Me dirijo rápidamente al cubículo que me fue asignado, antes de encontrarme nuevamente con esa insufrible mujer. Rita Tennynson jamás estará en mi cama; es vulgar, asfixiante y… demasiado indiscreta. Justamente todo lo que odio en una mujer. El lugar está caluroso y lo detesto, me pone de malhumor al instante, aunque quizás mi falta de Leilah es más bien lo que me tiene así… —No digas tonterías, Evan —replico para mí mismo, preparando la presentación para la siguiente clase. De pronto, unos toques en mi puerta me hacen alzar la cabeza, preguntándome quién podría ser esta hora, aunque después recuerdo que Rick me había pedido ayuda para un asunto de su trabajo. —Adelante —pido con voz escueta y precisamente lo veo entrar al atipujado lugar. —Hola, Evan —saluda. —Hola, Ri… —me callo d