Una de las personas de la tripulación, nos dice cuando podemos saltar. Los primeros que lo hacen son los hombres de Au. Cuando solo falta que yo salte. Mi médico se acerca con temor. — Esto no está bien. Su cuerpo… Ruedo los ojos ante el comentario estúpido y camino hacia el final de la plataforma. El chico de la tripulación me entrega el dispositivo que me faltaba. Cuando estoy segura, salgo hacia la selva amazónica. Sin duda saltar hacia ella es un peligro, la selva es mi hermosa, pero peligrosa y seria algo desafortunado caer en un lugar donde haya algún depredador que no me permita aterrizar bien. Sin embargo, es la única forma de bajar. Ya que en este hermoso lugar que se encuentra a mis pies, no hay una pista de aterrizaje cerca. Lo que podíamos hacer era llegar acá en helicóp