Alan —No puedo creer que lo hayas olvidado —me reprocha Kristen, con las manos en las caderas. —No hagas un drama innecesario de todo esto, por favor —suspiro con hastío, tratando de no ser grosero—. Sabes que últimamente he estado muy ocupado. —¿En qué? —quiso saber la pelirroja, mirándome fijamente—. Antes siempre me respondías rápidamente, estabas en casi todas las fiestas a las que te invitaba, ¡tenías tiempo para mí! —Estoy tratando de hacer tiempo, pero quieres compañía 24/7 y eso es imposible —pongo los ojos en blanco—. Ya para con ese comportamiento, Kris. —No me llames así —manotea en el aire cuando intento tocarla—. ¿Es alguien mas acaso? La miro incrédulo. ¿Qué más quiere de mí, que le dé mi alma? —Esta conversación es absurda —espeto de mal talante, perdiendo la pacien