Nada va a arruinarme el día, ni siquiera Lucia, aunque fue astuta ve que irritar a Emilia para que ella misma me venga a decir las cosas.
- Hola Gabriel ¿Cómo estás?
- Hola Víctor, bien seré puntual porque voy a resolver un asunto, averíguame la relación entre Emilia y Albert Fischer, ¿qué tan buenos amigos son?
- Está bien, cuídate.
- Cuando llegó a mi coche veo a Xavier
- ¿Qué haces aquí que no estás con la señora?
- Lo siento señor, pero se fue sin que la viéramos, estoy tratando de localizarla. - dame paciencia con Lucia. - de verdad lo siento.
- No es tu culpa Lucia es un as para escaparse de los guardaespaldas, debe estar camino a su departamento. Ve para allá, Nicandro vamos tengo asuntos que resolver.
- ¿Lo llevo a gimnasio o a casa?
- Al gimnasio, voy a hablar con Petter y luego a ver a la tramposa que tengo por madre.
Mi corazón está inquieto, está situación no me gusta, no me gusta a Lucia enredada con Emilia y estás desgraciadas, unos minutos después estoy en el Body-FitnessP.
- No vas a entrenar aún no estás en condiciones - escucho a Petter - pero meda gusto verte aquí.
- A mí también me da gusto verte, estoy en buenas condiciones te lo aseguro anoche hice ejercicio y puede que me haya extralimitado pero mis heridas están bien.
- Me alegra escuchar eso, pero puedes entrenar en un par de días para estar seguros.
- Vine porque me enteré de que mi esposa es la madrina de mi sobrino, que por cierto ya debe de estar por nacer en estos días.
- Si ya estoy preparándome para ese momento y no puede tener mejor madrina.
- Estoy de acuerdo, es una elección certera lo que me llamo la atención es que recordé que no me quisiste decir quién era su madrina porque no me iba a gustar, eso fue antes que Lucia llegará al país.
- Pregunta sin rodeos Gabriel.
- ¿Sabías dónde estaba Lucia todo este tiempo? - estoy molesto que hasta mis amigos me lo ocultaran.
- No
- No me mientas, estoy empezando atar cabos, insistía en qué no estaba buscándola bien, luego cuando hablamos de si ella está bien o incluso si estaba viva insistía que ella estaba muy bien, hablaste de los papeles antes de que yo lo supiera y luego me metiste la idea de que alguien de mi familia debía saber dónde estaba.
Me mira analizando mis palabras, sabe que lo descubrí - y tenías razón si había alguien de mi familia que lo sabía.
- ¿Fue quién le hizo llegar los papeles?
- Si, ¿Por qué no me dijiste dónde estaba Lucia?
- Porque no sé dónde ha estado - lo miro frustrado ¿Por qué deben mentirme? - pero si hablaba con ella una vez a la semana, quería saber cómo estabas y si tenías amiguitas que te cuidarán.
- ¿Amiguitas? - recordé la noche en el bar - fue ella quien estaba al teléfono cuando me enteré de que estabas embarazado, quién me dijo que yo era un hombre con dueña. - se ríe. - pensé que había alucinado por los tragos, te pregunte si era ella y lo negaste.
- Lo hice, fue lo más difícil que he hecho estar entre ustedes dos sabiendo lo mucho que se aman.
- ¿Por qué no me lo dijiste?
- Ella me dio esa condición, se mantiene en contacto conmigo para yo darle información de cómo estabas, pero tú no podías saberlo porque si no iba a dejar de llamar.
- Sufrí.
- No se lo dije, ella también sufrió sigo insistiendo que alguien metió su mano en esta situación y podría jurar quién fue.
- ¿Mi madre? - lo observó y afirma con un gesto muy sutil - si yo también lo sé, pero no lo ha hecho sola.
- ¿Qué estás haciendo o piensas hacer?
- Destruir a quien se atrevió a lastimar a mi mujer y separarla de mí.
- Puedes hacer algo de cardio así despejas la mente, pero no abuses.
- Lo haré, aunque hoy mi máquina de hacer cardio no la tengo en casa.
- ¿No? - niego y me mira sin entender.
- Está enojada conmigo por un malentendido de esta tarde - nos reímos y Petter me lanza un papel.
- Hiciste mucho cardio anoche, estás con cara de idiota sobrado y ahora dices que no la tienes en casa ¿Regresaron?
- Yo digo que sí, ella dice que no. Aunque estoy algo a la defensiva con ella, me está ocultando cosas y no son tonterías.
- Dale tiempo, está volviendo a confiar en ti no seas impulsivo.
- Lo sé, pero sabes muy bien que ella tiene la capacidad de hacerme enojar de la nada. En tu vida me vuelvas a ocultar algo tan importante como esto Petter, mis amigos en vez de apoyarme a mí la apoyan ella eso es una ofensa.
- Míralo por el lado bueno, no hubo ni una semana que no quisiera un reporte de lo que hacía su amado. Lo que significa que nunca dejo de pensar en ti.
Me voy a resolver otro asunto importante que necesita mil veces el doble de mi autocontrol.
- Hijo por fin vienes, estado pensando mucho en ti.
- Madre...
- Estaba muy preocupada por ti.
- Me lo imagino, ¿Papá?
- No lo sé, trabajando.
- Mamá, sé que papá se fue de la casa ¿Por qué?
- Por tonterías, pero ya lo resolveremos ahora cuéntame tu, ¿Es cierto lo que hizo Lucrecia, el niño no es tuyo?
- ¿Quieres hablar de eso para empezar la noche? - me mira sorprendida por el tono de mi voz.
- Niño Gabriel que gusto verlo - escucho a mi Nana.
- Gabriel, Gloria te lo dije, perdiste los derechos de tratarme como antes.
- Gabriel no le hables así, ella ha estado pendiente de ti toda la vida.
- Si la trato así es porque me mintió y sabes cómo soy con eso madre, lo que es tu culpa porque ella no haría nada sin tu autorización.
- Gabriel...
- Es cierto - miró a mi Nana - dime que no fue ella la que te obligó a ocultarme que Lucia vino ese día a la casa y vio un error.
- Gloria retírate, yo hablaré con él.
- Yo quería esperar después de la cena, pero ya que tocaste el tema. ¿Quieres hablar?, hablaremos. ¿Qué hiciste para drogarme y hacerle creer a Lucía que le fui infiel con Emilia?
- ¿Qué dices? Lo que me faltaba que me acuses de drogarte.
- Bien, explícame cómo termine en mi cama dormido con Emilia a mi lado completamente desnudos cuando lo último que recuerdo es que me dormí solo porque me sentía muy agotado después de un té que me mandaste hacer.
- Solo fue té y que dudes de mi me ofende ¿Quién te mete esas locas ideas a la cabeza?
- Deja el drama de mujer ofendida madre porque estoy muy molesto, y si no te trato como debería es porque eres mi madre así que ¡Habla!
- No sé qué quieres que te diga.
- Bien, entonces no sabes porque Lucia me vio desnudo con Emilia en mi habitación, tampoco sabes cómo entraron aun cuando la que habré la puerta es Gloria y nadie entra a esta casa sin tu autorización, que conveniente.
- Gabriel, si estuviste con Emilia y Lucia te vio ¿yo que culpa tengo?
Respira Gabriel, es tu madre - La culpa la tienes porque fue en esta casa y yo nunca lo supe, tú me lo ocultaste, así que deja la carita de inocente que me estás haciendo perder la paciencia.
- Yo no acepto que mi hijo me acusé, mucho menos por esa mujercita, ya te dije que no sé de qué hablas.
- La mujercita tiene nombre y es mi esposa- me calmo y me siento - está bien madre, no sabes de eso. Háblame de algo mucho más importante ¿por qué sacaste a Lucía del país hace dos años y durante todo este tiempo sabias dónde ha estado y no me lo dijiste aun cuando me veías desesperado buscándola?
- ¿Qué clase de madre crees que soy que no se conduele del dolor de su hijo?
- Eso es lo que llevo días preguntándome ¿Qué clase de madre eres?
- Gabriel Ziegermman, te estás pasando de la raya.
- Madre solo responde ¿Me dirás qué fue mi papá quien sacó a Lucia del país? ¿Qué fuiste Alaska por casualidad del destino? - me mira con frustración. - tartamudea buscando que decir - no lo niegues madre, salió en nuestro avión y no había nadie en el país excepto tu qué la ayudará.
- Admiro que la ayude a salir de Berlín a Múnich, ella estaba muy mal me pidió ayuda porque tuvo una discusión contigo y no quería verte, la ayude, pero nunca se me ocurrió sacarla del país solo quería que se calmarán las cosas.
- Que conveniente, digamos que te creo y la ayudaste porque ella te lo pidió cosa que se me hace imposible creer cuando no se llevan nada bien. ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué despedir a todos los hombres que trabajaron ese día en el aeropuerto? ¿Por qué esconder tus pasos y que la ayudaste?
- Porque te conozco mira tú genio, no quería que armaras una discusión sin sentido.
- ¿Te parece que Lucia es algo sin sentido?, ¿que mi esposa crea que le fue infiel y que se haya ido es algo sin sentido?
- No hijo...
- ¡Respóndeme las preguntas que te estoy haciendo y deja de evadirlas!
- Ella me llamo porque acaba de discutir contigo, decía que le dijiste cosas horribles y que necesitaba irse lejos y precisamente porque no nos llevamos bien sabría que la ayudaría, pero solo le dije que se fuera a la casa de Múnich, quería que se calmara y luego que hablaran no tuve nada que ver con que se fuera del país.
Eso tiene sentido.
- Me imagino que también piensas que no tienen sentido haberle dicho que Lewin es mi hijo cuando prohibí que nadie se lo dijera. - se pone pálida.
- Yo... no ... - tiro un vaso y se sobresalta.
- ¿Crees que soy Imbécil mamá? ¿Que puedes engañarme como un niño? Claro que lo piensas, si es lo que has hecho toda la vida.
- No me hables así
- ¡Yo te hablo como te mereces! Fuiste aprovechando cada oportunidad hasta que lo conseguiste, primero tus comentarios pesados sobre su enfermedad, luego porque no podía darme hijos, haciéndola sentir menos e insegura, yo lo ignoraba porque no quería problemas, pero resulta que fue un error buscabas destruir mi felicidad.
- Tu felicidad es lo que más me importa, tu hermana y tú se merecen lo mejor.
- ¡¿Entonces porque te empeñas en destruir lo que nos hace feliz?! No me salgas con que no tienen nada que ver con que Lucia me haya visto en esta casa con Emilia, que por solidaridad ayudaste a Lucia porque no te creo.
- Es la verdad no puedo cambiar tu opinión si no me crees.
- ¡Papá se fue de la casa porque no soporto tus mentiras, lo que me hiciste! Te dije que Lucia no podía saber lo de Lewin, que estaba delicada y una noticia como esa podría afectarla ¿Y tú qué hiciste? Vas y se lo dices.
- Yo... Fue accidental y ella ató las piezas.
- Claro, la buena samaritana que siempre ha odiado a mi esposa de repente por accidente se le salió decir que tengo un hijo con mi examante al frente de ella. ¡¿Querías matarla?! ¿Qué diablos te paso por la cabeza? Fui muy claro contigo ¿Por qué se lo dijiste?
- Yo no quise.
- ¡Mentira! ¡todo lo que sale de tu boca son mentiras y más mentiras! Y te llevas a Gloria contigo ¿Qué demonios te ha hecho Lucia para que la odies?
- Yo no la odio, solo creo que mereces una mujer que te de todo lo que necesitas.
- ¿Quién te dijo a ti que ella no me da lo que necesito, lo que quiero, lo que me hace falta? ¿Quién te ha dado el derecho de decidir con quién debo o no compartir mi vida? No te agrada, está bien pero no te metas ni armes intrigas. Perdí a la mujer que amo por tu culpa una vez y te perdone porque ella me lo pidió, ahora vienes y vuelves armar un problema y está vez madre no te lo pienso perdonar.
- Gabriel escúchame, si hice mal en decirle lo de Lewin, pero fue accidental, aunque no me creas - dame paciencia - pero no había maldad en ello, te lo juro.
- No jures madre, está vez sobre pasaste los límites.
- Mi amor, ¿no vez lo que esa mujer trata de hacer? Quieres que me odies.
- Te haces odiar tu sola, tienes la suerte de que seas mi madre porque en este momento estarías peor que Melina.
- Gabriel, yo no me he metido en tu vida y si lo hiciera tengo derecho por haberte traído al mundo, quiero tu bien
- ¡¿Por bien compraste a mi abogado y le exigiste que te dijera mis pasos?, ¿por mi bien le mandaste los papeles del divorcio a Lucía a Alaska?, ¿por mi bien inventaste una nota que ella nunca escribió? ¿por traerme al mundo te crees con derecho de manejar y destrozar mi vida?! ¡Contéstame!
- ¡¿Qué clase de madre eres?! - escucho a Sabrina gritar desde la puerta
- Ahora no Sabrina - le responde mi madre.
- ¡Ahora sí! ¿Como una madre puede hacer lo que tú me hiciste?
- Estamos hablando de algo importante y no sé de qué hablas.
- Me pregunte ¿cómo supo Darla dónde estaba hospedado Sebastián porque ni yo lo sabía? Así que me puse a investigar y resulta que se lo dijiste tú.
- ¿De dónde sacas esa locura? Ni la conozco.
- Quieres arruinar mi matrimonio, no te importa el sufrimiento de mis hijos, tus nietos ¿Que te hizo Sebastián para que lo odies?
Lo sabía, sabía que tenía que ver en eso.
- Mis hijos vinieron a decirme estupideces por sus exesposos.
- Sebastián sigue siendo mi esposo y eso no va a cambiar, ayudaste a Darla a meterse en mi matrimonio y no me digas que no la conoces porque resulta que te han visto con ella en el club, en restaurante y Emilia te está ayudando.
- Emilia otra vez - interrumpo.
- Yo no sé de dónde sacan tantas estupideces ustedes dos, uno me culpa de que su mujer se haya ido y de que arme toda una treta para separarlos y ahora tú me culpas de lo mismo.
- Porque lo eres, Sebastián tiene razón nunca lo has aceptado y no sé qué te llevo hacer tan cordial durante estos años, pero viste tu oportunidad y nos estás arruinando; no lo pienso permitir.
- Tenías un futuro brillante y lo botaste por ese tipo, ¿Cómo no puedes ver toda la desgracia que te ha traído?
- ¡Estás mal mamá! ¿Un futuro con un conde mujeriego, machista, arrogante que veía a una mujer solo como un objeto s****l? ¿Qué me presionaba para que me acostara con él? Ese era mi futuro, el hazme reír de la población como lo era cuando era su novia. Mire a Sebastián como lo que era, el hombre perfecto para mí, si a ti no te gusto eso es tu problema, no eres tú quien duerme y convive con él, soy yo la que elige, soy yo quien decidió compartir su vida con él y no tienes derecho a meterte.
- Más claro imposible - le digo. - a ver si lo vas entendiendo.
- Amo a Sebastián, es el hombre y el padre de mis hijos, ni tú ni nadie me va a separar de él, grábate eso en tu cabeza y te quiero a metros de distancia de Sebastián, de mis hijos y de mí.
- Él te engaña y la mala del cuento soy yo; Increíble.
- Él no me engaña, tú lo hiciste, tu sabías que estaba con papá en ese hotel, sabías que no iban estar ahí esa noche porque papá te lo dijo y tú te aprovechaste de eso y yo caí como tonta; seguro eso hiciste con Lucia y Gabriel, eres de lo peor madre y está vez no te lo paso por tu culpa Sebastián no quiere ni verme.
- Sabrina...
- ¡Aléjate de mí y mi familia Selena Ziegermman!
Sabrina sale de la casa molesta y estoy muy decepcionado y molesto.
- ¿Vez lo que ocasionas madre?
- ¿Yo ocasionó? Esto lo hicieron ellos ¿no vez lo que traman hijo?, primero tu padre, luego tú y ahora Sabrina. No mentiré, no me gusta Lucia ni Sebastián, pero ustedes se casaron con ellos y he tratado de ser cordial ¿por qué haría algo para perjudicarlos?
- Porque tú orgullo y tu manera de ver las cosas son más importantes de lo que queremos Sabrina y yo; te dije que no te quería inmiscuida en mis asuntos, pero ahí vas tú, siendo la causante de todo, armando problemas, mentiras y uno se cansa madre.
- Hijo cómo te hago entender...
- No ... Me ... Mientas ¡Como un demonio! Se lo que has hecho, tengo pruebas y nada de esto me lo ha dicho Lucia, mira lo que has hecho con Sabrina, conmigo con papá, lograste que el hombre que te ama y no puede vivir sin ti te dejará. Piensa lo que haces.
- Yo quiero lo mejor para ustedes, para esta familia.
- Lo mejor para nosotros es que te mantengas a distancia, y ruega madre por no tener nada que ver que con lo de Lewin porque me olvidó que eres la mujer que me trajo al mundo y sabrás porque mis enemigos me odian.
- ¿Hijo te vas a dejar engañar por una mujer que te abandono en vez de tu madre?
- Lo has dicho madre, me has engañado muy bien, es la segunda vez que intentas separarme de Lucia y está vez te luciste, lo lograste por dos años, pero ella va a volver conmigo y está vez cumpliré mi promesa. Te quiero metros de ella, no te quiero en mi vida, y si me entero no solo de que te acercaste a ella si no que pensaste en ella lo vas a lamentar.
- ¿Estás amenazando a tu madre?
- A mi madre se le olvidó que tenía un hijo así que si tú no piensas en mí y el daño que me haces, ¿por qué yo debo hacerlo?
- Gabriel no te atrevas a dejarme hablando sola, no me hagas hacer una tontería.
- Atrévete y me vas a conocer y ahí si vas a sentirte orgulloso porque seré el hijo que heredó la maldad de su madre. ¡Aléjate de mí! Y reflexiona, estás sola y así te vas a quedar; ¿en que momento pasaste hacer un ser vil?
- No lo soy.
- Mira tus actos y mantente alejado de mí, de mi mujer y mi vida.
- Gabriel, Lucia es una mujer enferma, no puede darte una familia y no puede hacerte feliz.
- Estoy harto de que menciones que no puede darme hijo y su enfermedad, eso es algo entre nosotros, yo la escogí así, decidí casarme con ella con todo y sus defectos y tú no tienes porque cuestionarme en mis decisiones; ¿Quién te dijo que yo no soy feliz con ella? ¿Es que no te has dado cuenta de que yo no soy nada sin Lucia a mi lado?
- Casi mueres por ella, te volviste un amargado, mal educado, obstinado…
- Por que no la tenia a mi lado, porque estaba frustrado buscándola y me veías en esas condiciones y muy poco te importo.
- Hijo yo pienso que la mujer para ti es Emilia y…
- Me importa poco lo que pienses, aquí importa es lo que yo quiero y quiero a Lucia; te guste o no. Y como veo que no hay manera de que lo entiendas es mejor que te mantengas lejos de nosotros.
- La prefieres a ella en vez de a mi que soy tu madre.
- Una madre que se le olvido el significado de lo que eso significa, mejor ocúpate de arreglar las cosas con mi papá y deja de meterte en nuestras vidas.
- ¡Son mis hijos! si ustedes no ven lo malo yo debo enseñárselos.
- Lo único que veo es a ti haciéndonos daño a nadie más.
- Esto es culpa de Sebastián y Lucia, nos quieren separar.
- Esto es culpa tuya de nadie más, lo único que ha hecho Lucia y Sebastián es aguantar tus impertinencias por el amor que nos tienen y nosotros por respeto a ti te hemos dejado humillarlos excusándote por todo y hacerlos sentir mal sin darnos cuenta del daño que nos haces; pero se acabó.
- ¿Por qué no me entiende?
- ¿Como vamos a entender el daño que haces? No ves que tus actos en vez de hacernos felices hacen todo lo contrario. Estas mal, busca ayuda antes de que termines peor, pero eso si mantente muy lejos de mi.