Miro con aburrimiento a mi primo quien está enojado porque alguna chica le ganó la carrera de esta noche. Este no es el tipo de lugares al suelo frecuentar, pero desde que mi primo, Miroku, está en casa, ahora soy como todo un chico malo.
Ruedo los ojos al verlo maldecir con mucho esmero a quien le pateó el culo esta noche. Creo que su actitud es dolorosa porque fue una chica. Lo cual es un pensamiento algo machista ya que las chicas tienen la misma libertad que nosotros para esto.
Miro una vez más su auto, es algo increíble de ver. Koga se acerca a nosotros soltando un silbido hacia Miroku.
—No quieras tener problemas con ella, es peligrosa, te recomiendo que te alejes—le dice automáticamente cuando ve las intenciones de ir por la chica que Miroku tiene.
—Ella no puede ganarme y solo reírse luego—Koga sujeta con fuerza el brazo de mi primo.
—Inuyasha, dile que no vaya—ruedo mis ojos, como si por yo decirle él va a desistir de esa idea.
—Déjalo ir y así se calma—le digo encogiéndome de hombros.
—Esa chica es peligrosa—Miroku ignora la advertencia de Koga y camina a paso apresurado hacia la chica quien está tomando una cerveza algo apartada junto a otras chicas.
Camino detrás de mi primo y él se detiene frente a ella.
—Hiciste trampa—dice y ella lo ignora con una naturalidad que me sorprende—zorra—abro los ojos porque no soy de los hombres que le gusta ver como otro o yo mismo insultar a una chica.
Ella posa su mirada en él y en un rápido movimientos que apenas he podido analizar tiene un arma apuntando la frente de mi primo. Él palidece y todo el lugar queda en silencio.
—Repite la palabra—sus palabras son tan vacías y frías que me congelan. Estoy asustado al ver cómo quita el seguro del arma.
—Por favor, no lo mates, él solo bromeaba—mi voz sale asustada y la sonrisa que se forma en los labios de la chica me demuestran que lo sabe.
—La próxima te vuelo la cabeza, ahora sal de mi vista—Miroku en silencio hace lo que le digo y yo suspiro con fuerza. Ella es peligrosa. Kagome Higurashi es jodidamente peligrosa.