El centro comercial se encontraba en todo su apogeo mientras Nora, los hermanos O'Brien y Ronan, el familiar muy, muy lejano de los trillizos, se sumergían en una experiencia de compras sin precedentes. “Lady Sullivan”, llena de ese entusiasmo típico que dan las compras, se encontró adquiriendo un guardarropa completo para los tres hermanos. Sus ojos brillaban con una combinación de diversión y preocupación mientras seleccionaba prenda tras prenda, como si estuviera vistiendo a apuestos muñecos de tamaño real sacados directamente del siglo XVI. —Muchachos, pruébense esto —dijo Nora, entregándoles montones de ropa moderna a los confundidos trillizos—. Necesitan mezclarse con la gente de esta época y lucir bien en el proceso… Aidan, el más extrovertido de los tres, tomó las prendas con una