No es mi caso, Sargento.
—¿En realidad no has pensando en tener pareja, hijos, una familia?
Adrik respiró hondo.
—Aún no. ¿Y tú sí?
—Justo ahora creo que debí apostar por eso. No me di cuenta que existía una mujer que en verdad lo deseaba conmigo.
Adrik inmediatamente pensó en Tanía.
—¿Por qué decidiste lo contrario?
—Porque no tenía idea del daño que sería capaz de
