XVII. Información

1631 Words
Espero paciente que mi maestro termine la ultima clase del día para huir como lo he estado haciendo desde que volví al instituto. Rumores se han esparcidos por los pasillos sobre mi, y no todos son buenos ya que la mayoría me tachan de un maniático que sobrevivió a un atentado y que según ellos todo fue mi culpa por haber provacado a Kagome el dia que me interpuse para que no le vuele la cabeza a mi primo. Varios compañeros se dan cuenta de mi estado y sonríen en forma de burla, los adolenecetes de hoy en dia parecen seres diabólicos sacados del infierno. Suspiro y restriego mi pelo, aún no me acostumbro a la idea de que hace un mes que no se nada de la señorita Higurashi, esa loca, maniática y bella chica no ha salido un momento en todos estos días de mis pendamientos. Aun quiero seguir creyendo que esta en algún lugar con vida mandoneando como le gusta, siendo la bomba sexy que siempre es y siendo ella el centro de atención en donde vaya. Necesito ver a Kagome Higurashi. Muerdo la punta del polígrafo de manera distraída, mientras lo hago mi mirada se pasea por el salón de clases buscando a la persona que me puede proporcionar información sobre lo que quiero saber. Y como mi suerte es tan jodida esa persona no esta. Maldigo en mi interior y me alegro cuando el timbre suena por lo que de manera rápida y apresurada tomo mis cosas y salgo del salón. Los pasillos son abarrotados de estudiantes que quieren huir de la esclavitud que son los estudios. Cuando salgo busco la esquina donde ella siempre permanece después de clase. Siento emoción cuando la veo fumándose un cigarrillo y sonriéndole a un chcio quién se acerca a ella y la besa. Miro a mi alrededor y sujetando con fuerza las tiras de mi mochila me adelanto a caminar. No niego el nerviosismo que se extiende en cada partícula de mi sistema mientras los pasos se hacen más cercanos. Yuka gira su rostro y no parece nada sorprendida de mi presencia. Desde el dia de la carrera no la había visto y ahora, verla de nuevo es un choque. Ella se levanta de donde está sentada y se acerca con pasos sensuales que la dejan ver como una diosa. Yuka es hermosa, lástima para ella que la belleza que busco es más tipo peligroso, prohibida y de una maniática obsesiva que me tiene muy mal de la cabeza. Casi estoy haciendo una teoría de que la locura es contagiosa, es la única manera en la que creo que Kagome me contagio, antes no era asi, antes no retaba al peligro y sobretodo, antes ninguna mujer iba por encima de la persona a la que más admiro y respeto; Sesshomaru. —Mi bello Inuyasha, codiciosos los ojos que te ven — ella sonríe y le da una calada al cigarrillo antes de expulsar el humo. Toda una chica rebelde. —Me alegro ver que sigues tan bien Yuka—ella menea la cabeza haciendo que su corto pelo se mueva con ella. Veo las hebras acariciar sus hombros en cada movimiento. Yuka se acerca invadiendo mi espcio personal como desde que me conoció va haciendo y da una calada dejando que el humo acaricie mi rostro. No soy famoso de ver a las personas fumar y que me lancen su humo en la cara por lo que toso alejándome y recuperando mi espacio personal. —Puedo apostar que no estas aquí simplemete porque me quieres ver Inuyasha—comenta haciéndole señas al chico que besó antes, este asiente y se aleja de nosotros dos—por mucho que me gustes no soy idiota, asi que ve al grano y dime que quiere un chcio tan lindo como tu—ella me guiña un ojo con coquetería. —Es un poco complicado lo que voy a pedirte—me rasco de manera nerviosa el cuello y ella me mira. Creo que desde que vi los ojos de Kagome me he vuelto fanático de los ojos marrones. Es por eso que me quedo mirando los ojos de Yuka por mas tiempo del que quisiera, ella tiene unos ojos del mismo color que el de Kagome. Solo que los de Kagome gritan pasión, fuego, peligro y ansias de acabar con todos. Son unos ojos tan destructivos que te alcanzan y destruyen tu mundo, porque después que ella te echa un vistazo, nunca vuelves a ser el mismo. Algo cambia sin saberlo, es la curiosidad, es simplemente que Kagome es una mujer que grita sin palabras: ¡Quiero ser descubierta! Bueno, tal vez simplemente supongo lo que mi mente quiere creer, pero hasta ahora le gusto de una manera un poco retorcida y de otra manera retorcida me agrada la idea de gustarle. —Es la primer vez que duras tanto tiepo mirándome, me voy a sonrojar a continúas por ese camino Inuyasha, soy una chica al fin y al cabo—la voz de Yuka, me saca de mis pensamientos y le sonrío. —¿Sabes algo de Kagome Higurashi—ante la pregunta ella se tensa de inmediato, deja caer el cigarro al suelo y luego lo pisa. Me mira seria, ya no hay miradas ni sonrisas picaras un suspiro lastimoso sale de sus labios. —Olvídalo campeón, esa información es mandarme a la tumba si sale de mis labios. Te recomiendo que olvides a esa mujer, ella será quién hará que mueras Inuyasha. Nadie que está alrededor de esa mujer es feliz y si lo es solo será un dia, porque al siguiente encuentran su cuerpo sin vida—a pesar de que sus palabras deberían asustarme, me da igual, yo solo quiero información de mi loca manitica. —¿Me darás información o no?—pregunto cansándome de su sermón. Suficiente tengo con Sesshomaru quién aún no me habla y no le habla a su prometida. He tratado de comunicarme con Rin, pero al parecer no quiere hablar con nadie de la familia Taisho, lo que me hace suponer que la discusión que tuvieron en mi casa no fue la utima, al parecer Sesshomaru sigue siendo un idiota. —Lo siento Inuyasha, valoro mucho mi vida—ella me sonríe—pero como me agradas te daré un nombre, esa persona seguramente sabe algo de Kagome—me guiña un ojo. —¿Y esa persona es...? Ella sonríe —Koga, el anfitrión de las carreras ilegales—le sonrío de vuelta. —Gracias—ella saca otro cigarrillo y lo enciende. **** Me toma tiempo llegar a la ferretería de Koga, es dueño de ella, por lo que pago el taxi y camino a paso indeciso hacia el. La estructura del lugar parece sencilla. Armándome de valor ingreso al lugar donde solo esta un chico en caja pendiente a su teléfono. Me acerco y él levanta la mirada, se ve bastante aburrido. Baja el teléfono hasta que desaparece detrás del mostrador, sus ojos analizan mis movimientos. —¿Necesitas algo?—pregunta en tono cansado. —Si, busco a Koga, puedes decirle que Inuyasha esta aquí—él bosteza, parece bastante cansado. —Koga está en el piso de arriba, creo que tiene una reunión, asi que ve con cuidado—levanta su teléfono y me ignora. Camino hasta las escaleras subiéndolas lentamente. Todo parece en calma, por lo que me acerco hasta la puerta donde escucho murmullos. Está un poco abierta por lo que importándome mierda todo, entro en silencio. Mi cara cambia cuando veo algo que no esperaba encontrar. Pensé que Koga estaría en una reunión para otra carrera ilegal, por lo que se las organiza desde este lugar, hace un tiempo vine con Miroku por lo cual se muy bien que las organiza. Mi mirda parece no querer apartarse y luego reacciono. Sobre el escritorio de piernas abierta siendo penentrada esta esa chica peliroja que anda con Kagome siempre. Veo sus expresiones de placer mientras Koga la folla, me giro con intenciones de huir, pero tropieso y mi espalda choca con la puerta que suena. Levanto la mirada y dos pares de ojos me miran, unos avergonzados y otros curiosos. —Si quieren bajo y dejo que... termienen, no ando con el tiempo encima, asi que puedo esperar—comento rápidamente. La chica reacciona y se cubre bajando de la mesa. Aparto la mirada y dejo que ambos se termiene de vestir y cuando Koga hace un sonido volteo a mirar. La chica lleva ahora un vestido holgado con zapatillas y pelo recogido en una coleta albortada, sus mejillas sonrojadas me hacen ver que no soy el único que se siente avergonzado de la situación. Koga por otro lado solo tiene su jeans puesto y nada encima motrando su cuerpo. Sus ojos azules se posan en mi y suspiro, bien, estoy de suerte, la chica debe saber que su líder tiene una loca relación conmigo. Me doy cuenta que me mira de arriba abajo con demasiada confianza, como lo hacia Kagome. —Inuyasha, tengo enteniddo que tu no eres corredor, por lo cual tu visita me parece algo extraña—suspiro y me acerco. —Necesito información que ustedes dos tienen—voy al grano de inmediato—quiero saber el paradero de Kagome Higurashi—Koga se ríe. —¿Para decírselo a tu hermano el policía? Estas loco Inuyasha, eso no pasará jamás—me acerco a él quedando a su altura. —Quiero la información Koga—una sonrisa sarcástica adorna su rostro. —Dame al menos una razón por la cuál debo dártela—ahora soy yo quien sonríe. —Porque Kagome Higurashi es mi mujer—la sonrisa se apaga de su rotro y le alejo—¿me diras ahora lo que quiero saber?—pregunto apoyando mis manosdel respaldar de una silla. —Ayame, ¿Qué diablos dice este tipo?—pregunta él molesto. —Es cierto Koga, por ahora él es el hombre que Kagome quiere para ella — Koga se levanta y sin esperarlo me da un puñetazo en la mandibula. —¡Eso es imposible! —La chica de nombre Ayame se interpone delante de mi cuando él piensa golpearme. —Es lo que hay Koga, Kagome jamás volteara a mirarte, eres el único que tiene falsas esperanzas con ella — ella me mira — yo te dare información de Kagome, pero no te aseguro que son agradables de escuchar — ahora no se si quiero saberlas o no.
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