— No conoces el lugar. Te estás dirigiendo al lugar incorrecto. — dice acercándose a mí para tomarme de la mano y llevarme a un lado del pequeño lugar. Clem coloca la palma de su mano izquierda encima de un gabinete y este se mueve, mostrando una entrada secreta en el suelo. Las escaleras es lo único que se ve. Pero no me genera temor, sino seguridad. Nadie pensaría que en esta pequeña casa hay una entrada así, lo cual es genial. Ahora las probabilidades de sobrevivir aumentan. Clem me suelta la mano y se adentra primero al pasadizo secreto. Sin pensarlo más lo sigo. Esta enojado, pero no voy a andar fingiendo simpatía y amor para que se sienta bien. Así soy yo, el problema es de él por creer que puede hacerme sentir cosas que nunca he sentido. Duramos bajando por quince minutos, cua