Capítulo 05

1008 Words
Katherine: Regresé al interior de la escuela en busca de Dani. No lo veía por ningún lado, así que comencé a buscarla en los salones vacíos. Y ahí estaba, acurrucada en el fondo de un salón. Me acerqué a ella y le toqué la cabeza suavemente para no asustarla. —¿Qué sucede? —pregunté. —Es lo que me dijiste, sobre eso de tu sueño. — me dijo. —¿Mi sueño? ¿Qué tiene? — yo ya sabía que algo andaba mal. —Temo que todo lo que dijiste sea verdad. — su voz se escuchaba cortada, estaba llorando. —¿Por qué dices eso? — dije sentándome a su lado — Yo creo que es bueno. Es algo úNiko. —No lo es. Estoy segura de que si los legados existiesen, tendrían una vida muy agitada y peligrosa, y si...yo fue era un semidios o un legado... No podría soportarlo, sería terrible Kath. —Dani, por favor, si fueras una semidiosa y yo también, yo te ayudaría a sobrellevarlo. Así que no te preocupes. Créeme. Dani me dio un abrazo y dejó de llorar por el bien de ella y de mis oídos. En ese momento tocaron la puerta, yo esperaba ver a Peter o cualquiera de los otros chicos, pero no. Lo que vi me dejó desconcertada. Era Dani. Otra Dani. —¿Kath, qué es eso? — dijo la Dani que tenía abrazando. Ella me apretó los brazos fuertemente y palideció. Me levanté rápidamente del suelo interponiéndome entre el monstruo y la Dani real. ¿Cómo sabía que era la Dani real? La Dani falsa que acababa de llegar tenía los ojos rojos. Exceptuando por eso, eran idénticas, mismo cabello castaño, ojos avellanos, rasgos faciales, todo. —Busca a Peter Jensen, los espero aquí. — le susurré a la Dani real — Corre cuando tengas la oportunidad. —Castle... — habló la Dani falsa con una sonrisa. Ella se estiró y mostró los dientes filosos. Ahora que me daba cuenta, su piel era más pálida de lo normal. Parecía un vampiro... ¡¡Una empusa!! Un monstruo griego que bebía sangre de los humanos y los devoraba después. Tomé la regla de madera del pizarrón y la partí en dos haciéndola un poco más filosa. Al menos la parte rota serviría para defenderme. —Que ingenua eres, semidios, no puedes matarme con una regla de madera, no es bronce. —Tal vez no sea bronce, pero puedo frenarte con esto. Me lancé hacia ella y ella hacia mí, sus filosos colmillos blanquecinos se clavaron en la regla, apreté más la regla y la sostuve al frente de mí. La empusa me empujó y caímos al piso, ella encima de mí tratando de destrabar sus colmillos de la regla para clavármelos en el cuello. —¡Corre! — le grité a la Dani verdadera quien salió corriendo por el pasillo. La empusa sacó sus garras y me rasguñó el brazo. La sangre comenzó a brotar de este. Luego de tanto forcejeo, la empusa dejó de poner resistencia, dejó de moverse y se dispersó en polvo con olor a azufre. Peter estaba en frente de mí con su espada de bronce en mano. Había evaporizado a la empusa y me había salvado la vida, si no hubiera llegado, seguro ya estaría bien muerta. —Buena resistencia, Castle. — dijo mientras me extendía la mano para ayudarme a levantar. —Buena estocada, Jensen. — tomé su mano y me levanté del suelo. —Dani está un poco preocupada por ti. Es un manojo de nervios. —¿Dónde está? — pregunté ocultando mi brazo herido —Está en el pasillo con Jason y Niko. Dani estaba casi tan pálida como la empusa que Peter acababa de matar y estaba llorando. Jason le daba palmaditas en la espalda para consolarla diciéndole que todo estaría bien y que la protegerían. Niko estaba recostado en la pared jugueteando con su anillo de plata. No podía culparlo, esas cosas no se le da bien. —Dani... — la llamé. Ella volteó a verme y corrió a abrazarme. —Kath. — su abrazo me estaba asfixiando — Dime que esto no es real... Dime que están mintiendo. La abracé, retuve las lágrimas que amenazaban con salir. No podía llorar frente a Niko, no, seguro él pensaría que soy una débil llorona, yo no soy nada así. —Dani, cálmate un poco ¿sí? — ella se alejó de mí con torpeza, se secó las lágrimas y se calmó — Sabes, cuando recibí la noticia me tomó por sorpresa, pero tienes que saber no es nada malo como piensas. —¿Les parece si nos vamos? — interrumpió Niko —¿Ir a dónde? — preguntó Dani dándole un sorbo a la cantimplora que Jason le había dado disimuladamente. Afortunadamente Dani sobrevivió al néctar. —Al Refugio. — dijo Peter recobrando la cantimplora de néctar de las manos de Dani — Deben estar esperándonos. —Pero yo no soy una semidiosa. — dijo Dani. —Lo eres. — Jason le dio la noticia — Bebiste néctar justo ahora. Solo alguien con sangre divina puede tomarlo. —O mueren en el intento. — dijo Nico burlándose Dani quedó petrificada y se desmayó en los brazos de Peter. Esa era más o menos la reacción que esperaba. —Deberíamos llevarla a la enfermería — dije mientras la mirábamos sin hacer nada. —Sí... deberíamos — dijo Jason sin hacer nada, solo observar. —Supongo. — Niko solo observaba. —¡¡Ayúdenme de una vez que Danielle no es tan liviana!! — Peter intentaba colocar a Dani sobre sus hombros. Cuando terminamos de reírnos de Peter, salimos de la escuela y fuimos a buscar el auto de Jason quien nos llevaría hasta la ubicación secreta del Refugio. Dani seguía desmayada en brazos de Peter y Niko estaba durmiendo. Por un momento me sentí relajada. Estaba a salvo y aparentemente no había enloquecido. Muchas cosas sí eran reales y eso me bastaba por ahora.
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