El dolor en mi cuerpo vuelve a despertarme. Al parecer, ese será mi maldito despertador hasta el fin de mis días. Despierto poco a poco y antes de que pueda despertarme por completo, me encuentro con tres médicos a mi alrededor. De inmediato comienzan a monitorear mis signos vitales mientras me hacen muchas preguntas confirmando si mis reflejos están bien, si estoy mareada o desorientada. Y la verdad lo estoy, no sé que droga me suministraron pero siento mi cuerpo esta pesado y mis párpados me pesan. Uno de los médicos sale en busca del señor James. Por lo que veo, él es quien se ha encargado de todo mientras yo estoy inconsciente. Me resulta difícil moverme, por lo que no lo hago. Pido agua porque estoy sedienta, me sirven un vaso y me ayudan a beberlo ya que me siento muy débil y