Después de esa charla con ese príncipe engreído salí a caminar, mi madre me habló en mi mente, que no me alejase, que estaban revisando a Jake, vine al lugar donde suelo entrenar con mi padre o mi abuelo.
Me colocó bien sobre el suelo, y me concentro, siento el agua bajo mis pies, en la profundidad de la tierra, y comienzo a extraerla, de pronto siento el agua subir hasta estar encima de mi.
Me concentro en ella, abro mis ojos, y la manejo con mis manos, de pronto siento alguien cerca, tras de mi, y le atacó con el agua que tengo, el golpe es fuerte, pero enseguida me preocupo, corro hacia el, yo pensé que era alguien más, pero es el, Damián.
- Estas bien.
El se pone de pie, y se mira hecho un lío, me observa molesto, pero enseguida sonríe.
- Creo que debí avisar que venía hacia aquí.
- Si, no deberías estar Espiando a las personas, pude haberte hecho mucho daño.
- Es sólo agua.
- Si, ahora es agua, pero recuerda que no es ese mi único poder.
- Valla, valla, que interesante, podrías mostrarme.
- No, yo no...
- Anda, me lo debes, por tu culpa estoy empapado.
- Deberías cambiar tus ropas, podrías enfermar, sería una lástima que muriera por un catarro y no a manos de el mago.
- A entonces quiere usted que ese mago acabe conmigo.
- No, claro que no, pero veo que es usted algo inconciente, quiso atacar a alguien que no conocía, eso es no valorar su vida, debe siempre conocer los alcanses de su enemigo, si no está en un gran peligro.
- Bueno, es una buena forma de morir, si es protegiendo lo que uno ama.
El se acerca a mi, y sonríe, pero no, yo no caeré en las garras de este cínico.
- Pues si, morir por su hermana creo que es un buen intercambio.
- puedo preguntarle algo princesa.
- Si, claro, pregunté.
- Veo que es usted muy hermosa, nada le falta, si no al contrario, es usted muy agraciada, muy bella, su rostro es hermoso, su cuerpo es un bello regalo a la vista de cualquier hombre.
Por que aún no se ha comprometido, supongo ofertas no le deben faltar.
Y me quedo asombrada, este cínico no se guarda nada, dice lo que piensa.
- Pues no es de mi interés casarme, espero que cuando llegue el momento sea por amor, en mi familia no se acostumbran matrimonios forzados, desde mis abuelos, mis padres, siempre han sido libres de elejir a sus parejas, así que yo aún no encuentro a un hombre digno que valga la pena ese gran compromiso.
- Entonces el Rey jamás la obligaría a casarse por obligación.
- No, de hecho mi padre es feliz por que no me casare jamás, no le veo el caso, yo soy una mujer independiente, fuerte, puedo protegerme a mi misma, así que para que querría a un hombre.
El se acerca a mi, observando mis labios, yo me quedo algo nerviosa, y cuando intenta acercarse más, choca con una pared invisible, puse un campo de fuerza.
- No se equivoque conmigo Damián, yo se que clase de hombre es usted, va por ahí llevando a la cama a cuanta noble se lo ha permitido, pero yo no soy así, por ello no vuelva a intentar nada conmigo, mis besos serán del hombre que logre enamorarme, sólo de esa manera dejarán de ser puros.
Me giró y me alejo, me siento algo nerviosa, tenerlo cerca me afectó más de lo que hubiese pensado, pero no quiero que el lo note, no deseo estar cerca de el, no logrará que yo caiga en sus redes.
Voy a el castillo, y veo que aún siguen aquí mi abuelo, mis tíos y ahora la abuela Alondra.
Me acerco a ellos y los saludo a todos.
- Mi pequeña Valentina, cada día estas más hermosa.
- Eres la viva imagen de tu abuela Alondra cuando la conocí.
- Se quedarán a comer abuela.
- Claro querida, este día estaremos aquí, tu abuelo desea hacer algunas inspecciones a los alrededores, así que yo estaré contigo par a saber que hay de nuevo.
- Que bien abuela.
Me abrazo a ella, mi abuela es tan amable, dulce, desde que tengo memoria, mi abuela siempre ha estado para nosotros, ella nos llevaba a su castillo, nos cuidaba por días, amabamos estar en los jardines con ella, nos preparaba postres deliciosos, mi abuelo es un hombre que de verlo da terror, pero mi abuela lo reprende, es muy gracioso, dice que no existe hombre o ser que le de algo de miedo a mi abuelo, pero el dice que la única persona que lo atemoriza es mi abuela, es muy gracioso.
Vamos todos al comedor principal, y es una comida muy agradable, los hermanos Guereld se sienten bienvenidos también, es muy agradable que estemos todos aquí, faltan algunos.
Los hijos de mi tio Alessandro, de August, de quien tiene una gran historia de amor, es como un cuento de hadas.
Después de comer, todos los hombres se disponen a dar una revisión mi abuelo les indica como será, yo intento acompañarlos, pero mi madre me lo impide, dice que debemos cuidar del Castillo ahora, Damián va con ellos, mi abuelo lo permite, pues es importante que el sepa la situación para informar al Rey, su padre, Dirina le pide que se cuide, que se preocupa Por el, ella es una joven noble, es muy amable, totalmente diferente de su hermano, que es un cínico, ella me cae muy bien.
Mi madre me dice que pondremos campos de protección al castillo, por que mi abuela, Dirina no poseen poder, en caso de ataques debemos protegerlas.
- Si madre.
- Vamos.
Salimos fuera y cuando vemos que los hombres se alejaron, nos disponemos a proteger todo, mi madre se ve algo preocupada, se que no me conduce pero algo anda mal.
- supieron que sucedió a Jake madre.
- Em, no, aún no... Tu abuelo lo llevará a casa, el trabajará con su mente, esperemos que logre ayudarlo, saber como ese hombre pudo apoderarse de el, como logró hacerlo entrar en ese transe.
Algo más pasa, pero ella no quiere decírmelo, tendré que hablar con Jake, quiza el, me lo diga.
Terminamos de hacer el campo de fuerza, y mi madre y yo regresamos dentro.
Yo aprovecho el tiempo y charló con mi abuela, Dirina charla con mi madre, quien le explica que no debe preocuparse, que todo estará bien, que su hermano está siendo protegido por los hombres más poderosos del imperio entero.
Ella lo acepta y sonríe, yo por otro lado me abrazo a mi abuela, me gusta mucho cuando me cuenta su historia de amor, como por el destino un día ella y mi abuelo tropezado y al verse se enamoraron de inmediato, todas las cosas que tuvieron que superar par a poder estar juntos, es una historia increíble, ellos se aman mucho, lo veo, como mi abuelo siempre ayuda a mi abuela, el es un hombre que provoca mucho miedo, pero no a nosotras, mi abuela dice que Evy, Hanna y yo somos sus ojos, Evangeline es la hija de mi tío Alessandro, y Hanna la hija de August, cuando nos reunimos mi abuelo siempre les dice a todos que cuiden de las princesas de su abuelo, el es el hombre más dulce que existe, las 3 lo amamos, ellas también poseen poderes, pero no han deseado ser entrenadas a diferencia de mi, que amo y me fascina entrenar con mi abuelo.
Mi abuela dice que ya casi será el cumpleaños del abuelo, que quiere hacer una gran fiesta, claro, si todo está bien.
- Si, eso sería maravilloso madre, debo buscar un buen regalo para padre, pero que difícil, que podría darle, que estén a su lado es su mayor regalo Alisson, sabes cuanto disfruta verlos a todos juntos.
- Si lo se, siempre nos lo dice, recuerdo cuando éramos jóvenes y vivíamos en casa, como molestabamos a Huggie, por que era tu favorito.
- Sabes que eso no es verdad, es sólo que el por ser más pequeño era más apegado a mi, mi pequeño Huggie.
- Jajaja lo vez, todavía lo vez como tu pequeño.
- Así es Alisson, siempre veremos a nuestros hijos como pequeñitos, dime que no lo haces co tus hijos, te aseguro que el día que decidan casarse, unir su vida a la de su pareja, sabrás cuanto duele separarse de los hijos, como siempre los veremos como unos niños pequeños, sufres con ellos, ríes con ellos, eres feliz cuando ellos lo son, y eres infeliz cuando lo son.
Pero agradeces cada momento a su lado, los valoras mucho más, yo extraño cuando charlabamos tu y yo, de cosas de damas, cuando Huggie iba a mi habitación a registrarse para que lo hiciera dormir al acariciar sus cabellos, cuando Alessandro me pedía acompañarlo a dar caminatas para contarme algún problema, cada uno de ustedes llena mi vida, lo siguen haciendo, aún cuando no puedo tenerlos a mi lado siempre.
Mi abuela está algo sentimental, y mi madre la abraza, son tan cálidas, ellas siempre han cuidado de su familia, veo que mi madre tiene el mejor ejemplo, y yo también.
- Oh abuela eres la mejor madre, abuela.
Ella sonríe y me da un abrazo.