Capítulo 2

2400 Words
—¿Dónde carajos te has metido, Bobby? Musito mientras camino por los pasillos de la facultad, es hora del almuerzo, no soy de las que le guste comer las basuras que venden en la cafetería, pero no me queda de otra, es eso o comprar unas galletas rancias en la máquina expendedora; salgo al patio y cerca de uno de los jardines logro ver al idiota de Bobby de espaldas, suelto una pesada respiración y me hago camino, noto como algunas chicas me miran con enfado, muchas de ellas conocidas por querer ser la mascota de mi “queridísimo” amigo, pero no han logrado su cometido, la verdad no se pierden de la gran cosa, una de las únicas razones por las que me he acostado con él, es porque es quizás al único ser sobre esta tierra que no mataría si me dejo llevar por mi deseo, los súcubos, al igual que los íncubos, liberamos demasiada energía en nuestros encuentros sexuales, una vez cometí el error de acostarme con un humano y gran sorpresa, terminó desmayado en medio de un orgasmo, definitivamente patético, los humanos son débiles; Toco el hombro de Bobby para llamar su atención, gira levemente su cabeza, me da una media sonrisa y mira de nuevo al frente arrojando humo —Gracias al cielo que eres un jodido íncubo, no tienes que temerle al cáncer —¡Sht! Cállate, idiota, recuerda que no podemos decir lo que somos Trata de silenciarme, yo solo ruedo los ojos con enfado, un olor peculiar llega a mi nariz ¡Ahg! Es bastante desagradable, dudo que sea tabaco, conozco el olor artificial de la nicotina, noto que viene de su cigarrillo —¿Qué carajos fumas? Pone una sonrisa sombría, noto el centelleo verde en sus ojos, me gusta cuando me muestra de esa forma la magia de su naturaleza, exhala humo de nuevo arrojándomelo a la cara haciéndome toser ¡Cabrón! —No seas ridícula, solo estoy quemando el césped de satanás Dice con diversión, mis ojos se abren como platos y al notar que esto nos puede meter en problemas frunzo el ceño y pongo mis brazos en jarras ¡Carajo! No le voy a permitir que mis esperanzas de un poco de normalidad las joda haciendo este tipo de estupideces —¡Robert Atkins! ¡Mierda! ¿Enserio? ¿Hierba? Eres el íncubo más imbécil que conozco, ¿No tienes suficiente con ser un demente natural? Ahora además de demente estarás intoxicado y tendré que patearte el culo de vuelta a casa Chillo molesta poniendo mis brazos en jarras, creo que mi aura se alteró un poquito, solo él logra hacer que pierda la calma, suelta una pesada respiración, agacha su cabeza para después arrojar el jodido porro al suelo pisándolo haciendo que este se apague, levanta sus manos en señal de derrota —Ya, niña llorona, solo ocupaba un poco de relajación, no seas escandalosa —No seas un idiota Bobby, sabes que te pueden expulsar por esto, ya bastantes problemas tienes con los profesores Frunce el ceño y me mira con su expresión molesta, me pongo a la expectativa, cuando se enoja hay dos caminos, el primero, se vuelve un miserable energúmeno que destruye todo a su paso o, termina llorando como una nenita —Sabes bien que estoy aquí por mamá, no tengo ninguna necesidad de estar en esta jodida universidad Vocifera con evidente molestia; La señora Atkins ha dado todo por sacar a Bobby adelante, pero la depresión en la que está hundida es una cruz difícil de cargar; al igual que nosotros, ella es un ser paranormal, una súcubo, se enamoró de un humano, pero no cualquiera, se juntó con un traficante de drogas, sí, el padre de mi amigo era un mafioso que estaba hasta el cuello de problemas, cuentan que un día el tipo debía más de la cuenta a su dealer, ¿Qué sucedió? Sencillo, fueron tras él y le dieron un tiro en la frente, nunca lo conocí, sé lo que pasó porque escuché rumores y Bobby tuvo la confianza de decírmelo, cuando eso él solo tenía quince, aun así el idiota del señor Atkins lo introdujo a su mundo, sabía la naturaleza de su hijo y lo usaba para robarles mercancía a otros traficantes contrarios, en definitiva, afectó demasiado a su hijo al grado de que no le importó pensar en un futuro para él, solo aprovecharse de sus poderes; Luego de su muerte, la señora Atkins se deprimió y tuvo que vender algunas cosas para subsistir, Bobby se enredó con mafiosos, todo mundo lo sabe, pero es un secreto a voces, por eso siempre tiene dinero, por eso sus autos de lujo, todo con dinero ganado a costo de sangre, aún a sabiendas de que no es la persona más decente, decidí permanecer cerca, sé que he logrado frenarlo de que cometa más estupideces, todos me advirtieron de él, pero decidí ignorarlos y ahora estamos los dos a sabiendas de que uno puede contar con el otro cuando sea   —Tu mamá quisiera que salieras de tus mierdas para ser una buena persona Chasquea su lengua con enfado, suelto una pesada respiración y por unos momentos nuestras miradas se conectan, veo algo de nostalgia en esos ojos verdes, le duele lo que pasa, lo sé, no es de piedra —Sabes que odio a mamá desde que decidió quedarse hundida en su hoyo, toda una inmortalidad para que la tire a la basura Gira su mirada hacia otra dirección, no niego que tiene razón, pero es una decisión que ella tomó, está consciente, solo le queda respetarla  —No puedes seguir el camino que tomó tu padre Susurro apenas, suelta una pesada respiración, solo logro ver como sus hombros se mueven al soltar el aire —Sabes que no me importa, no puedo morir de todas formas, así que déjame vivir al límite ¿Quieres?   Dice con enfado aun sin mirarme, respiro profundo y trato de relajar la situación, miro hacia la punta de mis pies y comienzo a jugar con mis pulgares, por unos segundos más me da la espalda y luego se gira hacia mi   —Está bien, por cierto ¿No sabes de un empleo? Levanto la mirada y veo como arquea una de sus cejas poniendo sus brazos en jarras —¿Empleo? ¿Qué no trabajabas en el cine? —Me harté, sabes que necesito novedades, adrenalina Me da una sonrisa, sé que tras este gesto se oculta alguna locura suya, Bobby puede ser un tanto infantil —Puedes probar fumar conmigo —¡Ni lo sueñes! Chillo y él explota a carcajadas, ruedo los ojos y me giro en mis talones alejándome —¿Te enojaste? Pregunta mientras yo comienzo a caminar para alejarme de él, levanto mi mano y le hago esa seña con el dedo medio —¿Tu qué crees? El sarcasmo me florece con esa pregunta, de pronto siento su mano sobre mi hombro —Hey, lo siento, para, te tengo una oferta Capta toda mi atención, me giro para encararlo, y ahí él con su gesto de cachorro regañado, se ve ridículamente lindo, sonrío negando con la cabeza —No esperes convencerme con eso, pero te escucho Suspira y toma mi mano, la gira para que mi palma quede hacia arriba mientras con su mano libre comienza a trazar círculos sobre la palma, no levanta su mirada, pareciera estar concentrado en lo que hace, yo solo siento cosquillas en esa zona, sus largos dedos se mueven por toda la superficie   —Tengo un amigo, es el encargado en el Harrah´s —¿Harrah’s? Rueda los ojos con fastidio —Para tener cinco años en este lugar, no sabes nada —¡Oye! Chillo molesta, levanta su mirada hacia mí, sus ojos centellean de nuevo, en verdad quiere hacer las cosas bien —Es un casino, solicitan personal para algunas mesas de juegos, pagan bien y si no mal recuerdo, tú sabes jugar Black Jack ¿No? Asiento, es de las pocas veces que habla en serio, así que mi atención está en él por completo, más aún cuando el Black Jack está presente en la conversación, durante años, Tom y yo jugamos cartas, me enseñó algunos juegos, pero mi favorito era el Black Jack y solía patear traseros, en secundaria casi me expulsan por hacer mesas de apuestas, recuerdo lo mucho que se molestaron conmigo   —Puedo hablar con él, solo un mensaje y seguro el trabajo es tuyo, me las debe, solo deberías de cumplir con el protocolo de la entrevista de trabajo, ya sabes, para ocultar las apariencias ante el favoritismo y esas cosas Explica sin soltar mi mano, suspiro —Ya veo, ¿Harías eso por mí? Junta sus labios escondiéndolos, su mirada se suaviza, su mano va de la mía a mi mejilla acariciándome con su pulgar, este cabrón sabe que me encanta que me acaricie de esa manera, no es un toque que vaya a algo s****l, más bien, es un gesto tierno, quizás romántico, no lo sé, jamás me he enamorado de alguien   —Sabes que haría muchas cosas por ti, nena, solo no me pidas ser santo porque no se me da, soy muy cabrón para dar algo enserio, sabes a lo que me refiero Dice mordiéndose el labio, sí, él no estará contento si no se folla a todas las humanas sobre la tierra —Jamás te pediría algo serio, creo que ambos estamos bien con nuestro arreglo Le doy un guiño y sonríe negando con su cabeza —Eres increíble en la cama, mi chica favorita Ahora soy yo quien pone los ojos en blanco y niego con mi cabeza, es un sinvergüenza, soy su bendito juguete para echar un buen polvo salvaje, pero admito que yo también me desahogo con él   —Gracias por el cumplido, pero no funcionará para que te vea esta noche, a menos que me consigas hoy mismo esa entrevista, Beth va a matarme cuando sepa que dejé el otro empleo desde ayer Mis mejillas arden, sí, decidí faltar al trabajo sin avisar, ya estoy harta de que el maldito gerente me grite, odio limpiar baños cuando eso no me corresponde, además de que es un maldito pervertido, pero necesito un empleo cuanto antes, las cuentas no se pagan solas, el alquiler, la comida, todo un conjunto de responsabilidades que comparto con Bethany desde que llegamos juntas a esta ciudad para ser independientes —Esa idiota, no sé cómo puedes hacerle caso a esa cucaracha —No la llames así, es mi mejor amiga Suelta una pesada respiración —Es un fideo con patas, no tiene ni gracia, ni atractivo, no sé cómo carajos es una de nosotros —¡Oye! No seas duro con ella, si es bonita Protesto mientras él pone su cara de fastidio haciendo un mohín —Cómo digas, deja hago un par de llamadas y te paso los datos para que hagas tu entrevista Le doy una sonrisa pícara y jugueteo con mis cejas —¡uy! Alguien tiene urgencia por follar —Mucha Responde siguiendo mi juego, somos dos seres obscuros que no aspiramos a tener a alguien a nuestro lado —Te dejo hacer tus cosas de hombre ocupado, iré por algo a la cafetería Hace expresión de asco a la vez que agita sus manos al fin liberando las mías —¿Enserio? La comida ahí es asquerosa, terminará saliéndote otro brazo si comes algo de ese lugar Ruedo los ojos ante semejante declaración —Exagerado, solo iré por algo de café —Espero no te conviertas en zombi —Si lo hago, dispárame sin piedad, porque yo no tendré piedad contigo y te comeré Esa sonrisa juguetona aparece, ¡Carajo! Hablé en doble sentido —Es lo que quiero, que me comas Me da un guiño y niego con la cabeza, no pierde el tiempo —¡Ya! Deja eso, has tus llamadas, nos vemos después Asiente y me giro en mis talones haciéndome camino de vuelta a la cafetería, no evito suspirar, a veces creo que sí fuera un poquito menos Bobby, podríamos llegar a tener algo formal, no es tan mal chico, solo se dejó influenciar por su padre, podría incluso decir que es un alma rescatable, aún recuerdo cuando hace unos meses, en una de esas noches de desenfreno dijo amarme, luego dijo que fue el calor del momento, me dolió, algo en mí se ilusionó con ello, pero no puedo esperar mucho de alguien que su vida se basa en adrenalina e impulsos sin medir consecuencias, quizás Bethany tiene razón, debo alejarme de este círculo vicioso y dejar de mendigar afecto, quizás encuentre alguna otra criatura interesada en mí, aunque todo mundo le huye a los de mi especie, nos tachan de fríos y despiadados, cuando realmente si podemos sentir afecto, solo quisiera que se pusieran un poquito en nuestros zapatos, no me gusta verme como una víctima, pero somos criaturas incomprendidas, sí bien nuestro origen es un tanto violento, no significa que seamos de piedra. De pronto choco contra alguien, saliendo de mis pensamientos al instante —¡Lo siento! Mi voz sale más chillante de lo normal, sin alzar la mirada comienzo a recoger los documentos del suelo —¡Carajo!, ¿Te encuentras bien? Me pongo rígida sosteniendo uno de los papeles ¡Chispas! Esa voz, alzo la mirada y justo ahí el profesor Sanders, por extraño que parezca, mi pulso se dispara      —Pro-profesor, yo-yo Farfullo nerviosa, ¿Qué más hace falta que me pase con este hombre?, me da una sonrisa cálida, siento un escalofrío que eriza la piel de mi nuca, si, en definitiva, su aura es diferente a cualquiera que haya percibido antes —Señorita Silverstone, ¡Vaya! Con que soñando despierta Dice divertido, yo solo frunzo el ceño y seria continúo con mi tarea de recoger sus documentos para después ponerme de pie —Lo siento, solo fue un descuido, no se repetirá Respondo extendiendo los documentos hacia él, los toma y me da una mirada hipnótica, este hombre es realmente sexy  —Tranquila, solo un accidente que lo comete cualquiera, no hay cuidado en lo absoluto Sus ojos centellean ante mí de un peculiar color rojizo, ¡Chispas! ¿Qué carajos eres?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD