X. Ardiente momento

1692 Words
Cuando declaro los labios de Kagome como míos el mundo a mi alrededor parece desaparecer. Nunca imaginé que los labios de ella podrían ser tan suaves y dulces cuando todo en Kagome grita salvajismo y peligro. Al principio solo soy capaz de dar pequeños toques, pero entonces ella es quien toma la iniciativa de un beso verdadero. Sus labios son suaves, pero atacan como las más peligrosas de las armas que ella posee. Kagome es capaz de volver a cualquiera adicto a este placer que es el besarla. Me pierdo, me pierdo totalmente en su ritmo. No hay timidez, no hay inseguridad, solo una mujer decidida a lo que quiere y lo que ella quiere en este momento es hacerme perder la razón. Sus labios se mueven con frenesí contra los míos. Mis manos quedan clavadas en sus caderas por debajo de la camiseta, soy capaz de sentir la tira de sus bragas y eso solo hace cosas locas en mi cuerpo. Kagome aferra una de sua manos a mi cuello acercándome para llevarse todo de mi y la otra está en mi hombro. Soy yo quien toma la iniciativa y le invito a abrir sus labios para que mi lengua se pasee llegando a un tesoro que quiere conocer. Ella no duda ni un segundo y se encuentra por primera vez con mi lengua. No hay titubeos. Enredamos nuestras lenguas a la vez qye mis manos recorren su espalda sintiendo la calidez y suavidad de la piel de Kagome. Ella se estremece y eso me hace saber que ella lo tiene tan mal como yo. No soy el único sintiendo mucha pasión entre los dos. Mi mano se queda en el centro de su espalda y la acerco haciendo que arquee la espalda para tenerla más cerca de mi cuerpo. Me separo un poco para poder respirar, pero luego uno de nuevo nuestros labios en un beso húmedo. Me encargo de morder su labio inferior luego de chuparlo. Ella cierra los ojos y entonces sonríe en mis labios. Saco mi lengua para lamerlo, pero ella atrapa mi lengua con sus labios y la chupa lentamente. Siento el tirón en mi m*****o. Maldición, estoy a punto de perder el control con esta mujer. Kagome se separa un poco y me ve fijamente, sus pupilas están dilatadas y sus mjillas un poco ruborizadas. Claro que están así porque ella está caliente, porque de ser vergonzosa Kagome no tiene nada. Mis labios besan su mejilla y ella cierra nuevamente sus párpados. Mi viaje de besos sigue su recorrido hasta su cuello. Me encargo de probar su piel y cada tramo de piel que me encargo de lamer y besar solo cause que mi adicción vaya a más. Ahora solo deseo saber lo que es tener a Kagome solo para mi, desnuda y muy dispuesta a ir por más. Ella suspira y su suspiro queda grabado en mi memoria como el sonido más hipnótico que alguien es capaz de pronunciar. Mis besos suben hasta su oído y entonces ella gime fuerte. Entonces si puedes tener un punto débil ¿eh Kagome? Sonrío muy a gusto con mi descubrimiento. Mis manos pican por tocar todo su cuerpo y ella al parecer quiere lo mismo. Ella para mis movimientos y eso me alerta. Sus ojos están más brillosos, más llenos de vida. Su seriedad me hace tragar en seco y luego me da una pequeña sonrisa tan sensual que me hace enredar las manos en las sábados bajo nosotros para no tener que lanzarme a ella como un animal y hacer todo lo que mi cabeza proclama que haga. -¿Qué te detiene?-pregunta respirando de manera forzada. Lamo mis labios y miro los suyos. Están hinchados y solo lo hacen ver más provocativos. Sus ojos chocolates me observan. -No entiendo-mi voz suena ronca, ella se mueve un poco sobre mi cuerpo y mi m*****o choca con su entrepierna causamdo que cierre los ojos. No puedo perder mi autocontrol. Pero conservarlo con ella es muy difícil. -Te estás conteniendo para tocarme, para hacerme gemir, lo noto en todo tu cuerpo muñequito. Entonces ¿qué te detiene?-pregunta observándome detenidamente. -Yo... -Yo quiero que me toques, hazlo, quiero quedarme y que me hagas lo que tiemes en mente. Eres virgen, pero no besas nada mal. De hecho, creo que sabes tocar en los lugares correctos para calentar a una chica-sonrío enarcando una ceja. -¿Gracias? No sabía que ibas a halagar mis habilidades de besuqueo-ella me hace caer de espaldas a la cama. No me di cuenta en que momento estaba sentado. La veo lamer lentamente sus labios y luego acercarse para dejar un beso en la comisura de mis labios. -Debes saber algo-susurra y besa mi cuello haciendo que mi concentración se aleje de sus palabras y se centre en sus besoa. -El... Qué?-muerdo mis labios cuando ella muerde suavemente mi hombro. -Cuando algo me intriga puedo ser muy posesiva-levanta la mirada y me sonríe-y tu me intrigas mucho, demasiado niño-mis manos caen en su culo y hago que ella colicione en mi m*****o. Gimo y ella también. -Este niño te tiene caliente, Kagome-y también sabe un punto débil en tu cuerpo linda. -No sabía que podías ser arrogante. ¿Alguna chica te ha hecho tener un orgasmo alguna vez?-me sonrojo-creo que esa es mi respuesta-la veo sonreir antes de hacerme incorporae y sacar mi camiseta. Mi pecho queda desnudo y ella muerde sus labios-nada mal-sus uñas pasean por mi pecho y miento si digo que eso no hace más que ponerme duro, ella tampoco ayuda moviéndose sobre mi cada tanto que puede-pensé que al ser un ratón de biblioteca cumplirías los estereotipos, pero posiblemente estás mucho mejor que hasta el mismo Bankotsu y eso, a él le encanta estar lleno de músculos-su mano se detiene en los pocos vellos que tengo bajo el ombligo y que se pierden en mi pantalón. -Pobre chico-comento-bueno yo... -¿Seguirás hablando o dejarás que te de un ardiente momento?-pregunta con una sonrisa de suficiencia. -Creo que solo espero que tú me dejes sin palabras-el reto en mis palabras solo causa que su sonrisa se enganche y me mire coqueta. Ella sabe como ser sensual. ¡Y maldita sea que lo es! Con una lentitud dolorosa ella sin despegar la mirada baja de a poco hasta que la aparta cuando sus labios caen en mi pecho y lo besa. Siento sus manos por mis costados. Acomoda su cuerpo y baja lentamente por todo mi pecho, luego sube y lame. Siento mi m*****o doler porque esta mujer me tiene justo ahora a su merced. Las manos de Kagome que antes me acariciaban se pierden en mi pantalón y ya que no utilizo bóxer para dormir, ella toca directamente mi m*****o y entonces si gruño y abro los ojos. Ella tiene una sonrisa divertida en el rostro. Ella baja mi pantalón y entonces mira mi entrepierna lamiendo sus labios. Pero solo lo acaricia dando suaves apretomes que me tienen cerrando los ojos al sentir mi cuerpo tenso. Se escucha un teléfono que no es el mio, pero solo puedo prestar atención a lo que ella hace conmigo. -Kagome-murmuro con voz ronca mirándola. Ella está muy concentrada en su tarea, mi cuerpo cada vez se siente más tenso y el ruido del teléfono no deja de sonar. Hasta que respiro fuerte y muerdo mi labio inferior dejándome ir. Ella continúa con tranquilidad hasta que mi pecho sube y baja a causa de mi rápida respiración. He tenido un orgasmo a manos de Kagome Higurashi. -¿Dónde está el baño?-pregunta con una sonrisa. -La puerta cerca del armario-ella asiente y baja de la cama. Miro el desastre que cayó en mi estómago y busco toallitas para limpiarme. Ya limpio solo me siento y espero que ella salga. Lo hace y va directo hacia su teléfono que era el que somaba. -¿Si?-me fijo en la manera de pararse, ella hace todo con una naturalidad innata. Me atrapa y eao es muy peligroso-¡¿qué?!-grita y me sobresalto-ese maldito inútil. Ocúpate de todo, voy para allá, emplea un plan de estrategia improvisado, lo básico ya lo puse en marcha así que no será tan difícil penetrarlos. Solo asegúrate de mantener eso a salvo. Sabes que no admito confusiones, no quiero quejas y recuerda; un disparo en la cabeza es más certero-ella suspira-voy enseguida. ¿Qué? No, creo que distraerlos será fácil, creo que aún me buscan, pero será fácil esquivarlos. Te veo en diez minutos, ya sabes a quien mandar a buscarme y en que lugar. Estás a cargo hasta que regrese. Bien-cuelga la llamada y me mira-lo siento muñequito, la diversión será para otra ocasión, el deber llama-la veo ponerse su ropa con rapidez. -¿Pasó algo?-ella me sonríe, pero es una sonrisa más de burla. Aun no compendo porque le encanta burlarse de mi. Ni que tenga cara ni actitud de payaso. -Nada que te importe ¿no me digas que ahora te interesa lo que haga una pandillera?-frunzo el ceño poniéndome de pie-mierda, en realidad estás muy bueno muñeco-ruedo los ojos. -Deja de hacer eso-la acuso con un dedo. -¿Hacer que?-trago en seco. -Poner mi mundo de cabeza y luego simplemente desaparcer, es molesto, de hecho, me irrita bastante que lo hagas-ella deja un casto beso en mis labios y luego se aparta. -Tranquilo, pronto sabrás de mi, creo que debiste escuchar mi advertencia, pero estabas muy entretenido en sentir. Adiós-la veo subir a la ventana y lanzarse. Corro a la ventana y la veo correr a ella antes mirando a los lados. Me dejo caer en el suelo y suspiro. Esa mujer definitivamnte es un demonio con lindo rostro y un cuerpo de muerte. -Inuyasha-tocan la puerta y frunzo el ceño. -Pensé que estarías en casa de tu novia-Sesshomaru rueda los ojos. -Tuvimos una discusión, creo que esta noche y por una semana no habrá diversión para mi-trago en seco sintiéndome culpable al ver sus ojeras. Yo me lo estaba pasando en grande con el caso que no lo deja dormir. -¿Quieres ver películas?-pregunto y él se lanza a la cama. -¿Huele a perfume de mujer?-cuestiona. -Mamá utilizó un nuevo perfurme hoy-respondo con calma-ya sabes como es-el rie. -Pon esa película hermanito, antes de que me ponga como un llorón y este mensajeando a Rin como un loco-él suspira-las mujeres son tan complicadas-asiento en dirección a él. -Ni que lo digas-nos acomodamos y mi noche pasa diferente a como espere que sea.
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