Capitulo 32 - Lucia

4992 Words
Escuchar a Sabrina fue como verme pasando lo mismo con Emilia y Gabriel, me decía justo eso. *Flashback* "Increíble como te sigue a todos lados" "Sirena no empieces, Emilia es una vieja amiga y abogada de la empresa no es más que eso" "Deberías recordárselo porque no te ve como un simple amigo" "Tus celos me encantan, pero te estas pasando con el tema de Emilia" "¿Me paso?, Gabriel a donde vamos esta ella, a ver ¿que tenía que estar haciendo en casa de tus padres?" "Mamá la invito y es amiga de Sabrina, solo fue cortesía" "La cortesía se extiende cada vez que vamos a cenar donde tus padres, además con el coqueteo…” - la emito –“Gabriel ¿te acuerdas como nos gustaba irnos los fines de semana juntos?”. "Amor son anécdotas" "¿Por qué quisiera escuchar las anécdotas cuando te llevabas a tu exnovia de viaje?" "Estas exagerando, y no significa que este detrás de mí" "Claro, porque no puedes ver que le gustas, y el problema no es que le gustes, hay muchas mujeres que se mueren por ti, pero debe haber un límite, y ella se está pasando; pero eso no lo ves" "Ya dejemos el tema, a mí solo me importas tu ¿no confías en mí? Yo confío en ti" "Bien por ti, pero yo no, ¿qué mujer confía en un hombre? mucho menos con tu fama, y si tiene a una mujercita que no le importa resbalarse y no respeta lo ajeno menos, la carne es débil" "¿No puedo creer que no confíes en mí? ¿Dónde quedo este matrimonio?" "Este matrimonio esta justo donde lo dejamos, y ojo yo no desconfió de tu amor por mí, sé que me adoras, pero no confió en ella, los hombres son perros por naturaleza" "Me siento ofendido" "Ofendido vas a estar el día que le saque los ojos a esa amiguita tuya si la veo cerca de ti" "Insisto estás viendo cosas donde no las hay" "Y yo insisto que tu no quieres ver lo que está ante tus ojos, esta tipa te quiere comer, pero más le vale quedarse con las ganas y no me digas loca" "Jamás lo haría, Emilia sabe que estoy felizmente casado y que nunca traicionaría a mi esposa, pero tu deja de ser tan seca y malhumorada con ella" "Me pides que sea hipócrita y no lo soy, esa mujercita sabe que conozco sus intenciones y a diferencia de ti no me va a convencer con su carita de inocencia, mi instinto me lo dice y ese no falla, sin contar que tu madre pareciera que te la quiere meter por los ojos." "Tu instinto está mal y no te pases, mamá sabe que te amo, solo es amable” “Amable un cuerno, voy a ponerme amable con un amigo a ver si te gusta” “No voy a pelear contigo por estupideces,voy a darme un baño si me quieres acompañar ya sabes dónde estoy" *Flashback* Como era de esperarse mi instinto no me fallo, pero no puedo dejar que Sabrina y Sebastián terminen como nosotros, ella tiene lo que yo no tuve, alguien que la entienda. - No has probado bocado Lucia. - Yo cene, lo que pasa es que Gabriel cree que necesito comer por diez. - Tu no haces caso, te dije que no te quería cerca de el porque no lo quiero ver sufrir, pero aquí estas. - Vine hablar del divorcio, pero ustedes llegaron. - No diré que siento interrumpir porque después de como trataste a mi hermano, no creo que estén solo sea buena idea – se ríe – ese divorcio no se ve por ningún lado. - Yo tampoco – la carne es débil y con las ganas que le tengo a Gabriel más. – veo que estas tranquila. - Si, gracias por lo que me dijiste allá arriba, logre desahogarme, nadie me entendía. - ¿Por qué no buscaste a tus amigas? ¿Lucrecia, Emilia, tus amigas del club? - Lucrecia dejo de ser mi amiga hace mucho y Emilia es mi amiga, pero esto son cosas personales. - Mm, espero que pienses lo que dije. - Si usar más el cerebro y la astucia en vez de los celos, no confiar en nadie y dejar claro que Sebastián es mío; no soy tonta, me di cuenta lo que le dijiste a Gabriel allá arriba y ahora aquí, pero mi hermano no te engañaría. - No metas las manos al fuego por él, te puedes quemar. - Él te amaba mucho. - Que me amara no significa que no me engañe con otras, el sexo y el amor son cosas diferentes, y lo que no se quiere en casa se busca por otro lado y eso hizo tu hermano. - ¿Con quién crees que te engaño? - No lo creo, lo sé, lo vi y eso me partió el alma, ¿perdonarías a Sebastián si te engaña con esta mujer? - se queda pensando. - No lo sé, son años juntos, hemos pasado, por tanto, tenemos hijos y... no lo se. Lo que si se es que nada sería igual. - Yo le he pasado muchas cosas a tu hermano, desde que éramos novios y no hablo de infidelidades, aunque si hemos pasado por mucho, pero hay cosas que no se pueden perdonar. - ¿Por qué te fuiste? – estoy cansada que me pregunten eso. - Tu hermano no me quería aquí, nuestro matrimonio ya estaba en un límite de irse al precipicio y solo necesitaba un empujoncito para terminar de caer al vacío y un trio de víboras nos los dio, y nuestro carácter no ayudo; así que tu hermano me dio la opción de escoger. - ¿Y escogiste irte? - Él se fue primero yo solo me fui por otro camino. - Lucia, cuando Gabriel supo que te habías ido fue horrible, estaba cegado, no veía a nadie, no escuchaba a nadie, solo quería encontrarte, se encerró en él, bebía mucho, se peleaba con tus amigos, hubo un momento que creyó que Melina te había hecho algo. - ¿Melina? – afirma - ¿Por qué? - No sé, dijo que algo le había dicho a Daina de ti cuando la secuestraron, pero ella se desmayó y cuando despertó no se acordó de nada y Melina no le dijo nada a Gabriel y eso que la torturo en esa cárcel. - De esa loca se puede esperar cualquier cosa. - Gabriel, casi pierde la empresa si no es por Sebastián y mi papá, el ya no le importaba nada. - Era una etapa ya vez que supo seguir hacia adelante. - Por supuesto que no, Gabriel solo sonreía en los eventos ante las cámaras, pero detrás de ella era un amargado, hubo un tiempo que ni yo lo aguantaba, era insoportable hablar con él, se volvió implacable en los negocios, odioso con todos creo que los únicos que no sufrieron su dolor fueron mis hijos. Es más, recuerdo una vez que Santiago le dijo que tenía que volver hacer su tío porque si tu regresabas y lo veías en ese estado se iba a molestar y te ibas a ir, Gabriel casi se muere y fue horrible. - Tal vez era la culpa de pensar que algo me pudo haber sucedió por él y eso no lo dejaba vivir, y tenia a tu amiga para consolarse como siempre lo hizo antes de que me fuera. - Entre Emilia y el no sucedió nada, son amigos. - Sabrina tu misma lo acabas de decir ¿crees que una mujer no se da cuenta cuando otra se le quiere meter por los ojos? Mucho más si tiene ayuda de personas muy cercanas a él como su madre y hermana – me mira interrogante. - ¿Insinúas que lo apoyaría a que te fuera infiel? - Es tu hermano y aunque no estes de acuerdo no lo delatarías y ella es tu amiga. - Lucia puede ser mi hermano, pero jamás lo apoyaría en algo así. - Sabias que Lucrecia le había dado un hijo y me lo ocultaste. - Porque era algo que debía decirte él. - Como una infidelidad también; escucha yo no te lo reprocho es tu hermano, es tu familia y siempre vas a velar por él, tu lealtad es con él no conmigo. Eso me quedo claro desde el primer día, yo solo fui la mujer que ustedes deben tolerar porque es la que escogió tu hermano no la que querían para él, para ustedes siempre será mejor alguien como Lucrecia o Emilia, es el perfil de las mujeres de tu sociedad. - Eso no es cierto, Sebastián noes de sociedad; y yo te aprecio como si fueras una hermana, eras mi amiga, confiaba en ti, tú sabes secretos que nadie sabe, estuviste en el momento más doloroso de mi vida y en ese momento aun ni sabía que ibas hacer mi cuñada. - Gratitud, eso es lo que sientes por mí, pero tu misma dijiste que este matrimonio era un error. - Lucia... - Sabrina, yo escucho, callo y dejo pasar, pero jamás olvido, yo si te aprecio como una hermana, y te defendería contra quien sea, la lealtad es importante para mí, pero jamás olvidare el día que me dijiste que haberme casado con tu hermano era un error, que él podía amarme, pero a veces hay amores que no deben ser y este era uno de ellos, que Gabriel tuvo que sacrificar mucho por mi ¿y yo que he sacrificado por él?, nada. - Solo te di mi opinión ese día porque me dijiste que pensaba de tu matrimonio. - Y eso era lo que pensabas, es más dijiste que yo conseguí la lotería, cambié de casa, viaje, tenía una vida de reina porque hasta la vida el medio, en cambio él tuvo que dejar muchas cosas por ejemplo prohibirse una familia propia, reducir sus viajes, dejar de hacer muchas cosas que a él le gustaba por mí, pensaste que yo no era la mujer con la que tu hermano debía estar. - Yo no quise decir eso. - ¿A no? Fue eso lo que le dijiste a tus padres – sonreí irónicamente – creo que es característico de los Ziegermman que digan y hagan las cosas para después decir que no se acuerdan o no era lo que querían decir. - Estaba hablando con mis padres, de lo que pensaría cualquier persona en mi lugar, pero no de lo que yo sentía. - Sabrina cuando uno está enamorado acepta muchas cosas, en mi caso acepte salir con Gabriel cuando sabía que no quería nada serio, que pensaba que no podía amar, acepté que me hiciera vivir en una montaña rusa de si me quiere o no mientras aceptaba lo que sentía por mí, después tuve que aguantar sus celos por la rabia que le tenía a Marcelo y si eso fuera poco después que me tratara muy mal cuando creyó en todas las mentiras que le dijo tu madre y Lucrecia volvió a pedir perdón, me salvó la vida y lo perdone. - Estuve ahí Lucía, viví eso con ustedes y sigo pensando lo mismo, cambiaste para mejor a Gabriel, lo hiciste madurar, a creer en el amor, lo hiciste feliz. - Pero era una mujer enferma que tú hermano no podrá soportar porque no sabe lidiar con las cosas que no puede controlar. Y el tiempo lo demostró. - Lucia estas siendo radical y lo que yo piense o los demás no te debe importar solo lo que piense Gabriel... - Después de casados también tuve que soportar las críticas de tu madre, las miradas despectivas de tu círculo social, también los comentarios mal intencionados de tus amigas e incluso de tu madre, tuve que soportar que tu madre metiera a Emilia en nuestras vida a cada momento y recordarme que no podía darle hijos además que si estaba viva era por él, no perdía momento para hacerme sentir insuficiente para él y tú fuiste testigo de muchas de esas veces hasta tu hermano pero es tu madre, son tus amigos y yo escuchaba, respiraba y callaba por mi amor a Gabriel. - No sabía que te sentías así, eran simples comentarios que no debías darle importancia. - Uno no le da importancia si pasa una vez no todo el tiempo, y las amistades es lo de menos, nadie de esa gente la conozco y tampoco me interesa, pero si afecta cuando es de la supuesta familia tuya, aunque sea política, pero llega un momento que uno explota y se cansa. Tu hermano paso por eso, explotó, se desahogó y actuó bajo toda esa presión, y me hizo a mi reaccionar, toda acción tiene una consecuencia buena o mala, pero la tiene. - ¿Por qué no te desahogaste conmigo? Te hubiera apoyado. - No tenía por qué decirte algo que ocurría en tus narices, igual si piensas eso, todos sintieron alivio cuando me fui hasta Gabriel pudo respirar mejor. - Él te amaba y aún lo hace. - Tal vez, pero el amor también tiene sus límites, y yo ya pasé el mío, ahora estoy dónde debo estar, ya no me importa lo que piense la gente que no sabe de mi vida, la que no me quiere y entre ellos está tu familia, que los únicos que se salvan son tus hijos del resto piense lo que quieran. - Nunca te sentiste parte de la familia. - A parte de tus hijos nadie más me hizo sentir parte de ella, se encargaban directa o indirectamente de hacerme recordar que no era parte de ese mundo, por eso te digo que pienses antes de actuar porque si Sebastián a tolerado todo eso al punto que ya no le afecte es porque te ama mucho, pero uno tiene un límite. - Sebastián no se siente así, él sabe que tiene un lugar en esta familia mi papá lo quiere como un hijo, Gabriel como un hermano y mamá a su manera lo aprecia - otra ciega igual que el hermano – y también tu hasta que te fuiste. - Si tú lo dices, yo solo te digo que no dejes que nadie opine y se meta entre ustedes, hacen una linda pareja para que lo arruinen, aunque sea tu madre. Me levanto de la mesa y llegó a dónde Gabriel está con los niños y Sabrina me sigue. - Ya debo irme es tarde - les digo y mis niños corren a despedirse. - Nosotros también debemos volver a casa - comenta Sabrina. - Yo las llevo. - No es necesario, yo traje el carro lleva a Sabrina y a los niños a casa. - miro a Sabrina - espero todo se solucione. Le doy un par de besos a mis príncipes y salgo, cuando siento a Gabriel detrás de mí. - Déjame llevarte a casa, me acompaña a llevarlos a ellos y así hablamos. - No tenemos nada de qué hablar, hay cosas que no se pueden cambiar Gabriel y lo nuestro es una de ellas. - ¿Por qué eres tan terca? - No es que sea terca, es que me cansé. - ¿De nosotros? - De tu familia, de tus amigas, de que me lastimes y después lo sientas, y en estos momentos de mi vida tengo prioridades que no me permiten y no quiero volver a eso. - ¿Por qué siempre soy el que te tiene que seguir? Yo también me canso, a veces siento que no me amas, sino que fui tu primer novio, tu primer todo y estás aferrada eso; siento que tengo que demostrarte que te amo constantemente y tú a mí no. - Será porque siempre cometes errores y me lastimas, porque tienes a mil mujeres que están detrás de ti y no le pones un alto y te lo dije, no necesitaba que me demostraras que me amabas porque yo lo sabía. - Pero no confiabas en mí. - Y tuve mis razones, ahí está, terminaste enredándote con tu "amiga". - Ya te dije que no te fui infiel. - ¿Entonces dime qué pasó? Explícame cómo llegaste a la cama con esa mujer porque a diferencia de ti Gabriel yo si se lo que veo, lo que digo y lo que hago. - No sé qué viste, pero te juro que Emilia no es más que mi amiga. - ¿me mentira? - tú eres la única que me importaba y me importa. - Si hubiera sido al revés ni siquiera tendríamos está conversación, me hubieras condenado ahí mismo y probablemente me hubieras matado. - A él lo hubiera matado a ti te encierro en esta casa sin salir. - sé que intenta ser gracioso. - Lleva a Sabrina a casa - me abraza. - Se que sientes algo por mí, que aún estás dolida por lo que te dije, pero si me dejaras explicarte todo. - No es el momento Gabriel, escucha lo que vivimos fue hermoso, un lindo amor, pero lo que teníamos que vivir ya lo hicimos, y bien dices fuiste el primero y me aferre a eso, pero ya no. - ¿Habidos otros? ¿Lucia de verdad estás enamorada de ese Giuseppe? Porque la mujer que conozco no me hubiera dejado hacer lo que hice allá adentro si estuviera con alguien. - Tal vez cambie, y lo que pasó olvídalo, te aprovechaste de un momento de debilidad y eso no va a volver a pasar. Ahora encárgate de resolver tus problemas familiares. - Quiero resolver lo nuestro, tú eres parte de mi familia eres mi familia - que absurdo. - Ahora sí lo soy, Gabriel yo solo vine a saber algo ya lo sé ahora me voy - de pronto veo a José y Gabriel voltea a dónde está. - Déjame llevarte a casa y terminamos de hablar en el camino. - No, tengo cosas que hacer. - ¿Ha esta hora? - me mira irritado. - Si Gabriel a esta hora. - Solo quiero respuestas. - Entonces búscalas, abre los ojos de una vez y mira a tu alrededor, ahí tienes las respuestas que buscas, pero a mí déjame tranquila. Me suelto de su agarre y voy al coche. - Te tardaste en encontrarme - le digo a José - Corrí mucho. - Eso te pondrá en forma, mira a Nicandro a Petter, si quieres seguir las órdenes de tu jefe te acostumbraras a correr. Manejo hasta mi casa pensando en este día tan caótico, al llegar encuentro a mi princesa despierta y mamá dormida. - ¿Tú qué haces despierta? - Juguete. - Ya veo, pero es hora de dormir. - Mamá - me abraza y me da un beso se sube en mi para le de pecho. - ¿Cómo hiciste para dormir estas semanas sin mí, ah?, Déjame decirte que dejaste a tu papá enamorado de ti, ya te siente suya y ni sabe que así es. Pienso en esa mujer que me contó Sabrina, que raro que aparezca ahora y lo más raro es que está comportándose como lo hizo Emilia o tal vez estoy delirando. Luego pienso en lo que pasó en la cena, Dios hubiera sido capaz de entregarme al tarado de Gabriel ahí mismo, pero es que él sabe donde están mis puntos débiles, ¿Por qué tengo que amar tanto ese engreído? - ¿Hija cuando llegaste? - le hago señal de silencio porque la bebé se está durmiendo. - Hace un rato, me encontré a esta señorita despierta y pidió leche. - Que malcriada, no se puso pesada cuando te viniste, aunque le di su alimento como me enseñaste. - ¿Te he dicho que eres la mejor mamá y abuela del mundo? - Un par de veces. - reímos - ahora sí cuéntame ¿A dónde fuiste? - A verificar quién es el padre de Lewin. - ¿Y? - Esto es un enredo mamá, cuando salí de aquí estaba segura de que era de Santiago, pero cuando hablé con Gabriel me dijo que tiene una prueba de paternidad que dice que él es el padre. - ¿Le contaste al progenitor del niño? - No, ¿ahora por qué le dices así?, suena feo te lo he dicho. - Pero es la verdad, ¿Cómo llegaste al tema del niño sin decirle que Santi también es el padre del que cree que es su hijo? - Me estaba hablando que conoció a Gabriela que es hija de Santiago y aproveché y le pregunté sobre el suyo; pero no es tonto sabe que por algo se lo pregunté. - Le hubieras dicho que era por eso. - No sin pruebas, las cuales pienso tener pronto, pero sé que uno de los dos va a salir herido, Gabriel quiere al niño, aunque no se lleve muy bien con él y Santiago es su vida, ¿Te imaginas si resulta no ser de él sino de Gabriel? - ¿Y si resulta ser de Santiago y no de Gabriel? Eso es algo bueno para ti y nuestra muñequita. - Gabriel se va a enojar mucho, vera que lo manipuló una vez más y ahí se va a armar. - Hija estaba pensando ¿Y si tú suegra lo sabe? Es decir que ese niño no es de Gabriel - es una posibilidad. - Puede mamá, pero no lo creo porque tampoco quiere que Gabriel este con Lucrecia y conociéndola no le importaría la suerte de ese niño, pero según se lo ha ido a ver. - Igual es una posibilidad esa mujer es mala. - Sabes que Sabrina y Sebastián están teniendo problemas, al parecer una ex novia de Sebastián regreso y está compartiendo mucho tiempo con él y Sabrina no creo que solo busque una amistad. - Otra novia que regresa, ¿pero estos hombres que tienen que las atrae? - Lo pensé, Sabrina me contó más o menos porque lo pensaba y es el mismo patrón que hizo Emilia ¿No crees que es mucha casualidad? - Las mujeres zorras todas se comportan igual, esperemos el guapote no caiga en esas garras por el bien de sus hijos. - me mente vuela a lo que me dijo de Melina - ¿Estás escuchándome? - Si mamá te escucho, pensaba que debo hacer unas visitas mañana, tengo un día largo, voy a ver a Benjamín y presentarle a Santiago además de hablar con Daina y hacer una visita desagradable. - ¿A dónde? - Mejor no te digo porque me regañaras. - Así será, mientras que te mantengas viva y resuelvas tu vida te apoyo. Ahora a dormir. -*- El día siguiente mi hija se despertó temprano, se me tiró encima,abriéndome los ojos y jugaba. Se levanta con tanta energía, que me sorprende como se adapta al cambio de horario. - Duerme un rato más, amor. - ¡Mamá! - me despierto y la veo toda despeinada y con su sonrisa amo verla, es como ver a los ojos de su padre, pero sin malicia. - ¿Tienes hambre? - Si, leche. - A no eso es en la noche no seas viva - me hace puchero y me levanto antes de caer en esos ojitos. - Te despertaste temprano - me dice mamá preparándose el café. - Tu nieta me fue a despertar. - Esa niña está loca, a mí también me despertó creo que se vio sola y dijo mejor las despierto, no se como se salió de la cuna. - Muy inteligente. Después llamo a Benjamín para confirmar la reunión de hoy con Santiago, quedamos en ir a cenar lo que significa que tengo la mañana para resolver un tema. - Mamá me voy. - Cuídate - les doy un beso. - Pórtate bien cuida a la abuela. Veo a José ya listo y preparado en la puerta de la casa. - ¿Tú no descansas? - Anoche lo hice. - ¿Desayunaste? - afirma Gaby sale corriendo a sus brazos y la carga-¿Que le diste? cuando te ve se emociona - No lo sé, le caigo bien. - Por lo menos a alguien le caes bien, a ver niña adentro que ya nos vamos. - No, mío. - se aferra a su cuello. - Enamoraste a mi hija- se la quito y la dejo en casa - hoy tengo un día largo te vas en otro coche porque yo manejo el mío. - Señora... - Buen día. Después de casi una hora manejando llegó al lugar menos agradable del mundo. - Señora sé que no debo meterme, pero... ¿Qué está haciendo aquí? - Necesito hablar con alguien. - No creo que al señor le guste verla aquí. - El señor no se va a enterar -me mira mal- vamos, mantén distancia, pero no te alejes mucho. - De acuerdo. Paso el protocolo, José entrará conmigo menos armado, pero me puede ver de dónde estoy. - Vaya, esto no lo esperaba, que sorpresa. - Lo mismo digo, te queda el traje, te ves muy mal. - ¿A qué se debe que la señora Ziegermman se baje de su pedestal y venga a verme? O dejaste de serlo. - Aceptas que estoy por encima de ti, que bueno; sigo siendo la señora.- ¿Te gusta tu estadía? - ¿Te viniste a burlar de mí? Debes estar feliz. - No había pensado en ti, pero te lo mereces después que casi matas a mis amigos. - Si no pensabas en mi ¿Qué haces aquí? - Te diré algo, lo bueno de ser médico es que conoces a muchas personas del medio y ser la esposa de Gabriel más. - ¿Y me dices eso porque...? - Se que Gabriel te ha hecho pagar muy caro lo que hiciste y con creces pero puedo hacer que tú vida mejore, aunque sea un poco. - Encerrada aquí no veo como puede hacer eso. - Podrías estar en el patio, comer bien y recibir visita, por lo menos de tus padres. - me mira con los ojos esperanzados - sé que estas a pan y sopa una vez al día, en tu celda no ves ni el sol y no tienes visitas a menos que sea tu abogado. Eso pasa cuando te metes con dos hombres tan influyentes, ¿No quieres mejorar eso un poco? - ¿Qué quieres? - la tengo - Respuesta rápidas, concretas y sencillas. - ¿Sobre qué? si Gabriel o Marcelo se enteran harán mi vida peor de lo que ya es. - Tú te lo buscaste, pero no te preocupes por eso; ambos están pendiente de su vida y tú no formas parte de ella. - ¿Cómo sé que cumplirás? - Si algo conociste de mí es que cumplo lo que digo. - ¿Qué quieres saber? - Tenías una buena vida dónde estabas, podrías embaucar a otros tipos como Gabriel y Marcelo, pero regresaste a molestar como no pudiste con Gabriel fuiste por Marcelo. - Amé a los dos hombres y los perdí por tu culpa y la de tu amiga, era una deuda pendiente. Uno de los dos tenía que caer en cualquier momento. - No cayó ninguno, sin embargo, cuando secuestraste a Daina le dijiste que por lo menos te había salido con la tuya con una de nosotras. Obviamente esa fui yo ¿Qué hiciste? - Nada, sabía que te habías ido que Gabriel estaba buscándote y me aproveche de la situación. - no le creo. - Lucrecia era tu amiga, ¿Cómo es que no se molestaba porque lo persiguieras y a ti que ella fuera el padre de su hijo? Es confuso conociéndolas. - Los resultados a veces justifican los medios. - Pero ninguna me lo quito o por lo menos no directamente, no obtuvieron nada que las beneficiará sobre todo tu - respira frustrada - había alguien más que se beneficiaba. - ¿Quieres saber si alguien más nos ayudó a qué te fueras? - ¿Quiero saber si fue mi suegra y/o tu amiga? Por cierto me parece ilógico que teniendo sus contactos y llevándose tan bien con Gabriel no haya hecho nada por ti. - Emilia hace lo que puede - Bingo. - ¿En qué consistía el plan para separarme de Gabriel? - No sé de qué hablas. - Vamos Melina, estamos llevándonos bien, estoy dispuesta hacer algo lindo por ti, pero te lo tienes que ganar. - Mejora mis condiciones y tal vez recuerde. - Se levanta y se va. - Nadie se puede enterar de esta visita. - No se lo contaré a las ratas de mi celda. - Salgo de ahí y José me ve preocupado. - No debió verla el señor, tiene prohibido... - Si ya lo dijiste. Veo a mi amigo y me acerco -¿Conseguiste lo que querías? - Casi, quiero pedirle otra cosita. - ¿Qué será? - Se que hay órdenes de que esa mujer no puede salir de su celda a menos que sea para hacer oficios en la noche donde no vea a nadie ¿Podemos darle las tres comidas del día? - me mira- es comida, la pobre parece calavera. - Si se enteran de que se desobedeció la orden. - Yo me encargo de eso. - No se Lucia. Esta bien - ¿En el comedor?- están sorprendidos- todo lo demás seguirá igual, el almuerzo que sea en el patio para que vea el sol. - Estás pidiendo mucho. - Yo me encargo de quién dio la orden - afirma -Perfecto. Regreso al coche.Te voy a desenmascarar Emilia y si mi suegrita te ayudo sabrá lo que es desearle la muerte a mi hija.
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