AL DIA SIGUIENTE: EN ALGUNA PARTE DE GALWAY- 1515 Era un amanecer fresco y brumoso cuando Nora continuaba muy a gusto durmiendo, sintiendo una calidez y comodidad inusuales. La joven se encontraba rodeada por los cuerpos peludos de tres imponentes lobos: Declan, Lugh y Aidan. Los hermanos O'Brien habían creado una especie de refugio improvisado durante la noche, entrelazando sus cuerpos alrededor de Nora para protegerla del frío y los peligros nocturnos del bosque irlandés. La cabeza de Nora descansaba sobre el lomo lupino de Declan, que se había convertido en su almohada improvisada. Sus piernas se estiraban a lo largo del cuerpo de Aidan, cuyo pelaje rojizo y suave le proporcionaba un colchón natural. Para completar este nido improvisado, la cola tupida de Lugh se extendía sobre ella